Suit and Tie [Harry Styles] (Español)

Capítulo 33- Diversión en el fútbol y arreglando mangas

No tenía muy claro qué ropa esperaba que llevara Harry para el partido el domingo; quizá un traje serio con un pin de Green Bay o una camisa blanca con una corbata verde y amarilla. Había supuesto que se vestiría elegante para el partido.

Por eso cuando entró sin ni si quiera llamar en mi apartamento a las diez de la mañana con una camiseta blanca con las mangas enrolladas hacia arriba y el logo de los Packers, unos vaqueros oscuros exageradamente apretados y esas roñosas botas Chelsea, por poco me desmayo.

Parecía una persona normal que iba a ver un partido de fútbol. Lo que hacía el conjunto aún más interesante era el hecho de que llevara unas gafas de sol rayban en la cabeza a modo de diadema, casi escondidas entre sus rizos color chocolate. Para cuando llego a la cocina, donde yo estaba, ya me había olvidado del partido y estaba lista para arrastrarle hasta mi habitación.

-Norah. –Me derretía cada vez que decía mi nombre. -¿Están listos ya Louis y Jace? Hay que conducir un buen rato hasta el estadio.

Me quedé mirándole, aún en shock. Su tono formal contradiciendo su ropa aún me confundió más. Empecé a jugar con el borde de mi camiseta verde y miré al suelo. Sus brazos me rodearon en un segundo, acerándome a su pecho y dejando las manos reposa en mis caderas. Enredada entre sus brazos me di cuenta de que realmente era una persona normal y no un extraño condenadamente guapo que se había colado en mi casa.

-¿Norah? –Repitió. -¿Estás bien?

-Sí, todo bien –Murmuré contra su pecho. –Jace y Louis están casi listos.

-¿Tardan más que tú en arreglarse? –Arrugué la nariz antes de contestar, divertida porque era completamente cierto.

-¿En serio te sorprende?

-No. –Rio y se reclino contra la encimera de la cocina, acercándome de nuevo a él. Mis manos reposaron en su pecho, justo encima del logo de Green Bay y me relajé escuchando su corazón latir.

-¿Estás emocionada? –Me preguntó con una pequeña sonrisilla.

-Sí, mucho. Llevamos flipando toda la mañana. ¿Y tú?

-Bien. Y sí, Norah, estoy muy emocionado. –Murmuró. Sus ojos verdes se iluminaron y casi podía notar el ansia que tenía por llegar al estadio irradiando de él. Durante toda la mañana, al menos el tiempo que había estado con él, llevaba ese halo de encanto infantil que hacía que mi corazón se derritiera.

Hablamos sobre quién ganaría, dónde estaban situados los asientos y quiénes eran nuestros jugadores favoritos mientras esperábamos. Cuando Jace y Louis aparecieron unos minutos después ataviados con ropa verde y amarilla, ya estábamos debatiendo quien era el mejor receptor.

-¡Jace! –Le llamé molesta y me giré para mirar a mi compañero de piso. -¿Podrías por favor decirle a Harry que el mejor receptor es Nelson? –Este elevó una ceja y encogió los hombros.

-Jones ha estado mejor en los últimos tres partidos, así que no sé si puedo respaldarte con ese argumento, Norah. –Harry sonrió con aire triunfante, despegándose por fin de la encimera.

-Te lo he dicho. ¿Todos listos?

La contestación fue un coro de síes y a continuación le seguimos escaleras abajo. Éramos un grupo de lo más extraño, no podíamos parecer más desparejos aunque lo intentáramos.

A la cabeza estaba Harry, llevándonos hasta su coche con su inconfundible mirada dura y andares llenos de confianza, que estaba con mí, la chica que estaba intentando no tropezarse con sus propios pies yendo de la mano con él pero un par de pasos por detrás. Jace estaba a mi lado, contándome algo entre risas con su pajarita a rayas y su pelo peinado en tupé. Por último estaba Louis, cuyo brazo estaba alrededor de la cintura de Jace y cuyos tatuajes asomaban por el cuello de la camiseta.