Capítulo 47- Ritmo cardíaco y pasillo de hospital

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Era la cuarta vez que se habían abierto las puertas únicamente para traernos decepción, mi tercer café, la segunda vez que mi padre y Liam se habían ido a comprar comida de McDonald's, pero era la primera vez que alguien se atrevía a decir algo sobre que Harry no estaba sentado en una de esas incomodas sillas de hospital a mi lado.

En vez de tenerle para apoyarme, había estado agarrando la mano de Louis durante las últimas dos horas y cuando permitieron que Louis entrara a ver a su novio (al que le habían puesto 16 puntos en la frente por el golpe contra la mesita de café) me acurruqué con Liam.

El problema no era que no tuviera a nadie que me apoyara mientras esperábamos que Jace volviera del TAC cardíaco. De hecho, tenía gente de sobra. El problema era que la única persona que realmente tenía que haber estado allí, más que ningún otro en aquella sala de espera, no lo estaba.

Y durante dos horas nadie se atrevió a hacer ningún comentario al respecto. Naturalmente, era mi madre la que me apretaba la mano con fuerza cuando las puertas de la sala se abrían, sólo para ver entrar a cualquier desconocido que no era Harry y llevarme una decepción.

—Norah, cariño, —me dijo con una voz dulcificada —no creo que venga.

—Estoy intentando olvidarme de eso ahora, mamá, de verdad. Jace es lo único que importa. Ya está.

—Sé que estás estresada.

—Mamá, por favor. Sólo quiero saber por qué coño mi mejor amigo se ha desmayado en mitad del salón, ¿vale? Por favor. —Mi madre suspiró y me dio un beso en la coronilla.

—Vale, cariño. ¿Necesitas algo? ¿Quieres que Liam y papá compren algo más?

—No. Sólo... distráeme, por favor. —Le pedí, acurrucándome a su lado. —No quiero pensar ahora mismo.

—¿Te he contado que hemos comprado gallinas para criarlas en el jardín trasero?

Me reí de la manera menos penosa que pude cuando mi madre empezó a contarme la ridícula historia de esas cuatro gallinas que habían adoptado para que pusieran huevos. Y, como esperaba, ese extraño relato me abstrajo momentáneamente de la realidad de esa sala de hospital demasiado limpia y todas las cosas negativas que venían con ella.

Un rato después mi padre y Liam entraron por la puerta, trayendo consigo bolsas grasientas de McDonalds, pero con la misma cara de preocupación. Los dos se acercaron en seguida a nosotros y nos atosigaron con preguntas sobre el estado de Jace mientras repartían la comida.

—¿Sigue bien? —Me preguntó Liam. —¿Y tú? ¿Necesitas algo? Hay una cafetería aquí al lado, puedo ir en un momento a comprar algo. Seguro que el café de las máquinas del hospital está malísimo. ¿Pero Jace está bien? —Le sonreí con los ojos un poco acuosos.

—Sí, no tardará mucho. Han dicho que sólo tardarán una hora en traernos los resultados del electrocardiograma.

—Vale, vale. Bien. Y Julia, te he comprado una especie de muffin raro para ti. No sé, Joshua me ha dicho que era sano. Si no, a ver, puedo ir a buscar otra cosa.

—Liam, —comenzó a regañarle mi madre —siéntate ya. No tienes que cuidar de mí, te lo prometo. Siéntate.

Nos sonrió a ambas y se sentó a mi lado, cogiéndome la mano de inmediato, justo donde Louis había estado momentos antes. El equipo de apoyo que tenía conmigo en aquel momento era más de lo que podía pedir, incluso sin Harry. Apreté ligeramente la mano de Liam.

—Gracias. Por el café, sabes. Y por acordarte de traerme algo de fruta. Y por estar aquí.

—Sí, sí. No hace falta que las des, así que cállate y dame patatas. Me he olvidado de comprar para mí porque estaba muy preocupado acordándome de tu estúpida fruta.

Suit and Tie [Harry Styles] (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora