Enamorada del villano ©

Capitulo XVII: Las trampas

ADVERTENCIA: este capítulo puede contener escenas de violencia y una que otra descripción explícita. Sin embargo también es muy importante para la trama así que pediré  discreción si no les gusta esta clase de contenido, en el siguiente capítulo habrá un poco de  detalles acerca de la mayoría de lo que se da a entender en este.

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Después de enviar un par de cartas de despedida a mis amigos de ese reino y bueno, Anthony... la decepción y tristeza en sus ojos eran notables al verme ir, sin embargo había elegido portar el collar que me había regalado como símbolo de qué le recordaría así que el viaje empezó.Para ser más exacta a las 5 de la mañana, y si hay algo que odie es despertarme temprano. Duele tener que despegar los párpados y poner los pies en el suelo frío a pesar de la alfombra. Pero en vez de insistir en mi infinito odio por madrugar,  diré lo más obvio, recién me acomodé en el carruaje, me quedé dormida como un tronco.

Cuando desperté, gracias a un inoportuno salto que pegó el carruaje; me di cuenta de que había un silencio casi sepulcral, y digo "casi" porqué lo único que se alcanzaba a oír era el traqueteo de los cascos de los caballos al pasar por el camino de tierra.

-Disculpe, señor - dije inclinándome hacia el exterior de la ventana- ¿podría indicarme la hora?

El hombre que aparentaba tener unos 40 o 50 años por las suaves arrugas que decoraban su rostro se giró hacia mí en un bostezo interrumpido. 

-Oh, su alteza - no parecía estar esperando que yo me levantase- claro, son las 7 am -dijo después de revisar su reloj de bolsillo- y si no es muy osado de mi parte, ¿porqué lo pregunta? 

No podía estar al 100% segura de que estuviera en lo correcto, pero una "corazonada", o bien podrías llamarle sentido común me decía que ese camino no era la lujosa avenida "Oswerlye" por la cual supuestamente me dijeron que me llevarían de camino a mi nuevo hogar. Además, me había dado el tiempo de investigar el día anterior cuánto duraría el trayecto y el primer tramo más largo se lo llevaba aquella avenida, la cual por lo menos y a paso veloz cabe aclarar te llevaba recorrerla desde nuestro punto en el imperio unas 3 horas.

 Algo parecido a la frase "todos los caminos llevan a roma" ya que esa ancha avenida cruzaba sin excepción de una punta del imperio al otro, según el mapa de Avancynt  .Obviamente no iríamos desde el principio de esta , pues nos hubiera llevado unas 2 semanas cruzarla, pero no era tonta como para no darme cuenta de que me estaba llevando por un camino dudoso. 

-Nada... simple curiosidad - dije y esperé que sonara certero. 

Debía hacer algo al respecto, pero, ¿qué? No podía simplemente saltar de el carruaje y esperar que no me alcanzase nadie. Aunque lo hubiese hecho, era tan torpe que al final podría haberme terminado matándome con la caída.  

Me asomé a la parte trasera del carruaje, según recordaba, cuando habíamos emprendido el viaje, habían por lo menos unos cinco carruajes atrás  haciéndome escolta. Sin embargo, la situación cada vez se tornaba más sospechosa, pues no había nadie alrededor. 

—Si, no fallara la misión se lo aseguro... — el hombre murmuró y a mí se me hizo raro, pues no había nadie cerca.

Ah, hola, vida, ¿me podrías decir porque me odias? digo, estaba en medio de un camino sospechoso y desconocido, llevándome a quien sabe dónde, e iba con un señor que no había visto en toda mi vida que por si no fuera poco de la nada me parecía aterrador. 

Para colmo, al volver de nuevo la vista hacia el hombre que dirigía el carruaje, pude oír como musitaba nerviosamente algo que no alcancé a escuchar gracias a que "repentinamente" íbamos un poco más rápido que antes de que me despertase, casi como si hubiera alguien cerca a parte de mí, que era justo lo que empecé a sospechar.