Capítulo 25- Día de boda y bailes sofisticados

107K 4.7K 644
                                    

Es imposible estar de mal humor en un día de boda. Eso es lo que me imaginé al menos cuando incluso Harry se despertó con una sonrisa infantil en la cara. La casa estaba llena de emoción con Anne y Gemma corriendo en todas las direcciones, intentando ultimar detalles y de alguna manera llegar a tiempo a las citas en la peluquería.

Tras una pequeña discusión, el desayuno y una ducha decidimos que yo me arreglaría con el resto de las mujeres mientras Harry iba a dar una vuelta con Robin. Cuando llegó el medio día los vestidos que teníamos que llevar estaban enfundados en bolsas negras y colgados por todas partes.

-¡Norah! –Me llamó Harry cuando estaba a punto de salir de la casa. Me giré para encontrarle de pie con las cejas fruncidas y las manos en los bolsillos de sus pantalones pitillo oscuros. Esos putos pantalones pitillo oscuros que le hacían unas pierna tan bonitas. Me indicó lentamente que volviera y tras poner los ojos en blanco, obedecí.

-Dime, no quiero que me estén esperando. –Le explique mientras me acercaba. Estaba intentando mostrarme enfadada por lo que había ocurrido el día anterior. Entrecerró los ojos y se reclinó contra la puerta.

-Recógete el pelo. Me gusta así.

-¿Eso es lo que tenías que decir? –Murmuré, y baje la mirada hacia el suelo. Tenía las manos entrelazadas en la espalda mientras me balanceaba hacia delante y hacia atrás sobre mis tacones para evitar mirarle.

-Sí. E iba a besarte, a menos que prefieras que no.

Gruñí ligeramente y elevé la vista para encontrarle mirándome desde su elevada altura, con las cejas alzadas y esa expresión arrogante en la cara. Tras murmurar un suave “que te jodan” elevé los labios hacia los suyos expectante. Me dio un pequeño beso y sus labios sabían al té de menta que acababa de tomarse y eso fue suficiente para hacerme derretir.

Cuando se separó puso un dedo en mi barbilla para que nuestros ojos se encontraran. Muy probablemente podía notar mi corazón latiendo con fuerza con solo el contacto de nuestra piel y el hecho de que mis mejillas se hubieran tintado de un fuerte tono de rojo no ayudaba con la parte de la vergüenza.

-Nos vemos luego, Norah. Recógete el pelo.

Le saqué la lengua y me escabullí, despidiéndome con la mano. Me dedicó una sonrisa muy graciosa y cerró la puerta a la vez que yo me subía al coche con su familia. En ese momento estaba lejos de mí por primera vez en más de 24 horas y no podía evitar echarle ya de menos.

Hicimos una pequeña parada en Starbucks, compramos unos cuantos cafés y continuamos el camino a la boda. Iba a ser en una iglesia tradicional a la que acudían regularmente. El sitio era simple y acogedor, pero al mismo tiempo totalmente hermoso. Era casi exactamente lo que me había imaginado que Anne escogería.

Había un vestidor en la parte de detrás de la iglesia al que nos guiaron en seguida. Un hombre armado con un despliegue de instrumentos de peluquería estaba sentado allí con las piernas cruzadas y una curiosa expresión en la cara, mientras que una mujer con muchas brochas de maquillaje andaba de un lado a otro con pinta de ocupada.

-Ah, aquí estáis. –Sonrió cuando entramos. –Anne, vamos a empezar con el maquillaje. Chicas, podéis esperar vuestro turno o empezar con el pelo antes de que lleguen las damas de honor.

Cuatro horas después todas estábamos listas y perfectas. Habíamos pasado el tiempo picando unos aperitivos que nos habían traído y hablando sobre cada detalle de nuestras vidas. Cuanto más hablaba con su familia, más aprendía sobre Harry Styles.

Me enteré de que había dormido con una pequeña luz hasta que tenía trece años y que cuando estuvo con su primera novia tenía demasiado miedo de besarla que ella rompió con él. Me enteré de que lloró durante una semana después de eso, decidió que era, en realidad, homosexual (Jace gritaría si le contara esa historia) y entonces procedió a anunciarlo en la iglesia.

Suit and Tie [Harry Styles] (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora