Aokaga Moth

MI DELICIOSO PROMETIDO

Ya habían pasado varios años desde el inicio de ese matrimonio, aunque ninguno estaba de acuerdo con ese trato hecho entre sus padres ahora lo aceptaban tan bien que nadie se creería el inicio de esta historia. Todo comenzo un frio invierno, la familia Kagami le estaba dando la noticia al menor

-¿COMO QUE ME VOY A CASAR?-la voz fuerte y dura del menor resonó por toda la casa, una señora pelirroja algo seria le miraba fijamente

-¿Ya terminaste tu estúpido berrinche? Seamos claros, Taiga, este matrimonio nos beneficia y une dos empresas grandes, dejando de lado los sentimentalismos esto es lo que necesitamos para salir a flote en Japón, no he podido tener en calma estos asuntos desde que tu padre murió aparte es una buena oportunidad para que vivas nuevas experiencias, no te encadenaría para siempre y lo sabes-le dijo seria la señora, este se sentó suspirando

-Si, señora, haré lo mejor para el apellido-murmuró a regañadientes mientras se levantaba-Mándame los papeles de ese chico, los estudiare para el viaje-la señora asintió seria avisando a sus asistentes, Taiga se fue a su cuarto molesto y con ganas de irse a surfear, era tarde pero una escapada no haría daño a nadie. Mientras tanto en Japón, un joven moreno discutía fuerte con su progenitor por aceptar casarlo con un chico desconocido

-No entiendes que a mi no me gustan los hombres, porque tu quieras que tus negocios mejoren no debes meterme en estas mierdas-dijo fuerte el moreno viendo a su padre, este sin inmutarse sentado frente a él le veía serio

-Quisiste dejar la universidad para dedicarte al baloncesto, lo acepte y te apoye económicamente ahora que dejaste todo y quieres ser policía, te apoyare pero debes apoyarme también en esto-serio viéndolo-Sabes que la empresa familiar será tu futuro o el de tus hermanas, debes ayudar en lo que puedas como yo te ayude en el pasado, Daiki-el nombrado le miro rondando los ojos

-No podría haber sido una mujer, al menos-murmuro viéndole sentándose frente a él

-No había opción, aparte me dijeron que es alguien aventurero e hiperactivo, como tu-dijo dándole una carpeta, al abrirla miro una foto y ladeo la cabeza

-No esta mal-murmuró leyendo todo-Sabes cocinar, limpiar, seria como tener un sirviente-se rie Daiki levantándose, el padre le miro sin decir nada

-Vale, aceptare de todas formas no habría que tener sexo ni ser fiel no?-le miro, el padre negó

-Eso queda sobre vosotros, en una semana vendrán y hablaremos de los detalles-dijo sonriendo, este asintió y salió sin decir nada más. Llego la semana y se conocieron, Taiga como una persona educada saludo y hablo con el padre del moreno, el moreno escaneaba de cabeza a pies al pelirrojo que iba a ser su esposo

-Dejemos que hablen, hablaremos de las ceremonias-sonrió el señor llevando a la señora a su despacho, Taiga se sentó sin verlo

-Oye, culo bonito, quiero hablar de lo que harás-Taiga le miro sonriendo

-No hace falta hablar mucho, hetero básico-dijo con burla, se levanto yendo sobre él-No quiero nada de un idiota descerebrado que no piensa en su futuro-soltó con desdén, golpeo a un lado del sillón mirándole fijamente-Olvídate de que te voy a cocinar, limpiar, ayudar y dar sexo, si quieres algo de mi parte olvídate, viviremos bajo el mismo techo pero de ahí nuestras vidas serán otras cosas, mientras no salgas en prensa me da igual con quien quieras acostarte, haré lo mismo, cada uno en su cuarto y cada uno en su vida-dijo con asco levantándose, Aomine le miro molesto chasqueando su lengua

-Espero sea así, culo bonito-dijo acercándose para acariciar su culo pero Taiga le torció la mano 

-No me toques con las mismas manos que tocas a esas perras básicas-dijo sentándose frente  a el viendo su móvil tranquilo como si nada hubiera pasado, Daiki espero que salieran sus progenitores para hablar con su padre sobre ese matrimonio pero al salir, el señor estaba con una sonrisa de oreja a oreja

-Taiga, estaré encantado de tenerte como yerno, te encargo a mi hijo-dijo el señor peliazul

-Será un placer, señor Aomine, espero llevarnos bien-sonrió delicado, Daiki miraba la escena pasmado y se levanto yendo donde la pelirroja

-Señora Kagami, espero ser un buen yerno y...-la señora sonrió extendiendo su mano

-Y que tengas la paciencia de control a este tigre-dijo riéndose suave mientras Taiga a un lado chasqueaba su lengua avergonzado, sus mejillas tenían un suave tono rosa que no paso desapercibido por el joven moreno. Así pasaron los meses, se casaron y comenzaron su vida de casados aunque como se esperaba Daiki necesitaba una sirvienta que le diera de comer y limpiara su desorden, Taiga por su parte era perfecto en todo, no tenía malos reportajes, siempre salía bien en las fotos de prensa, dabas las mejores respuestas y daba promoción a las empresas, a ojos de todos se veía como el esposo perfecto todo lo contrario de Daiki que se dejaba ver con varias mujeres, salía de bares famosos y se metía en peleas cosa que su padre reprocho en varias ocasiones hasta el punto de llegar a ser noticia en todos los sitios dejando el apellido Aomine por los suelos pero se resolvió gracias a que Kagami diera una entrevista y aclarara varios bulos y fotos, Daiki se sorprendía cada vez más de ese pelirrojo que no cometía errores en nada

-Vete-dijo un pelirrojo algo fuerte, el moreno que estaba en su cuarto se sorprendió pues no escuchaba alzar la voz jamás del pelirrojo

-Tendríamos sexo, por eso vine hasta aquí-le picaba tanto la curiosidad al moreno que se asomo viendo la escena, un tipo más alto que el pelirrojo y con grandes músculos lo forcejeaba dejando besos duros por su cuello mientras un pelirrojo lo empujaba de todas las maneras posibles, el moreno dudo un segundo en volver a su cama pero se salió empujando al tipo

-Ha dicho que te vayas-le dijo serio viéndolo, el pelirrojo se sorprendió

-No es asunto tuyo, negro-dijo el tipo molesto empujándolo, pero Daiki no se movió y lo único que hizo fue golpearlo dejándolo en el suelo sentado

-Vete-dijo molesto pisándolo, el tipo salió asustado sin decir mucho, el pelirrojo le miro sorprendido-¿Estas bien?-le pregunto viéndolo rascándose el cuello, este asintió levantándose bien

-Si, gracias, Aomine-kun-sonrió tierno el pelirrojo, el moreno acarició su mejilla dudoso, negó y salió de ahí metiéndose a su cuarto. Había por un momento pensado que ese pelirrojo temperamental era lindo, enserio debía tener sexo cuanto antes o se volvería loco en esas cuatro paredes. Pasaron semanas en donde su relación mejoró, tanto Taiga como Daiki se habían comenzado a dar una oportunidad, al principio Taiga le cocinaba, Daiki comenzó a ayudarlo con las tareas de la casa y al final tuvieron sexo en el salón mientras de fondo se escuchaba una película de acción, nadie habría pensando que se volvería así esa relación. Ya habían pasado muchos años de matrimonio, no era como fue la principio y todos se habían dado cuenta de esos pequeños detalles, ya termino la relación abierta del principio ahora solo era una relación hermosa y fogosa, varias revistas tenían fotos de ellos en las portadas, las encuestas los tenían en primera posición como la mejor pareja. Daiki a cada momento aprovechaba para lucir a su pareja, tanto publico como privado

-Como podemos ver, la pareja más envidiable de todo Japón esta sobre la alfombra roja en el estreno de esta nueva película-un entrevistador se acerco a la pareja, Daiki sonrió acariciando la cintura del pelirrojo sonriendo

-Aomine Taiga, ¿Es verdad los rumores sobre una anticipada retirada del mundo empresarial?-dijo acercándose al pelirrojo, este negó riéndose suave

-Puedo hacerlo publico ahora, estábamos pensando en mudarnos a mi pais natal y adoptar-dejo en claro, todos se sorprendieron

-Serán unos buenos padres-dijo el reportero sonriendo alegremente, Daiki asintió sonriendo de oreja a oreja

-Mi marido ya es el mejor cocinando, igual de bueno en la cam-no termino la palabra ya que Taiga le golpeo suave sonrojado

-Perdonen a mi marido-dijo alejándose de las cámaras regañando al moreno, este se reía divertido abrazándolo dejándole un suave beso en la mejilla

-Ahí vieron a la pareja más envidiable de esta alfombra roja-dijo terminando la entrevista.

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