Capítulo 9- Ático moderno y órdenes frías.

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Me guio por el moderno ático mientras le echaba un ojo al enorme espacio. Todo parecía nuevo y brillante y los únicos colores que decoraban las estancias eran blanco y negro. Unas grandes cristaleras ofrecían el paisaje del horizonte neoyorquino plagado de altos edificios. 

-¿Te gusta? –Dijo con un ligero tono de burla, pues ya sabía la respuesta.

-¿Eso era una pregunta? –Contesté también entre risas. –En serio, es precioso.

-Gracias. ¿Más vino?

Asentí, impaciente por meter más alcohol en mi cuerpo y, por tanto, ser más valiente a la hora de estar junto a Harry Styles. Con manos expertas abrió una botella y nos sirvió una copa a cada uno. Mientras daba el primer sorbo me observaba.

-¿Está bien?

-Está genial. Tienes un gusto excelente en vinos. A lo mejor deberíamos invitarte a los miércoles de vino. –Bromee.

-Ven, voy a enseñarte la casa. –Decidió ignorar mi comentario anterior y contestar, como siempre, con una orden.

Estreché su mano con algo de vergüenza y agarré la copa de vino con mi otra mano como si me fuera la vida en ello. Escaleras arriba me enseñó una habitación de concepto abierto que contaba con una brillante cocina, un salón y un bar. Asentí impresionada al ver el bar y él puso los ojos en blanco al verme. Giramos una esquina y nos encontramos con unas escaleras.

-Creía que ya estábamos en la última planta.

-No, a esta planta no llega el ascensor por motivos de seguridad. –Me fue explicando mientras subíamos los escalones. Cada habitación impresionaba más que la anterior. Una oficina, una biblioteca, una habitación de invitados, dos baños completos…

-¿No me vas a enseñar el dormitorio principal? –Le pregunté mientras volvíamos a las escaleras, dejando una última puerta el final del pasillo por abrir.

-Estas ansiosa por llevarme a la cama, Norah. Por favor, contrólate. –Dijo con una pequeña sonrisa.

-No est… yo n-no… Sólo quería verla. –Dije tartamudeando mientras me subían los colores en las mejillas por la vergüenza.

-Era broma, Norah.

-Ah. –Le sonreí ligeramente y vi en sus ojos como se relajó un poco. Me sonrió también antes de volver a guiarme hasta las escaleras.

Habíamos ido cogidos de la mano todo el tiempo y la mía sudaba por los nervios y la suya era fría y suave. Me llevo hasta un sofá de cuero y se sentó a mi lado. Se inclinó ligeramente y apoyó los codos en las rodillas mientras me miraba intensamente. Mientras le devolvía la mirada intentaba averiguar que podría hacer con mis manos. Finalmente las puse alrededor de mi copa de vino, para llevarla hasta mis labios.

En ese momento, Harry sonrió, provocando que se asomaran sus hoyuelos. Al mismo tiempo, se escapó una pequeña risilla de sus labios, que apagó negando ligeramente con la cabeza.

-¿Te estás riendo de mí? –Dije con un puchero.

-Eres muy rara. –Contestó aun con esa sonrisa.

-No

-Sí

-No. –Continué insistiendo. Frunció ligeramente el ceño.

-No discutas conmigo, Norah. Es muy infantil.

-¿Por qué haces eso? –Dije sin penar. Entrecerró los ojos al mirarme y me las apañé para aparentar firmeza aún bajo su escrutinio. Gracias, vino. -¿Por qué pasas de ser juguetón a cruel en medio segundo?

Suit and Tie [Harry Styles] (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora