Suit and Tie [Harry Styles] (Español)

Capítulo 39- Frustración y diálogo ebrio

-En serio, Norah, ¿cuánto tiempo estuvimos juntos? -Emití una especie de quejido mientras Liam tiraba de mi entre el caos de gente.

-Demasiado, al parecer.

-Dos años. -Me contestó, ignorando mi comentario. -Y después de dos años te garantizo que sé cuando estás llorando.

Puse los ojos en blanco y pasé por al lado de otra pareja asquerosa en la pista hasta que hubo un pequeño claro entre los cuerpos sudorosos que bailaban. Liam me estrechó contra su pecho familiar, yo pasé los brazos alrededor de su cuello y empezamos a movernos cuanto podíamos en un espacio tan reducido.

Lo único en lo que podía pensar era en lo familiar que me era Liam. Desde la manera en la que sus manos se agarraban justo bajo los huesos de mi cadera hasta la manera en la que olía a su aftershave favorito. Todo lo que tenía que ver con Liam era agradable.

-Viene Harry. -Me susurró al oído, echando por tierra toda la comodidad que sentía con solamente dos palabritas. -Si me pega, te denuncio.

Me acerqué un poco más a Liam por los nervios, esperando que su actitud de felicidad ante la vida se me pegara.

-Denúnciale a él. Conseguirás más dinero.

-Tienes razón. ¿Le has dicho ya que tengo novia?

-No, y tú tampoco lo vas a hacer. -Siseé. -¿Está muy cerca?

Como respuesta no tuve la sólida y alegre voz de Liam, sino un lento barítono y unas fuertes manos cogiendo mi cintura y acercándome a él con unas palabras que sonaban a enfado.

-Voy a bailar con Norah. -Anunció y prácticamente pude notar el cabreo irradiando de su voz. Estaba segura de que estaba tensando la mandíbula y mirando a Liam como si fuera el mismísimo diablo y no un cachorro XXL. -¿Norah?

Con mi pulso latiendo en mis oídos, me giré para encontrarle mirándome a mi en vez de a Liam. La altura de Harry se cernía sobre mi con su preciosa cara y sus manos metidas en los bolsillos de los vaqueros.

-Vuelve y bebe conmigo. -Me ordenó con suavidad. -En la mesa. Conmigo.

-Estoy bien, gracias igualmente. -Dije intentando poner la cara más desafiante que me salía bajo su mirada.

-Norah. -Di un paso atrás y noté que mi espalda hizo contacto con el brazo de Liam. Negué con la cabeza.

-Voy a bailar con Liam.

Me miró con los ojos fríos y se acercó a mí y por un segundo pensé que me iba a agarrar y a bailar conmigo como yo quería, pero en vez de eso se limitó a acariciar mi brazo con los nudillos y mirarme con el ceño fruncido. Entonces se dio la vuelta y se fue.

Una oleada de enfado me invadió, seguida de decepción y después molestia. Me giré hacia Liam y le cogí del cuello de su chaqueta, acercándole a mí y prácticamente obligándole a que bailara conmigo.

-Bueno. -Musitó. -Supongo que no ha ido muy bien. -Apoyé mi cabeza en su pecho y emití un quejido.

-Que le jodan, Li. Es súper frustrante. En plan, ¿en serio es tan difícil bailar conmigo?

-Teniendo en cuenta que no paras de pisarme, un poco, sí.

Se me escapó una risita y entonces volví a bailar. Liam se movía conmigo, con una mano en el aire, haciendo unos movimientos ridículamente vergonzosos que aun recordaba de la universidad. No paraba de darme codazos e intentar hacerme reír como siempre.

Pero prácticamente no podía centrarme en él porque mis ojos se iban al señor alto, moreno y guapo que estaba reclinado contra la pared con una copa en la mano. Cada flash de luz azul y rojo iluminaba sus ojos verdes que me miraban desde el otro lado de la habitación y sus nudillos blancos por agarrar con fuerza su bebida.