Aokaga Moth

ROCKSTAR

La última sensación del momento era la banda Kosei, salto hace poco a la fama por una canción que tocaron en un club. Ahora mismo eran reconocidos mundialmente, esta banda se formó con:

Kise Ryota, cantante principal y guitarrista.
Aomine Daiki, cantante secundario y bajista.
Murasakibara Atsushi, baterísta.
Himuro Tatsuya, guitarrista y compositor.

Ellos formaron una banda en la secundaria, por cosas del destino siguieron trabajando en la música y apenas a sus 25 años eran famosos y reconocidos. Claramente esto conllevaba un estilo muy problemático en sus vidas, no podían salir con nadie, horas de ensayo, entranamientos para su físico, más ensayos y tiempo libre mínimo. Así es como ellos pasaban sus días

-Tatsu-susurro el pelilila abrazando al pelinegro mimando lo, Aomine miraba asqueada la escena

-No entiendo porque aceptamos eso-murmuró gruñendo por lo bajo

-Mientras lo mantengan en secreto da igual-dijo Kise arreglando se el pelo, actualmente Himuro y Murasakibara estaban en una relación amorosa. A pesar de las amenazas de Aomine y advertencias de Kise, no los podían separar así que simplemente se rindieron

-Hoy en la tarde sera la sesión de fotos para la nueva portada, vendrá un grupo de estilistas-dijo Himuro viendo su agenda, estos asintieron

-No llegues tarde, Aomine-dijo el rubio mirándolo serio, este asintió bostezando y salió de ahí. Tiempo libre, comer, dormir y ya, eso era su tiempo libre. Salió con sus gafas de sol y una gorra para cubrirse de los fans aunque al ser tan alto perjudicaba a ser más visible

-Perdón, perdón-un pelirrojo caminaba por las calles algo perdido buscando su nuevo sitio de trabajo. Le habían dicho que debía ir pronto para enseñarle lo que debía hacer y ya llegaba tarde

-Oye-Aomine gruño al verse empujado, el pelirrojo lo miró disculpándose

-Lo siento mucho-sus miradas se cruzaron, por un momento el tiempo se detuvo y cuando volvió en sí, el pelirrojo ya estaba en la otra punta de la calle. Aomine tocó su pecho sin entender que había pasado, una mirada solo fue, sus ojos rojos lo dejaron helado, su sonrisa, sus mejillas rojas y ese cejas tan raras. Era fascinante en todo aspecto, negó yendo a casa algo atontado pues ese encuentro lo dejó muy perdido en sus pensamientos.
Ya era la hora, Aomine salía apurado bostezando porque se quedó dormido para varias, tras varias llamadas de sus compañeros salió corriendo

-Aomine, por fin-dijo Himuro suspirando viéndolo, lo metió a la sala donde se estaban preparando todos y lo volvió a ver. El pelirrojo con el cual chocó estaba algo sonrojado a un lado hablando con Kise, este estaba coqueteandolo no había que ser muy listo para darse cuenta. Enserio lo cabreo tanto que de u golpe en la puerta llamó lo atención a todos

-Quién sea que me arregle-gruño Daiki sentándose en una silla, dos chicas se acercaron coquetas más Daiki no le hizo caso viendo de reojo a Kise con el pelirrojo. Himuro se reía al ver la escena

-Si hubieras venido antes, estarías tu ahí-dijo estirando se esperándolos, Daiki gruño en respuesta

-Peinado-esa palabra era la señal, Kagami fue donde Daiki sonriendo suave haciendo una reverencia. Se puso a peinar lo, sus dedos eran suave, no le hacía daño y lo dejaba dormido por la amabilidad

-Listo-su vos era melodia pura, Daiki sonrió levantándose

-Oye-se dirigió al pelirrojo, este lo miro sorprendió

-¿Si?-dijo acercándose a él de nuevo, Daiki cogió su barbilla sonriendo

-Tu nombre-Kagami por la cercanía se sonrojo y se alejo

-Kagami Ta-Taiga-dijo sonrojado, este asintió feliz alejándose de él. Los demás quedaron algo sorprendidos, Kise gruño por lo bajo más no dijo nada

-Aunque intentes quitármelo, yo lo vi primero y tengo su número-dijo orgullo el rubio, el moreno gruño caminando hacia la sesión de fotos. Kagami todavía seguía asimilando lo pasado pues nadie le había coqueteando tanto en su vida o bueno eso era lo que pasó con el rubio y el peliazul según sus compañeras. Recogió todo tranquilamente, su jefe le felicito por el trabajo mientras se iban de ahí. Ya terminaron las fotos, Kise con su móvil en mano mandama mensajes al pelirrojo

-Rubia, necesitaras algo más que solo su número para que no te lo robe-dijo Aomine colocándose su mascarilla y gorra, salió medio corriendo yendo al parque de antes. Había una pequeña posibilidad de volverlo a ver ahí, y en verdad acertó pues el pelirrojo estaba jugando con un balón encestando tranquilamente

-Oye, pelirrojo-el llamado se giro sorprendiendose, retrocedió un poco

-Eres...-un beso lo callo, sus mejillas estaban rojas de vergüenza y nerviosismo. Nunca había pensando que el amor a primera vista sería para él pero ahora andaba robándole un beso a un chico pelirrojo que lo enamoró con una mirada

-Se mio, solo mío-dijo finalizando el beso, Kagami lo empujó sonrojado desviando la mirada

-Esos juegos no son para mí, déjame en paz-dijo algo avergonzado, Aomine solo le ponía más así y lo acorralo contra la reja de la cancha. Sonrió de lado metiendo la mascarilla en su bolsillo, sacando su móvil

-Quiero que seas mío, no se si crees en el amor a primera vista pero contigo me ha pasado y no quiero que seas de nadie más-le dio el móvil-Tu nombre, número y dirección-sonrió, Kagami todavía en shock lo escribió

-¿Puedes dejarme ya?-dijo entregándole el móvil, el moreno se apartó sonriendo

-Juguemos, si ganó, me concedes una cita sino me iré y no te molestaré más por hoy-Kagami asintió sonriendo, al final él perdió. La cita fue planeada por Aomine el cual estaba emocionado por que el día llegara.