Capítulo 8- Preguntas incómodas y ascensores estrechos

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-¿Acabas de hacer una broma? –Fingí sorpresa. Puso los ojos en blanco y cogió el menú. Cuando el silencio se apropió de la mesa me obligué a mí misma a no mirar al precioso hombre que tenía delante y aparentar que estaba interesada intentando decidir que pedir. Suspiré aliviada cuando por fin vino la camarera. 

-¿Qué querrían? –Casi ronroneó mirando a Harry. Se inclinó ligeramente y me quitó el menú de las manos.

-Yo tomaré ribeye poco hecha y ella pasta con pollo Alfredo. También querríamos una cesta de pan y otra botella de este vino. –La chica lo apuntó todo rápidamente y se escabulló en cuanto miré severamente a Harry. -¿Qué? –Preguntó molesto.

-Podía haber pedido yo misma, ¿sabes?

-Sí, podrías. –Contestó con media sonrisa. Le observé mientras se ajustaba el cuello de su camisa azul. –Cuéntame sobre ti, Norah.

-Bueno, soy de Carolina del Norte… Me gradué en la Universidad de Nueva York y ahora soy becaria en Vogue. Espero que me hagan un contrato para final de año.

-Interesante. ¿Eres virgen?

Casi me ahogo con el vino y tosí mientras Harry continuaba mirándome con su expresión fría.

-¿Q-qué? –Casi llegue a preguntar.

Acercó la silla hacia la mesa para acercarse más a mí. Noté como su rodilla rozaba la mía cuando se inclinó hacia delante y me dio un escalofrío en la espalda.

-Creo que me has escuchado perfectamente la primera vez.

-No creo que eso sea asunto suyo, señor Styles. –Contesté algo nerviosa. De nuevo hizo un amago de sonreír y colocó dos dedos bajo mi barbilla, elevando mi cabeza para que le mirara a los ojos, ya que estaba por encima de mí aunque estuviéramos sentados. Tragué saliva nerviosa.

-Contéstame. –Ordenó en un susurro.

-No. -Parecía que todo esto divertía a Styles. Quitó los dedos de mi barbilla.

-Voy a tomarme eso como la respuesta a mi pregunta y no como una desobediencia, Norah. –Me dijo muy serio para sonreírme a continuación. -¿Más vino?

Asentí resignada y en cuanto hubo vertido el líquido en mi copa, comencé a beber. Necesitaría unas siete botellas si quería sobrevivir a esta cita y no acabar en el suelo echa un mar de lágrimas.

-¿Está bueno? –Preguntó, refiriéndose al vino con un gesto.

-Sí. –Contesté antes de dar otro trago. –Está muy bueno. Está mejor que cualquier vino que haya probado. Y he bebido mucho vino, porque Jace y yo siempre celebramos los miércoles de vino y vemos pelis. Lo malo es que siempre compro botellas baratas porque no me pagan mucho. Así que este está bueno. Muy bueno.

-Estás divagando, Norah, ¿estás nerviosa? –Me encogí de hombros y agaché la cabeza para mirar el mantel.

-Tu humor cambia constantemente y ya no sé qué esperar. –Contesté honestamente, jugueteando con mi copa.

-Creo que estás muy mona cuando estás nerviosa.

-¿La palabra “mona” acaba de salir de tu boca? –Dije entre risas. Tensó la mandíbula y yo intenté poner una cara más seria, pero no lo conseguí. Eso provocó que asomara vergonzosa una pequeña sonrisa en sus labios, pero en seguida pasó a un ceño fruncido.

-Puedo decir las palabras que me plazcan. –Podría jurar que había una chispa de diversión en sus ojos.

-Lo sé. –Sonreí. –Sólo que tú… y “mono”… no pegan en la misma frase, ¿sabes? –Sacudió ligeramente la cabeza y cualquier trazo de diversión se esfumó.

Suit and Tie [Harry Styles] (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora