Suit and Tie [Harry Styles] (Español)

Capítulo 2- Falsa identidad y miedo.

Empujé hacia abajo el borde de mi vestido rojo oscuro mientras salía del taxi, entregándole al taxista un par de billetes. Agarré mi café con fuerza, alzando la mirada hacia el enorme edificio que se erguía delante de mi. Era un alto rascacielos en medio de Manhattan. Styles Eterprises, rezaba el cartel en lo alto con unas letras elegantes.

Entré tímidamente. Llevaba un vestido rojo y ajustado de Valentino y unos Louboutins negros. Jace y yo habiamos estado en el armario de las sesiones de fotos en el sótano de la oficina buscando el conjunto perfecto. El vestido era de la temporada pasada y probablemente no lo echarían en falta. Los zapatos, de la 37, apenas habían sido usados. Los devolvería tan pronto como pudiera.

Todo lo que llevaba era mucho más caro de lo que me podía permitir. Era maravilloso. Me aproximé a la recepción donde una rubia exuberante tecleaba en su ordenador.

-¿Puedo ayudarte? -Preguntó, sin mirarme.

-Sí, he venido a ver al señor Styles. -La chica dejó caer una pequeña risilla.

-¿Tiene cita?

-Bueno, no, pero solo...

-Entonces podrá ver al señor Styles en unos... -Se desplazó hacia abajo en su pantalla, mordiéndose el labio a modo de concentración. -Siete meses.

-¿Estás de broma? -Suspiré. -Mira, es muy importante.

-Claro que sí. -Rió -A menos que estés solicitando un puesto de recepcionista, que lo dudo, -se mofó, mirándome. -O seas una multimillonaria dispuesta a hacer una fusión de compañías, no hay ninguna posibilidad de que veas al señor Styles hoy.

-Muchas gracias por su ayuda -Dije tintada de sarcasmo, girando sobre mis tacones y apresurándome hacia la puerta. Permanecí en la acera impaciente, intentando localizar un taxi y llamando a Jace. Contestó al primer tono.

-Jace, no está diponible hasta dentro de siete meses, nunca voy a poder hablar con él. -Lloriqueé al segundo. -A menos que sea un pivón que busca trabajo o un puto millonario.

-¿Te vas a rendir así de fácil? -Rió al otro lado del teléfono.

-¿Y que quieres que haga?

-Obviamente entra ahí y finge que eres un millonario o un pivón que busca trabajo. Exige verle. Quiero ver la cara de Victoria cuando consigas la entrevista de verdad.

-¿En serio? ¿Entrar ahí y mentir hasta que pueda verle? Ni de coña, me van a pillar en un abrir y cerrar de ojos.

-Hazlo. No seas tan niña. Ve a que el señor sexy Styles acceda. Finge que tienes la confianza que sé que el vestido de Valentino te da. Ahora, me encantaría charlar pero yo tengo una reunión y tú una entrevista que conseguir. -Suspiré y colgué el teléfono, regresando al edificio de oficinas. Pasé de largo por delante de la recepcionista y me subi al ascensor. Habían 30 plantas.

Insegura, pulse el botón del último piso ya que asumí que el despacho más importante estaba en lo más alto del edificio. Mientras ascendía en el ascensor, la gente entraba y salía, todas eran rubias jóvenes y despampanantes u hombres viejos con cara de importantes.

Salí despacio del ascensor cuando este paró en la última planta. Otro escritorio me dio la bienvenida, junto con otra chica guapa. Me adelanté hasta ella e intenté parecer confiada mientras ella me miraba.

-¿Te puedo ayudar? -Me preguntó con una ceja alzada.

-Sí, tengo una cita con el señor Styles. -Respondí inmediatamente.

-¿Nombre?

-Norah Wilson. -Respondí. Sonó más a una pregunta. Ella tecleó y volvió a mirarme.