7. Salir

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Dominick

Me levanto de la cama con el ruido del timbre. El muy maldito sigue sonando. Salgo de mi cuarto y camino a la puerta, reviso la hora en el camino.

08:46 p.m

<<Perfecto, mi día libre y me despiertan temprano>>

Ruedo los ojos y abro la puerta de malas.

Unos ojos color como el zafiros me miran.

–¿Caperucita? –Me hago a un lado –Pasa.

Entra y cierro la puerta detrás de mi

–Espera un momento –asiente y yo camino al baño.

Me cepillo y salgo de nuevo a la sala, la veo sentada en el mueble de piernas cruzadas. Se quitó las sandalias. Este es básicamente su departamento también y hay viene una pregunta a mi mente.

–¿Por qué no usaste tus llaves?

Se encoje de hombros.

–No sé si estas enojado conmigo aún y no te quería molestar más.

Me relajo y saco un suspiro.

–No estoy enojado Me acerco a ella y me siento a su lado –Ya se me paso, puedes usar tus llaves cuando quieras.

El tono triste no me deja y es que sinceramente me dolió pensar que por esa razón no me presuma en público, no soy una persona que busca atención, pero no haría daño darme mi lugar. El pensamiento de que no quiera mostrarme por quién soy o algo similar me lastima, así que en teoría, no estoy enojado... Estoy dolido.

Saca una mirada triste.

–Yo no te quería...

–No importa –La corto con una sonrisa igual.

Muy pocas veces discutimos y siendo sincero no me gusta estar peleado con ella. Aunque la razón sea muy factible.

Me bajo del mueble y me pongo de cuclillas enfrente de ella.

–Vamos a olvidarlo –Le sonrió. Estoy siendo un idiota y capaz si me está haciendo esto a propósito, sin embargo el pensamiento de alejarla de mí me quema.

No voy a mentir, me duele mucho que cada vez tenga que estar haciendo ciertas cosas para que no sepan de nosotros, yo quiero poder salir y decir que estoy con ella, que es mía, que es mi novia, pero no puedo y me frustra.

Hace un puchero triste.

–Lo siento mucho, se que para ti no es fácil y te prometo, te doy mi palabra que voy a hablar con los demás y decirle de nosotros. Ya se los dije

–¿En serio? –Me sorprendo. A decir verdad pense que Mare solo quería mejorar las cosas.

Asiente con una sonrisa.

–Entre mañana y pasado mañana te aseguro que ya van a estar al tanto todos.

La alegría que me invade no la puedo ocultar, he estado esperando años para poder escuchar solo eso, escuchar que ya los demás lo van a saber y no me tengo que ocultar. Me alzo juntado sus labios con los míos y no puedo evitar el regocijo y felicidad. Me separo sentándome al lado. La llevo sobre mi regazo, sigue teniendo el yeso por lo que soy cuidadoso. No la quiero lastimar por mis impulsos, pero de todas maneras quiero tener a mi mujer conmigo, llevo más de cuatro días sin estar con ella, sin disfrutar de su cuerpo con el mío y sin poder disfrutar de sus gemidos.

La tomo de la cintura y pego su cuerpo al mío. La beso con deseo y pasión, dejo que el placer me lleve. Le desgarro la blusa que trae. Saca un jadeo profundo. Me separo de sus labios, busco su cuello, cierra los ojos llevada por el placer, doy pequeños mordidas en su cuello, mis labios dejan un rastro hasta su barbilla ya que se como le gusta. Se muerde el labio inferior. La tomo detrás de la cabeza con mi mano impulsando sus labios y los míos nuevamente.

Kalon #2 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora