Suit and Tie [Harry Styles] (Español)

Capítulo 36- Apodo nostálgico y planes improvisados

Teniendo en cuenta que Harry no había dormido en prácticamente un día entero no me extrañó encontrarle abrazado a mí y completamente dormido cuando me desperté un par de horas después. Respiraba con lentitud contra mi nuca, lo que provocó que me despertara en un primer momento.

Me di la vuelta con cuidado entre sus brazos para poder estar frente a frente. Harry emitió unos quejidos ininteligibles, pero no llegó a despertarse. Tenía un aspecto totalmente diferente cuando estaba dormido. No tenía arrugas de estrés hundidas en la frente, no tenía los labios tensos y las cejas no estaban fruncidas de esa manera tan bonita que tenía de hacerlo.

Me entretuve durante un rato acariciándole los rizos y, aunque hubiera podido estar todo el día jugando con su pelo, el sonido de los cacharros en la cocina me hicieron salir de la cama y de la habitación, poniéndome de camino su camisa.

—¿Qué cocinas? —Murmuré con voz de dormida mientras entraba en la cocina, donde me recibió Louis con el delantal rosa. —¿Ha llegado Jace?

—Pollo a las finas hierbas. Y estará a punto de hacerlo. —Contestó Louis. Nos serví una copa de vino a ambos mientras charlábamos y, para cuando el pollo estuvo hecho, ya me había contado todo su día en el teatro y Jace estaba entrando al apartamento justo a tiempo para la cena.

Hizo su aparición en la cocina, dirigiéndose primero a su novio, al que saludó con un abrazo antes de girarse hacia mí. Cuando lo hizo, se quedó con la boca abierta y abrió exageradamente los ojos. Estaba a mi lado en un segundo, agarrando el cuello de la camisa prestada.

—Brillas, Norah. Incluso hueles a sexo, joder. —Me acusó. —Estoy seguro de que has acabado con tu maldición de la sequía. Lo que es gracioso, teniendo en cuenta con quien me he encontrado hoy.

—Dios, ¿es tan difícil de creer que pueda ser capaz, de verdad, de ser sexualmente activa? —Me quejé, apartando sus manos de la cara camisa de Harry.

—Tiendo a cuestionármelo a veces. Cuéntamelo todo.

—Cuéntame tú con quien te has encontrado.

Hubo unos cuantos gritos de protesta en la cocina mientras debatíamos quien debería contar su historia primero. Como de costumbre, nos hicimos cargo de la situación dela manera más adulta que podíamos pensar: piedra, papel, tijeras. Después de esa intensa batalla que fue, además, avivada por la competitividad de Louis, Jace salió victorioso por lo que tuve que hablar primero.

—Bueno. Estoy completamente segura de que has hecho trampas, pero empiezo yo de todas maneras. —Sisee. —Estábamos jugando al Monopoly y pedimos comida china. Entonces se puso súper celoso y como que se le fue la pinza… y más o menos, ocurrió. Ha estado bien.

—¿Y…? —Le miré con los ojos entrecerrados.

—Cada milímetro de ese hombre se merece un diez. No voy a desarrollar ningún detalle más, pequeño y capullo cotilla. Habla.

Jace le dio un trago a la copa de vino de Louis, en un intento de alargar mi espera. Pero, después de que le retorciera el pezón a través de su camisa, se rindió con un chillido horrible, corrió tras Louis para protegerse de mi furia y comenzó a hablar.

—Bueno, verás… —Comenzó con parsimonia, abrazando a su novio por la cintura y alejándose todo lo posible de mí. —Ahora que sé lo que te ha pasado hoy, no parece ser realmente la mejor idea que he tenido nunca.

—¿Ajá? —Cuando volvió a hablar, lo hizo en un tono muy bajo y mirando por toda la cocina.

—¿Harry sigue aquí?

—¿Sí? Pero sigue dormido. —Respondí con el ceño fruncido y no muy segura. —¿Qué has hecho?

—Joder. Bueno, eh, es algo irónico, si lo vemos desde este punto de vista. —Dijo, tartamudeando por los nervios. —Teniendo en cuenta que has roto tu maldición de la sequía y que resulta que me he encontrado con Liam cuando he salido a por un café y… ¿puede que le haya invitado a cenar esta noche? —Notaba el color subiendo por mis mejillas a medida que Jace hablaba.