Enamorada del villano ©

Capitulo X: La visita.

Me desperté extrañamente, con un buen ánimo y con la energía al 100%. Me levanté, abrí las cortinas ya que por el momento no tenía una sirvienta y me estire como gato.

La luz del sol me empapó la cara y entonces lo recordé:

Lo malo es que no duró mucho ese buen humor. Oí un quejido desde mi cama por la entrada de la luz a la habitación.

Lo había olvidado...por completo.

Una parte de mi todavía deseaba que eso que había pasado anoche, simplemente hubiera sido un sueño.

Pero no estaba ni cerca de serlo.

Darren no se despertó pero si se movió para colocarse contraluz. Ni siquiera podía pensar que era un flojo, porque yo en su lugar hubiera hecho lo mismo jeje.

Pero fuera de broma, debía encontrar la manera de devolverlo a su hogar sin que nadie se diese cuenta. Y probablemente eso sí no iba a ser fácil.

No es como si hubieran inventado un carruaje invisible ¿o si?

Aunque no sería tan imposible, siendo que estaba en un mundo de fantasía, desde el día de ayer veía conejos morados por ahí, o bueno más bien uno que parecía estar enamorado de mí porque ya había cruzado miradas con él varias veces....

Eso o estaba planeando mi muerte...

Ah...prefería creer que estaba enamorado de una rarita.

Mire a Darren un segundo antes de irme a desayunar....

¿Debería traerlo?

No es buena idea, no parece que vaya a querer caminar y mucho menos comer en silencio...

¿Que quieren que les diga?,hay ciertas personas con las que te topas y ya puedes presentir ciertas cosas de ellas.

Por segunda vez le hice caso a mi voz interior y salí de la habitación sin él.

Le traería el desayuno directamente a la habitación, sería un poco más prudente de mi parte que llevarlo y arriesgarme a que me descubrieran.

***
Abrí la puerta con lentitud, tratando de no tirar la bandeja con el desayuno para ambos.

Me quedaría como guardia para que nadie entrara y se diera cuenta de su presencia, con un poco de suerte pensarían que estaba enferma.

Y le toque el hombro suavemente para que despertara.

No lo hizo, es más creo que pensó que se trataba de una caricia o algo porque suspiro relajado.

No quería llegar a este extremo, pero...

Dejé la bandeja sobre la mesita de noche que tenía mi habitación y me incline hacia él lo suficiente como para que mis labios quedarán a milímetros de su indefensa y sensible oreja.

Respire lenta y suavemente por encima de ella para confundirle y de alguna manera se diera cuenta que estaba ahí; no tardó en estremecerse.
Su cuerpo se tenso un poco y aproveché el momento para hacerle la pequeña venganza que me debía por haber tenido que cuidarlo mientras estaba borracho.

-Les diré a los demás lo que ví ayer...- susurré lo más escalofriantemente que pude cerca de él.

Pude sentir de alguna manera que ahora sí se había despertado.
Una sonrisita malvada se pinto en mi rostro.

-No...no lo harás -titubeo en responder aún sin haberse dado la vuelta.

-Si, si lo haré si no te levantas de mi cama ya - dije divertida.