Aokaga Moth

LA PROPUESTA

En Hokkaido Aomine haría la locura que lo mantendría feliz por el resto de su vida, sabía que era una gran locura pero sería la mejor de todas.

 Ya eran años de relación que tenía encima y muchos buenos momentos, no podía pedir más a ese pelirrojo que revolvió su vida para mejor

-Ese en talla 7-dijo sonriendo, la dependiente asintió

-Estaría listo para finales de mes-Aomine la miró en blanco

-¿No habría otra forma de tenerlo más pronto?-la señorita negó

-Perdón, señor, pero los anillos con inscripciones y tallas especificas son hechos al momento y tardan tiempo-este asintió suspirando, salió algo triste pero no se rendiría. Tenía un plan y haría lo posible por conseguirlo, suspiró y miró su móvil llamando a alguien

-Akashi, necesito tu ayuda en un asunto-murmuró bajo suspirando

-Supuse que llamarías, Daiki-dijo al otro lado-Ven a mi casa, te estaba esperando-dijo colgando, este suspiró tragándose su orgullo yendo a ver a su antiguo capitán. Llego a la mansión del susodicho y respiro hondo, tenía que hacerlo por el amor de su vida, todo era por un bien mayor

-Entonces, ¿Qué necesitas?-dijo el pelirrojo sonriendo divertido, Aomine suspiró 

-Ya sabes a que vengo, necesito que ese anillo este cuanto antes...-miró sus manos mascullando intentando controlarse, Akashi se rio fuerte divertido

-Cuando saliste ese día del restaurante, aposté con Tetsuya que volverías a buscar mi ayuda más que la de él-dijo burlesco, Aomine le miró

-Déjalo, puedo esperar-dijo molesto levantándose dándole la espalda, lo ultimo que quería era burlas de sus amigos. Akashi se sintió algo mal y suspiro

-Dime porque la prisa, Kagami ya te aguantó muchos años asi que no te va dejar-dijo viéndole algo más serio, Aomine se giró viéndole

-No tienes el presentimiento de que si no lo haces ahora, no lo haces nunca-suspiró sentándose y le miro-Sinceramente pensaba esperarme a que termine la carrera, pero me gustaría darle una gran sorpresa y demostrarle cuanto lo amo, quiero que él lo vea por completo todo de mi, es raro de explicar-murmuró, Akashi miró su móvil viendo una fondo de pantalla con su pareja, ese castaño lo dejaba igual de bobo

-Esta bien, dime el modelo del anillo y la joyería, haremos que lo tengas para el fin de semana  asi que haz un gran plan-dijo sonriendo, Aomine sonrió y asintió feliz. Luego de horas hablando y pidiendo algún consejos extravagante del emperador salió de esa mansión con muchas ideas y solo hacía falta ponerlas en uso, varías eran demasiado costosas y seguramente demasiado extravagantes para su pareja pero una no dejaba de rondar su cabeza y era la más tranquila cosa que sabia que adoraba su pareja. Comenzó la semana de llamadas, mensajes y también de mentiras pues quería que fuera una gran sorpresa para su novio y no quería él mismo arruinarla por no saber guardar un secreto, comenzó a buscar opciones y reservar para ese fin de semana, aunque luego por comentarios de su madre se dio cuenta que tenía más días y eso era perfecto, podía ser obra del destino. Pasaron los días y llegó el tan ansiado día, tenía el anillo en su casa guardado con cuidado, su pareja no sospechaba nada y parecía todo perfecto, ese día estaba más nervioso que de costumbre y nada más llegar vio al pelirrojo viendo fotos de sus compañeros de equipo

-He venido corriendo y tu viendo a otros hombres-dijo el moreno divertido, su pelirrojo le miro sonriendo sonrojado

-Ahomine-riño besándolo

-¿Piensas subir alguna?-preguntó a su novio, este asintió

-Aquí los senpais salen muy bien, en esta Kuroko mira la cámara y se ve más alto-se ríe divertido, el moreno se ríe

-Que no te escuche Tetsu, sino estarás muerto y ni yo podré salvarte-dijo cogiéndolo por el cuello, este sonrió guardando el móvil-¿Tienes planes para este finde?-preguntó el moreno sacando el móvil algo nervioso

-Eso iba a preguntar yo, no tengo ninguno más que verte-sonrió feliz marcando sus hoyuelos, cosa que el moreno veía embobado, volvió en si y comenzó su plan

-Entonces vayamos a... -le enseño una foto en su móvil de los jardines de flores de Shikisai, Kagami le miró sorprendido

-¿Hokkaido?-Aomine asintió 

-Podemos planearlo para irnos nada más salgamos de clase mañana, volveremos el martes, tenemos dos dias festivos asi que podemos alárgalo-Kagami asintió emocionado

-Vayamos a mi casa, alistemos todo y busquemos un hotel cercano-dijo emocionado con el móvil buscando todo lo necesario, Aomine lo guiaba para que no se chocara con nada ya que estaba absorto en las búsquedas, aunque él ya tenía todo reservado y para no levantar sospechas sabía que hacer. Comenzó guiándole por varias "reseñas" que sus familiares le dijeron y actividades que le recomendaron

-Para no perderlo mándame las páginas, mientras buscas puedo ir llamando-dijo sonriendo, este asintió más emocionado y seguía buscando. Daiki ya tenía todo reservado asi que lo que iba hacer era confirmas sus reservas por cualquier cosa y fue algo dificil ya que el pelirrojo quería entrar más a fondo en algunos asuntos, gracias a algunos mensajes y hambre se pudo distraer. 

Ya todo listo Aomine se fue a casa contento y más nervioso, tenía 4 días para hacerlo y debía salir como estaba planeado, la propuesta debe ser perfecta. Aomine Daiki, casi un adulto de 25 años iba a pedirle matrimonio a su novio después de casi 7 años de relación, esto iba a ser dificil ya que no hablaron de vivir juntos, tampoco de un futuro pero ellos debían estar juntos si o si, no sabía como tomaría esto el pelirrojo pero lo único que tenía claro es que ese pelirrojo cejas raras era su futuro.

-¿Quieres casarte conmigo?-Aomine luego de vueltas, problemas, abejas, varias personas molestas por fin en el tercer día de sus mini vacaciones pudo decirlo, Kagami estaba sorprendido mirándole con los ojos super abiertos medio llorando al ver a ese moreno arrodillado frente a él con el anillo

-Si, Daiki, claro que si-se lanzó a sus brazos haciéndolos caer en el césped bajó la mirada de muchas personas que pasaban, ellos eran feliz y Daiki por fin pudo hacer su propuesta.