Puntito

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(13 semanas: 3 meses)


Marihela

Me siento y veo al hombre dormido a mí lado. Hago una mueca. Me acerco y tocó su brazo para despertarlo.

-Amor -Susurro.

Nadamás lo tengo que llamar tres meses para que se despierte.

-¿Mmm? -se levanta adormilado y busca mi vientre como siempre -¿Están bien? ¿Que pasó?

Bajo la mirada sintiendo culpa por preocuparlo.

-Me dió un antojo.

Mis palabras parecen quitarle un peso de encima. Suspira y asiente dejando un beso en mi frente.

-¿Que quieres, hermosa?

-Helado de ron con pasa y maní.

Asiente.

-Ya busco.

Asiento como una niña buena. Veo que saca el teléfono.

-¿Que haces? Yo pensé que íbamos a ir los dos a comprar

-¿Quieres ir? -pregunta paciente.

Asiento.

-Vale. Vamos, amor.

Me levanto feliz. Paso rápido por el baño. Me lavo los dientes y salgo buscando ropa. El lado positivo es que todo me queda porque puntito no se ha querido mostrar aún. Ese echo me hace verme frente al espejo notando mi vientre plano. Hemos ido a todas las consultas y está perfecto.

Acaricio mi vientre triste.

-¿Por qué no te muestras a mami, bebé?

Veo detrás a Dylan quien me abraza y deja un beso en mi mejilla.

-Es tímido. Te aseguro que en cuanto se de cuenta que somos los mejores y que lo adoramos va a aparecer de la nada a saludarnos.

Sonrío con tristeza.

-Vamos por mi helado.

Siente y deja un beso en mis labios.

-Te amo.

Le sonrío.

-Te amo.

Salimos de la casa y nos vamos a su camioneta. Me ayuda a subir y conduce hasta el supermercado. Así que si. Sin darnos cuentas estamos a las tres de la mañana en un supermercado buscando mi helado. O bueno. El helado del puntito.

Al conseguir mi helado voy feliz a donde está mi esposo. Me mira sonriente al ver el pote en mis manos.

-Listo. Ahora solo falta...

-El maní -Sube su mano mostrándome la bolsita.

Vamos a la caja. El paga mientras yo espero paciente. Al pagar camino rápido afuera llevando a mi esposo de la mano. Llego a la camioneta. Abro y entro buscando la cuchara que guardé en la guantera.

Se sube en su puesto y me mira.

-¿Cuando guardaste eso?

Sonrío.

-A veces es complicado esperar hasta la casa. Así que tengo un tenedor. Una cuchara y un cuchillo... Tu me amas.

Se ríe y comienza a conducir.

-Te amo.

Sonrío. Abro la bolsa del maní y lo echo en el helado y empiezo a comer gustosa. Gimo de placer al sentir el sabor en mi boca.

Kalon #2 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora