Kalon #2 [Completa]

23. Aquí Estoy

Dylan

Mare entra en el cuarto con rapidez. Veo a los que están en la sala al escuchar la voz de mi prima.

–¿A qué hora se fueron todos?

–Nosotros no duramos mucho –Comenta mi cuñada –Después de un rato que llegamos nos fuimos.

–Nosostros a la final no fuimos –Comenta Valentina quien enrojece viendo cualquier cosa que no sea nosotros. Todavía me da ternura que a estás alturas de la vida y de amistad sea tímida en ciertas cosas

–Dominick y yo nos fuimos por eso de las tres ¿Y tú? –Me mira –¿Cuando te fuiste?

–Por eso de las doce. No dure nada.

–¿Te fuiste con compañía? –Indaga Nayely.

Asiento sin comprender el porque de la pregunta.

Lo de anoche con Marihela no le consigo descripción y tampoco me voy a matar la cabeza pensando. Se dio. Nos gustó. Fin. Los dos tuvimos una buena imagen para pasar la noche. No fue lo mejor. Ni mucho menos adecua teniendo cuenta la plática de temprano, pero quedó más que claro que ni ninguno de los dos pensó en eso.

La susodicha que abarca mis pensamientos sale con teléfono en mano. Nos hace una seña con la mano.

–En serio se me pasó. Perdón –Camina hasta el baño apresurada –Los quiero mucho... –dice otra cosa que no logro diferenciar. Sale del baño y se detienen en seco. Frunzo el ceño ante eso –¿Que pasó? –miro a la Nayely y a Valentina quienes se encuentran igual que yo. Me centro en la castaña. Su rostro pierde ese brillo que tenía en la mañana. Hace una mueca. Casi asustada. Me levanto de apoco al ver cómo sus mano juguetea con la orilla del short –¿Mamá que pasa? –Da unos cuantos pasos aunque creo que ni siquiera se da cuenta de eso. Se concentra de lleno en el teléfono –Mamá. Me estás asustando –Un mal presentimiento se aloja en mi pecho. Veo a los demás y veo que también lo siente. Algo no anda bien.

La analizo intentando tener un indio de algo, pero nada. Se paraliza. Veo como sus manos tiemblan. Me acerco de a poco dejándole espacio. Su rostro palidece. Veo sus hermosos ojos llenos de lagrimas.

–No –Susurra –No. No. No. Eso no puedo eser. Yo... Yo –Su voz se quiebra. Niega una y otra vez –No. Él... Él no –Su pecho se agita abruptamente.

Doy un paso y la sujeto cuando pierde el equilibrio y se va a piso. La sujeto con fuerza sintiendo cada uno de los espasmos de su cuerpo. Niega una y otra vez. La llevo hasta el mueble para que se siente. Me duele verla así. No me gusta. Lo odio. Tomo el teléfono del suelo y se lo lanzo a Valentina. Lo termina agarrando Daniel quien se lo pasa.

Me arrodilló frente a la castaña que saca lágrimas despavoridas. Sigue negando.

–Eso es mentira –Me dice con lo voz rota. Ver la fragilidad de sus palabras me hiere. Me quema por dentro.

Veo de reojo a Valentina quien tiene el teléfono en su oreja. Está igual de pálida. Sus ojos de llenan de lágrimas y las limpia casi al instante.

–A-Ale-jandro –inhala con fuerza –Murió –Suspira quitándome el aliento –Lo asaltaron. Se negó a dar algo y... Lo mataron.

Abro los ojos estupefacto.

–¡Eso es mentira! –La chica frente a mí grita adolorida –Él está bien. Yo hablé con él ayer. Él me llamo. Eso no es verdad.

<<Ay amor>>

Limpio las lágrimas que bajan por sus mejillas sin ser capaz de verla así. Siento como su pequeño cuerpo tiembla y eso solo me duele más. No le digo nada. Me siento a su lado y la atraigo a mis brazos. Se acurruca dejando mostrar su vulnerabilidad.