Enamorada del villano ©

Capitulo XXV:Un vistazo más allá

Pequeño aviso antes de leer, el anterior "capitulo" si así puede llamársele en realidad se trata de un especial que he hecho en celebración por san valentín y puede que no sea canon, así que pueden proseguir con la historia principal desde aquí  ^^

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Un remarque por acá, un par de detalles por allá. . .

¿Qué estoy haciendo?

Hmm, realmente no importa.

Continúe con mi obra, hacia mucho que no me sentía dispuesto a crear, lo que fuera.

—No debió pasar eso. . . —divagué en un susurro apenas audible.

Una voz molesta y familiar se acomodó por detrás de mi cuello.

—¡Demin! Qué extraño, normalmente me oyes desde los pasillos —Arián dijo en tono de burla

Yo me sobresalté apenas un poco, sin embargo no lo hice plenamente visible, esta vez no me había percatado de cuando había llegado.

—Te oí, no soy idiota —dije haciendo a un lado la pluma— y ya te mencioné incontables ocasiones que odio que me llames así.

Seguido de ello me levanté del asiento con un par de informes en mano, y le dirigí la mirada. Tenía el entrecejo fruncido.

—Para lo poco que me importa —murmuró para sí mismo, aunque supe que lo dijo lo bastante alto como para molestarme— ¿Qué hacías?

Suspiré, sonriente. Realmente nunca cambiaba.

—Los informes, no sé de qué hablas.

—Vamos Demin, te conozco de la vida, no me salgas con tus mentiras baratas —dijo tratando de mirar por detrás de mí.

No me moví por unos segundos, mostrándome desentendido a lo que decía, pero en cuanto se acercó su mirada a aquello que hacía, le intenté tomar por el hombro.

—Vamos hombre, estás alucinando, ya te hizo daño tomar tanto —él esquivó mi agarre con agilidad.

—Oh, no estaba tan interesado pero parece que realmente quieres ocultarlo —un toque curioso y juguetón se apoderó de su decir.

Yo lo miré indignado.
Él sonrió.

—¿Me lo mostrarás? ¿O tendré que robarlo más tarde, Demin? —trató de retarme.

Yo sonreí, y giré rápidamente para recoger el papel, doblarlo y guardarlo en el interior de mi chaqueta.

—No hará falta.

—Te odio —dijo con resignación.

—No serías el primero —me burlé.

—De todos modos sabes que lo sabré —canturreó y yo le ignoré.

—¿A qué viniste?

—Es lo que te quería mencionar, la corte real acaba de enviarte esto.

Giré los ojos con hastío, afortunadamente traía guantes para no tocar nada que proviniese se ahí, aunque fuera "dramático" me provocaba un tremendo asco tan solo recibir su correo. Pero era mi deber saber qué quería informarme.

Tomé la carta entre manos , ese aroma nauseabundo que tan bien conocía inundó mis fosas.

—Según lo poco que sé, es importante —añadió Arián con un leve encogimiento de hombros.

Lo miré, pocos sabrían descifrar que quería decirle con ello pero él lo entendió a la perfección.

Y negó con la cabeza.