Suit and Tie [Harry Styles] (Español)

Capítulo 28- Chicos británicos y fuera

-¡Yo no quería que viniera, Jace! Se ha… como autoinvitado. Y después se fue. Y ahora va aparecer aquí y va a ser un gilipollas y no sé qué hacer, porque no quiero tener que lidiar con él. Esta noche lo principal debería ser conocer a Louis. –Divagué. Jace, con el ceño fruncido, me tendió una zanahoria para que la troceara.

-Me da igual, Norah. Pensaba que serías más fuerte que eso.

-Lo estoy intentando, ¿vale? Lo intento. Pero es que es… no sé. Causa un efecto en mí que de verdad que no puedo explicar.

-¿Le quieres? –Me mordí el labio.

-Sí, a ver… sí. De una manera muy jodida. Sí.

Jace suspiró y continuó marinando los filetes mientras yo empezaba a aderezar la ensalada. Louis llegaría en media hora y Harry en una, así que eso era lo que tenía para prepararme mentalmente para su presencia.

Terminamos de cocinar y Jace e fue a cambiarse mientras yo hacía la carne e intentaba no quemarla. Probablemente esa situación no iba a acabar bien y a juzgar por los cinco minutos escasos que tardó mi compañero de piso en cambiarse, él también lo sabía. Se volvió a poner su delantal rosa y me quitó la paleta de la mano.

-Tú, fush, fuera de mi cocina.

No tenía que decírmelo dos veces. Me fui a mi dormitorio para encontrar algo que ponerme. Finalmente me decidí por unos pitillos, un suéter color maquillaje y unos tacones negros bastante altos que tendrían al menos 10 centímetros y que harían que mi altura fuera más razonable.

Cuando estaba terminando de ponerme el rimmel, sonó el timbre. Salí corriendo, deseando poder llegar antes que Jace, y giré la esquina del pasillo un par de segundos antes que él sin ni siquiera tropezarme con los tacones. Me chilló que parara justo antes de que abriera la puerta y abrazara a nuestro invitado.

-¡Tú eres Louis, ¿verdad?! –Exclamé, apartándome para dejarle libre la entrada. Sus ojos celestes me miraron con curiosidad y su pelo marrón estaba ligeramente despeinado por mi reciente asalto. Se veían asomar tatuajes negros en las clavículas, que rezaban unas palabras que no pude leer del todo bien.

Llevaba unos vaqueros negros, remangados en los tobillos, donde también había unos tatuajes negros y unas converse blancas. Una camiseta básica granate cubría su torso, y sobre esta, una chaqueta vaquera. Se había peinado con un tupé desenfadado que parecía haber costado bastante tiempo de realizar.

-Y tú debes de ser Norah. –Sonrió. –Jace no para de hablar de ti.

-Realmente Jace nunca para de hablar.

-Bueno, creía que era sólo conmigo. –Apartó los ojos de mí para mirar a su novio. -¿A Norah también le tiras los tejos descaradamente, J? –Le pasé un brazo por encima de los hombros a Louis y le sonreí.

-Oh, hasta tenéis motes… Anda, entra en nuestra humilde morada, bébete nuestro vino barato y nuestros filetes.

-El vino barato es el mejor. –Abrí la boca sorprendida.

-Este chico es una joya.

Ambos sonrieron y entrelazaron las manos mientras nos dirigíamos a la cocina, donde se estaban acabando de cocinar los filetes y nos esperaban tres vasos de vino. Nos sentamos y charlamos mientras bebíamos y esperábamos a que la cena estuviera lista. Me dediqué a interrogar a Louis e intentar parecer intimidante, pero por las tímidas sonrisas que me dedicaba, no parecía estar siendo muy convincente.

Louis era actor en Broadway. No había conseguido ningún papel protagonista, pero estaba preparándose para un espectáculo importante cuyo nombre no pille. Jace no paraba de acercarse a él con una mirada de adoración que aún no había visto dirigirle a nadie.