Ojos Color Miel

59 4 2
                                    

Sky
Después de que acepté la invitación de mi hermoso amigo, llegué al bar a salvarlo de una incómoda situación con una mujer.
El tiempo con él donde fuera siempre era ameno.
James había estado toda la noche al pendiente de mi, habíamos tenido mucho contacto, habían habido besos, abrazos e incluso un poco de toqueteo.
Los besos que nos dábamos eran intensos y apasionados sin llegar a ser desesperados, En varias ocasiones nuestro cuerpos se habían juntado tanto que habían hecho presión de insinuación sexual. Yo estaba demasiado excitada por las caricias y besos de James, todo aumentó cuando me estaba ayudando a deshacerme de Sebastian. Quizá yo lo veía como excusa para no aceptar que en realidad quería besarlo y sentirlo así de cerca.
Salimos a esperar a León y mientras lo hacíamos permanecimos juntos. James me abrazaba para resguardarme del frío y volvimos a besarnos apasionadamente. Regresamos al departamento tan ebrios que incluso nos caímos en la puerta, los dos reímos muy divertidos e intentábamos ayudarnos.
James me trajo a mi habitación y nos detuvimos a hablar  un poco, nos miramos y fue una reacción automática el volver a buscarnos en un beso intenso que nos llevó hasta la cama.
Yo estaba muy impaciente y asumí que él también. Me abracé a su cuerpo y me dejé llevar sin pensar en qué pasaría después. Necesitaba a James en ese instante y nada más me importó.
Él vino sobre mi y yo lo dejé seguir hasta donde quisiera, toda la noche nos habíamos estado provocando y habíamos rebasado el límite.
Mi perfecto y musculoso amigo tocaba mi cuerpo con delicadeza y habilidad, llevó su mano a mi pierna y se colocó entre ambas, cuando necesitamos aire nos separamos, él me miró a los ojos unos segundos y de inmediato se levantó diciendo que no podía y se marchó dejándome así.
Me sentí un poco desanimada por su reacción pero no podía culparlo. En el fondo sabía que no estaba actuando de una manera cuerda y de haber continuado con eso habría sido el fin de todo entre nosotros.
Me tiré en la cama después de verlo marcharse y cerrar la puerta con una gran culpa en sus ojos.
Estaba muy excitada y traté de dormir pero no pude, tuve que tocarme para calmar lo que él había despertado en mi.  Cerré mis ojos por el cansancio y no supe más hasta que mi alarma sonó e hizo parecer que solo había cerrado los ojos por un par de minutos.
Me levanté sintiéndome pésimo por la resaca pero me apresuré para ir a la academia. Al salir de mi habitación vi la puerta de James cerrada y todo en total calma. Supuse que seguía dormido y no pensaba molestarlo después de lo ocurrido. No sabía cómo aparecer frente a él y decirle oye, que divertido todo lo de ayer, incluido el que casi tenemos sexo en mi cama aunque no te motivé lo suficiente para seguir.
Preferí huir y dejar esa charla para después.
Toda la mañana estuve pensando en lo que pasó y me sentí un poco desanimada y confundida. En realidad él quería más de mi? Y si fue así por qué se detuvo? Si él no sentía esa clase de interés por mi y estaba bien. No tenía que sentirme mal por eso ya que solamente era mi amigo y alguna relación Romántica con él era algo imposible entre nosotros.
No hablamos en toda la mañana y siendo honesta eso me preocupaba mucho.
No quería perder a mi gran amigo por un arrebato de necesidad de contacto fisico de ambos, aunque hubiera deseado estar menos ebria para recordar con claridad absolutamente todo.
Cuando salí de la Academia y lo vi parado con un ramo de flores no pude ocultar mi emoción. Me acerqué a él muy contenta y se disculpó por dejarme así y no dijo nada más. Le hablé normal y contenta ya que no quería perderlo ni alejarme de él. Las cosas se habían puesto extrañas pero si él vino a buscarme entonces era por que quería que todo volviera a la normalidad y era una oportunidad que no iba a desaprovechar. Me importaba demasiado y quería seguir siendo parte de su vida.
Nos dirigimos a comer, lo acompañé a un par de pendientes que él tenía. Finalizamos en un hermoso café al que James solía traerme, estábamos sentados platicando y riendo.
-el hombre de la ventana no ha dejado de mirarte por más de un minuto.
-qué?
Dirigí mi vista hacia la ventana y pude ver de quién hablaba James. Sentado ahí con una laptop sobre la mesa estaba un hombre muy alto, de piel bronceada y cabello rizado. Sus ojos color miel y su perfectamente recortada barba lo hacían lucir hipnotizante. Calculé que tenía unos 25 años quizá. Sonreí ya que nuestras miradas se cruzaron y él ya tenía una gran sonrisa en su rostro. Volví a mirar a James y bebí de mi taza.
-esa sonrisa significa...?
-es muy guapo. Su sonrisa es encantadora.
Y está usando la misma camisa que tú.
Al momento James volteó a mirarlo y al darse cuenta que lo que yo había dicho era cierto trató de ocultar que si le afectaba estar usando la misma prenda que aquel chico en el mismo lugar.
-a mi se me ve mejor.
-si, estás de buen ver.
Al escucharme decir eso sus ojos se abrieron, sus cejas se enarcaron y respondió muy ofendido.
-él está de buen ver. Yo soy guapo y perfecto.
Reí ya que estaba esperando esa reacción en él. Los dos discutíamos en voz baja sobre aquello cuando una mujer hermosa se acercó saludando a James muy feliz.
Lo tomó desprevenido y cuando él se dió cuenta de las cosas ella estaba prácticamente abrazándolo.
No podía negar que ella se veía tan guapa e impecable con su cabello rojo muy peinado, su cuerpo esbelto cubierto por un vestido blanco muy formal que solo hacían lucir su piel blanca como si fuera transparente y su delicada figura que parecía se iba a romper al minimo toque.
James se alegró de verla y después de saludarla nos hizo una rápida e incómoda presentación. Ella parecía una persona muy agradable, si ella era una "amiga" de él, no podía culparlo. La mujer realmente era atractiva. Preguntó si podía acompañarnos y a la vez si no nos incomodaba. James dudó un poco y me miró antes de decir cualquier cosa, de inmediato respondí que no había inconveniente y la invité a sentarse.
Intercambiaron un par de palabras y por lo poco que estuve ahí supe que ella había sido  amiga y compañera de universidad de mi hermoso amigo, también que tenía mucho tiempo que no se veían ya que se la pasaba viajando. Enseguida decidí levantarme para pedir otro café yendo hacia la barra y así poder darles algo de privacidad.
James me miró pensativo mientras me levantaba para ir hacia allá.
Mi corazón estaba agitado pero no iba a demostrar nada. Seguí sonriendo ya que en el fondo me alegraba por él si es que tenía algún interés en ella.
Pedí mi café extendiendo mi taza y Jerry enseguida la tomó y sin decir nada se fue con ella para traermela llena.
Me quedé ahí tomando mis sobrecitos de azúcar y un poco de crema cuando alguien se paró a mi lado y me comenzó a hablar.
-por un largo rato me pregunté qué estabas bebiendo y no pude descifrarlo.  Espero no incomodarte.
Sonreí y volteé a mirarlo. Era aquel chico de ojos color miel que James había señalado que me miraba. Me agradó mucho la forma sutil en la que se acercó y realmente me gustó su sonrisa encantadora y seductora.
-es un Mocca, nada fuera de la carta.
-gran elección.
Le devolví la sonrisa y noté que él miró hacia la mesa de James, enseguida volvió su vista a mi y extendió su mano mientras se presentaba.
-Me llamo Andrew.
-mucho gusto, Andrew. Soy Sky.
-es el nombre ideal...
-no sigas.
Comencé a reír ya que me causó gracia la forma en la que intentó parecer agradable.
-puedo quedarme junto a ti mientras bebo mi Mocca?
- no veo ningún inconveniente. Aunque tu computadora está ahí.
-entonces... Gustas venir conmigo a sentarte?
-esta bien.
Me dirigí a su mesa y me senté en la silla frente a él. Enseguida que se sentó movió su lap top para prestarme atención.
Logré ver que en la pantalla habían unas fotos hermosas, notó que me quedé observando y enseguida la plática surgió natural.
Comentó que se dedicaba a la fotografía. Me mostró su instagram y pude ver lo hermoso de su trabajo, no me di cuenta que el tiempo había transcurrido hasta que él cambió el rumbo de la conversación.
-aquel hombre que está usando la misma camisa que yo... es o era tu cita?
Sonreí y respondí sin dar muchos detalles.
-creo que sabes la respuesta.
-solo quiero estar seguro. Es extraño, sentí que cuando aquella mujer llegó hubo un poco de tensión, pero tú te levantaste y les diste espacio sin ningún problema. Para ser sincero ni siquiera pensé que aceptarías sentarte aquí conmigo a beber café. Por otra parte él voltea constantemente hacia ti, sigue al pendiente y tú no has volteado a mirarlo ni una sola vez.
-él y yo no tenemos citas. Somos buenos amigos, es todo.
-muy bien, entonces dejando eso claro. Conozco un lugar a no más de dos calles de aquí, es un lugar muy tranquilo y agradable. Quisieras venir conmigo a cenar y seguir platicando por un poco más de tiempo?
-disculpa, ayer tuve un día agotador y hoy también. Estoy exhausta y solo quiero llegar a dormir.
-bien, entonces podría ser otro día? Que tal, mañana?
-si, mañana suena bien.
-Perfecto, entonces me das tu número para ponernos de acuerdo?
Él extendió su teléfono para que yo guardara mi número, lo anoté y oprimí marcar. Al instante mi teléfono comenzó a sonar y se lo mostré. Una enorme sonrisa apareció en su rostro.
-entonces...mi auto está justo afuera del café. Gustas que te lleve a algún lugar?
-al parecer si, te lo agradezco mucho. Venia con mi amigo pero él va a tardar un rato más...
-perfecto, entonces vamos.
-tomé mi bolso y estaba poniéndome de pie cuando el fue a pagar mi bebida y la suya. Al ponerme de pie miré a James y él de inmediato vino hacia mi.
-Hermosa, saldrás con ese chico?
-solo me llevará a casa. Estoy exhausta. Tú puedes ir con tu amiga, no te preocupes por mi.
-está bien, pensaba que vinieras a cenar con nosotros. Estás segura que quieres ir a casa?
-si, estoy segura. Vayan a cenar ustedes.
-bien, solo avísame que estás bien y que llegaste a salvo a casa. Te veo más tarde.
-así lo haré.
-necesitas que yo me tarde un poco en llegar al departamento?
James estaba preguntando sutilmente si iría con Andrew directo a la cama. Me causó mucha gracia y reí.
-no, para nada. Tú puedes llegar a la hora que sea. Yo iré a dormir sola.
Sonreí y por más que se esforzó noté a James un poco preocupado o molesto. Me despedí de Jessica y Andrew hizo un leve movimiento con la mano hacia ellos. James solo lo miró y no hizo nada más.
Bajé las escaleras y Andrew tomó mi mano con caballerosidad. Bajamos hasta su auto y al verlo solo pude pensar en Spence. Era el mismo modelo de auto en el mismo color. Me subí y le indiqué por donde ir. Durante el trayecto seguimos platicando y acordamos vernos para comer al siguiente día. Él pasaría por mi a la academia ya que su departamento estaba a una cuadra de ahí.
Al llegar ambos bajamos del auto al mismo tiempo. Me quedé esperándolo enfrente de la puerta del edificio y
Él vino enseguida frente a mí.
-Entonces... Te veo mañana.
-así es.
Él se acercó con cautela y se inclinó hacia mí hasta depositar un beso en mi mejilla.
Me pareció demasiado lindo que no buscara más que eso en ese momento.
-hasta mañana.
-hasta mañana.
Me di la vuelta y entré al edificio. León y Eddie actuaron como si no me hubieran estado viendo despedirme de Andrew. Los saludé y seguí mi camino hasta el elevador. Entré y cuando las puertas de estaban cerrando vi que Andrew seguía estacionado mirándome, sonreí y levanté la mano diciendo adiós. Él me devolvió el gesto y por fin las puertas se cerraron.
Al llegar al piso del departamento noté un caos en el corredor. Habían varios hombres metiendo muebles al departamento de al lado.
En el tiempo que yo había estado ahí se había mantenido vacío. Ahora tendríamos vecino. Abrí la puerta y entré sin hacer ninguna parada hasta mi habitación.
Al entrar vi el desorden que había incluida la chamarra de James tirada junto a mi cama. La levanté y la sostuve en mi mano mientras lanzaba mi ropa que estaba en el piso dentro de una cesta. Me quedé inmóvil un par de segundos y pensé en que esto era lo mejor para nosotros. Jessica parecía una gran mujer para él y Andrew era una encantadora persona. Realmente me agradaba y me había gustado mucho la química que hubo entre nosotros.
Fui hacia el closet y coloqué la chaqueta de James en su lugar.
Todo olía a él y me encantaba pero simplemente no podía pasar nada entre nosotros. Ayer cometimos un error y casi hacemos una estupidez, si hoy él había intentado disculparse y arreglarlo esto era lo mejor. En ese momento recordé que el ramo de flores que me había obsequiado lo dejé en el auto y me preocupé. Quería que se mantuviera en buen estado el mayor tiempo posible.
Me metí a mi cama y me acosté a ver una película. Estaba pensando en todo lo sucedido cuando mi teléfono sonó.
Tenía un mensaje de Andrew deseando buenas noches y diciendo que fue muy agradable el conocernos.
Respondí con un par de stickers y dejé mi teléfono a un lado.
No había pasado más de una hora y media cuando escuché a James tocar mi puerta. Le pedí que entrara y me levanté de inmediato al ver lo que traía.
Él había puesto mi ramo de flores en un contenedor de cristal y traía una bolsa de hamburguesas, nuestras favoritas.
-Sabía que estarías despierta. Tienes hambre?
-no puedo decir que no a una hamburguesa. Gracias! No tienes idea cuanto me preocupé de que las flores se marchitaran en el auto.
-por suerte no fue así.
Las tomé y coloqué a un lado de mi cama, yo tenía el ventanal que daba a la terraza abierto y el viento se sentía increíble. Al notar que estaba viendo una película y sabía que era de las favoritas de James lo invité a sentarse y aceptó. Nos sentamos en la cama y a sacar las cosas de la bolsa.
-un momento, no se supone que irías a cenar con tu amiga?
-si, eso ya no pasó. No se supone que vendrías a dormir por que estabas muy agotada?
Reí y no respondí metiendo un par de papas fritas en mi boca. Me regresó la sonrisa y los quedamos comiendo y viendo la película. Ninguno hizo alguna otra pregunta sobre las personas con las que habíamos terminado la noche.

Written in the StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora