PELEA

303 32 0
                                    

Kagami no esperaba esa mente tan cerrada o bueno, si lo esperaba de él aunque lo negaba. Hacía años que estaba en Japón, hizo la universidad nunca perdió de visto su amor por el baloncesto pero algo dentro de él decía que le faltaba algo y eso era su familia. El único que le quedaba era su padre, en verdad lo quería mucho aunque no se veían y por eso fueron ese día. Kagami y Aomine empezaron su relación poco después de su partido, algo sorprendente e inesperado para sus amigos. Ahora después de hablarlo durante meses quisieron formalizarlo en sus familias, para el caso de Kagami tenían que viajar a Estados Unidos

-Gracias por entenderlo-le dijo al moreno pues su padre no iba a viajar a Japón. Al llegar su padre lo abrazo como siempre, se sorprendió de ver al moreno y lo presentó como su pareja cosa que al progenitor del pelirrojo no le hizo buena idea

-¿PARA ESO TE MANDE A JAPÓN?-es lo primero que soltó después varios insultos, Aomine retenía sus ganas de pegarlo pues veía en el rostro de Taiga un dolor indescriptible. El padre del pelirrojo lo cogió por el cuello, lo golpeó dejándolo en el suelo sin mirarlo más

-Vete, está no es tu casa ni tu apellido-dijo de espaldas a los chicos, Aomine iba a ir contra el mayor pero Taiga lo detuvo negando. Salieron los dos, uno cabizbajo y otro con furia en sus venas

-Déjalo así, Daiki, vayamos al hotel-solo dijo eso, Daiki no se marcho de su lado en ningún momento. Aomine comenzó a tocar el tema molesto por el trato recibido y por esas palabras hirientes

-No entiendo que le pasa a ese viejo, has hecho una carrera de cocinero y bombero, eres profesional en el baloncesto y tu nombre es reconocido a nivel mundial, y por una cosa se pone así-golpeo la mesa molesto, Kagami suspiro acurrucandose en la cama

-Dejalo estar, no quiero hablar de ello-dijo bajo las mantas, Aomine bufo molesto

-No, Taiga, somos una pareja y le dolió ver...-Taiga le tiro una almohada serio

-Déjalo ya, Aomine-gruño serio con lágrimas en sus ojos, Aomine lo miró bajando la cabeza. Quedaron en silencio por varios minutos hasta que Kagami lo rompió con un sollozo suave

-Taiga...-Aomine fue donde su pareja abrazandola, acarició su cabeza sin saber que decir

-¿Por qué no me quiere...?-dijo llorando en su pecho, varias horas llorando se durmió con los ojos hinchados. Aomine lo dejó tapado y salió serio, no sabía cómo pero amaba tanto a Taiga que verlo así lo rompía por completo. Toco la puerta de esa casa enorme, salió el mayor pelirrojo serio

-¿A qué vienes? No tengo nada-un golpe en la nariz lo dejo sentando sangrando, Aomine le miro serio

-Él vino aquí para hablar contigo, ni para que lo aceptes sino para que sepas que hace con su vida porque tu nunca has ido a verlo, nunca has preguntado ni siquiera cómo está y ¿Vienes aquí creyendote algo para él? -dijo serio y molesto, el señor lo miraba callado tapándose la nariz

-Es la persona más bondadosa y amable que he conocido, paciente y orgulloso-sonrie-No es fácil aguantarme, ni tener una relación que a los ojos de todos es anormal pero él lo hace fácil y posible, no espero que lo entienda pero él pensó que estaría feliz de todo lo que consiguió por sí mismo-bufo molesto-Yo lo haré feliz, tendremos una familia y seremos felices-sonrió saliendo de ahí, el mayor pelirrojo cerro la puerta de golpe. Aomine volvió al hotel, seguía dormido y eso era perfecto pues sabía que Taiga le reclamaría su acto pero en verdad lo amaba y no quería verlo así nunca.

Aokaga MothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora