MAGIA

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-Eres un gran brujo, Daiki pero sigues sin  ser completo por lo cual ya no mejoras-dijo el profesor de magia avanzada a su alumno. Este gruño molesto saliendo del despacho, Aomine Daiki un brujo de alto nivel y renombre por su familia ahora mismo no sabía cómo mejorar la supuesta magia que tenía. Para él era perfecta pero siempre había gente que lo superaba, era molesto y cada día que escuchaba algún comentario lastimero o riña de sus maestros era peor. Mientras caminaba por los pasillos Kuroko se unió a él

-¿Hablaste con el profesor, Aomine-kun?-este pego un salto gruñendo, lo miro serio

-Si, y no sigas con ese tema o te voy a transformar en una rana-gruño mientras se metía en sus cuarto, al entrar vio una caja enorme con su nombre

-¿Quién coño?-lo abrió moviendo su varita molesto, saco todo echándose en su cama. Una carta salió con varias cosas más

-Hijo, todo para que termines tu magia-leyó en alto, vio las cosas y se sorprendió al ver un mapa, lo cogió sonriendo echándole un vistazo. Es del bosque cerca de la escuela, con su barita y toga salió a buscar esa X en el mapa. Evitó a todos y sobre todo a un rubio que tenía como pareja, cosa que sorprendía a todo el mundo

-Daichii-se tiro sobre su espalda, este gruño molesto

-No tengo tiempo para tus tonterías-dijo caminando, este bajo la mirada

-¿Por qué aceptaste salir conmigo?-Aomine se giro mirándolo, suspiro rascándose la nuca

-Lo siento pero no me gustas, acepte porque insistía mucho y no tuve opción-Kise asintió sonriendo

-Perdón por molestar, Daichii-salio corriendo dejando a Aomine algo triste, negó transformándose en pantera y yendo al bosque. Ese era el símbolo de su familia, la pantera un animal ágil y fuerte. Al llegar vio todo desierto y comenzó a seguir el mapa todavía como una pantera pues era más fácil, en un claro había una cueva y eso le sorprendió

-Aquí debe ser-escucho ruido y se oculto en unos árboles, un pelirrojo salió estirandose como gato. Se sorprendió al verlo con orejas y cola, podría ser mago o un híbrido

-¿Quién está ahí?-miró donde estaba escondido Aomine, este se sorprendió ya que había ocultado su aroma y presencia. Salió despacio viéndolo fijamente

-Soy un mago, Aomine Daiki-dijo dando una reverencia

-Estás muy lejos de la escuela-dijo bostezando caminando hacia el lago, este le siguió

-¿No vas a presentarte?-el pelirrojo se rio y asintio

-Kagami Taiga, híbrido mago-dijo quitándose la ropa metiéndose al lago, este le miro desviando la mirada. Aomine se sonrojo suave al verlo de espaldas, sus nalgas bien formadas, cadera fina y espalda ancha. Un tatuaje en la espalda por el hombro de un tigre

-¿Cuánto años tienes? ¿Por qué no estudias en la escuela?-pregunto intentando no mirarlo mucho, Kagami se giro sonriendo

-Tengo 19 años, no, me expulsaron de ahí por usar magia negra-dice secándose y vistiendo se-Aparte de ser un híbrido-se seco el pelo moviendo sus manos, este le miró sorprendido

-Un mapa me llevó aquí, no sé porqué-murmuró suave, este le miró asintiendo

-Entonces buscas la magia más poderosa, como todos los magos a cierta edad-dijo pasando por su lado, tocó su frente sonriendo. Aomine se sintió débil cayendo de rodillas, este le miró sin entender

-¿Qué me hiciste?-lo mira tambaleando

-Quitar la magia que no es tuya, solo te he dejado la tuya y con eso deberías valerte-dijo caminando, este le siguió

-¿Vas a entrenarme?-este negó

-Así no funciona la vida, la magia debe hacerse fuerte por uno mismo-le miro-La magia que tenías era de tus antepasados, ahora sabrás lo que es vivir solo y de ti mismo-sonrie divertido, Aomine gruño molesto

-¿Y donde viviré? ¿Cómo iré a la escuela sin tener casi magia?-Kagami se rio divertido y asintió

-Puedes vivir conmigo aquí, aunque no te daré ni agua ni comida-sonrió mientras volvía a la cueva. Aomine le siguió sonriendo suave

-Gracias-murmuró con cierta felicidad dentro, por fin podría tener esa magia que tanto soñaba.
Pasaron años en los cuales Aomine aprendió mucho, aprendió al ver a Taiga, al ver al bosque, al sentir su magia. Todo estaba bien, nadie lo fue a buscar ni preguntó por Aomine

-Aomine, ya puedes volver a tu escuela-sonrió suave devolviéndole toda su magia, esta asintió feliz viendo todo lo que podía hacer. Ese tiempo fue perfecto para empezar a sentir

-Quiero que seas mío-acaricio su mejilla, Taiga se rio suave

-¿Vas a intentarlo?-Aomine sintio

-Ya sientes por mí, lo mismo que yo por ti, te conozco y me conoces, estos años no fueron solo diversión-dijo sonriendo feliz, este le miro sonrojado

-Inténtalo, nadie te priva de eso-beso su mejilla, Aomine no resistió y lo beso mordiendo su labio pegándolo a un árbol, acarició su cintura sonriendo

-Te amo-Aomine susurro en su oido, Kagami no lo admitían pero también lo amaba.

Aokaga MothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora