Enamorada del villano ©

Capitulo XX: Nuevo hogar, nuevas reglas.

Para cuando caí en cuenta de que no estaba ya más en el carruaje, solo se me pasó por la mente la idea de que ya estaba en el famoso ducado de Arcane, probablemente había llegado de madrugada , pero no recordaba con exactitud el cómo había pasado.

Como siempre estaba en otro mundo, sueñolandia probablemente. 

Me apresuré a revisar si había indicios de algún intento por cambiarme de ropa, pero en lo absoluto, más bien, solo se me habían quitado prendas incómodas a la hora del descanso, como las zapatillas o el gorro y la bufandas que rato después me había tenido que poner debido al frío.

De hecho una fuerte brasa de leña ambientaba a la perfección el lugar, no hacia frío, apenas había una calidez cómoda en el ambiente. Si mal no me equivocaba, todavía estábamos a finales de invierno así que sería  necesario haberlo, pues una o dos veces en la novela, se daba a entender que los inviernos en Arcane eran el doble de fríos que en otras regiones del imperio debido a su posición geográfica.

Los bien elaborados candelabros de plata alumbraban el lugar, pero no te atosigaba la cantidad de luz como para no dejarte dormir, sino para apenas ambientar un poco el lugar.

Tan hermoso como lo describía la novela. Sábanas de seda negras adornadas con pequeñas rosas tejidas en blanco, cama con estilo princesa —valga la redundancia— con cortinas rosa pálido.

 Decoraciones de cristales  en el gran ventanal de al lado , con cortinas rojo escarlata gruesas , justo perfectas al ambiente, además de un par de ellas detrás , mucho más delgadas color gris claro, dejando que un poco apenas dejara ver la luz lunar. Decoraciones elegantes y nada exageradas como se solían poner en muchos otros castillos, diría yo, algo sobrios y de buen gusto, con un par de motes rojizos y blancos. Y un sutil aroma a roble que le daba ese toque natural.

No se sentía como un 'infierno' ya que así se sentía la protagonista allí. Sino más bien como la clase de habitación lujosa por la que muchos matarían por solo pasar una noche ahí. 

De hecho, era más que obvio que me gustaba más que mi anterior habitación, ¿Eso era bueno? ¿Malo? ¿O simplemente  normal?

Tenía algo de calor por la reciente pesadilla , así que me moví apenas en la cómoda cama y se sintió como si me moviera encima de una nube o algo por el estilo , era de esa clase de cama que te dan ganas de vivir encima, pero me conocía lo bastante como para saber que no podría dormir si no bajaba mi temperatura un poco. 

No era opción abrir la ventana, eso sí, pues al recorrer un poco las cortinas  pude comprobar que había una gran tormenta que había quedado opacada  con los lujos de la habitación, habría sido una imprudencia por mi parte hacerlo.

Curioseé un poco la habitación, casi alucino con la textura de la alfombra a mis pies, era súper suave y blanca como la nieve. Casi me dan ganas de tirarme encima por lo limpia y calentita que estaba.

Es que, ¿Qué clase de material estaban usan...?

Me quedé pasmada cuando vi la cabeza de oso en otra alfombra del mismo tipo pero más pequeña al fondo.

Ah, bueno, ya no tenía dudas al respecto. No es que fuese una gran ecologista pero me sentí mal después de ver al pobre oso.

Por otro lado había un par de cómodas bastante peculiares a cada costado de la cama, no solo por los tallados perfectos en forma de hojas que tenían por encima, sino que también por el material que estaba hecho, parecía madera pero al ver desde otra perspectiva se podían notar ciertos toques plateados, además, habían un par de libreros al fondo de la habitación, a cada lado de la chimenea, no estaban cargadísimos de libros pero se veía una buena cantidad, la mayoría en  otro idioma, asumí que "Blodth" — el idioma oficial más hablado de Bloodyerth según un "el imperio de la sangre"—  y uno que otro en Avant, pero nada nuevo, eran más que nada libros de política e historia.