31. Hablar

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Marihela

Se acuesta a mi lado dejándome agotada. Me arrastra a su cuerpo y solo me dejó llevar sin mucha fuerza. Hago una mueca al sentir la incomodidad en mi sexo palpitante después de más de siete orgasmos seguidos. Me acuesto en sus pecho y subo una pierna sobre él. Frunzo el ceño al notar esa extraña sensación a la cual me debo acostumbrar nuevamente.

Dejo un beso en su pecho y suspiro.

Acaricia mi cabello dejando un beso en mi frente.

-Ya no aguantas lo que antes, amor -Subo la mirada indignada.

-¿Disculpa?

-Disculpada

Abro la boca y me siento para verlo mejor. Tomo la sábana y me cubro los pechos.

-¿Sabes el tiempo que tengo sin follar así? Es obvio por qué no tengo resistencia.

-Porque yo no he estado cerca.

-En resumen si.

-En ese caso tengo que volver a subir tus límites -Me toma de las caderas y me sube sobre él. Se sienta para quedar en mi altura -Empecemos.

Me rio cuando busca mi cuello.

-¿Otra vez?

-¿Te quejas? -Deja un beso en mis labios -Tengo el deber de subir tu aguante.

-¿Deber o placer? -Aparta la sábana concentrado en mi cuerpo.

-En definitiva es un deber -Da la vuelta dejando besos en mis pechos. Se mete el pezón a la boca arrancándome un suspiro -Para mi esto es un sacrificio.

-Se nota -Tomo sus rostro y lo subo atrayéndolo a mis labios. Se ríe -¿Sabes algo?

-¿Que soy el mejor y eres afortunada de tenerme al lado? Si. Lo sé. Aunque si me lo dices seguido no me quejo.

Sonrío.

-No era eso, pero estas cerca... Te amo, Après.

Esa hermosa y genuina sonrisa se posa en sus labios. Detalla mis rostro minuciosamente y toma mis mejillas llenado mi cara de pequeños besos esparcidos.

-Te amo, hermosa pervertida.

Sonrío divertida.

-¿Hermosa pervertida?

-Me gusta el hermosa y también el pervertida.

Me rio.

-Okey. Yo también adoro que me llames así, pero consigue un balance por qué las dos juntas suenan horribles

-A mí me gusta.

-Vale. Solo aclaro que si me llamas así en la calle me voy a hacer la loca.

Se ríe y deja un beso.

-Mentirosa. Me mirarás sobre el hombro. Te reiras. Te harás la dura, pero al final vas a voltear a darme un beso. Porque eres una odiosa adorable. Así eres tu. Eres odiosa, pero adorables. Vas a ceder ante mis encantos.

-¿Me debo ofender?

-Para nada. Eres mi hermosa, odiosa, adorable y pervertida mujer.

-Eso suena incluso peor.

Niega divertido.

-Te encanta.

-Por separado lo adoro. Junto suena como sopa de letras.

-Oye. Quitas el lado romántico.

-Dice el que me me rompió el coño muy románticamente.

Se ríe y deja un recorrido en mi espalda.

Kalon #2 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora