VECINOS

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Sonaba la puerta en la casa Aomine, Daiki estaba en el sofá viendo su programa favorito

-Daiki, abre-medio grito Mei Aomine, Daiki molesto murmurando por lo bajo se levantó

-¿Por qué no vas tu? Andaba ocupado-medio gruño yendo a la puerta, abrió sorprendido de ver a un pelirrojo con un plato de galletas

-Perdón las molestias, soy su nuevo vecino Kagami Taiga-Daiki estaba embelesado por el chico pelirrojo que lo hizo levantarse. Aunque claramente sus palabras no coordinaban

-Ah si, gracias-iba a cerrar la puerta sin más hasta que su madre le dio con una cuchara de madera saliendo

-Buenas tardes, nosotros somos la familia Aomine-dijo presentandose echando a Daiki, Kagami se rio ante el golpe haciendo una pequeña reverencia

-Me acabo de mudar de Estados Unidos y quería conocer a mis nuevos vecinos, espero nos llevemos bien-dijo sonriendo suave dandole el plato de galletas, Mei sonrio feliz dandoselas a Daiki

-Claro que si, mucho gusto-sonrió feliz-¿Vives solo? Perdón si hacemos mucho ruido, nosotros a veces podemos llegar a ser muy ruidosos-se escuso Mei mientras Daiki comía las galletas escuchando todo

-Si, vivo solo-sonrio con algo de pena-No, tranquila, puede que haga ruido a veces ya que me emociono viendo partidos de baloncesto-dijo sonriendo, Mei negó y despidiendose cerro la puerta

-Eres un descortés, Aomine Daiki, yo no te crié así-comenzó a reñir a su hijo mientras él estaba algi emocionado, en el edificio solo habia personas mayores pero en ese caso le sorprendió mucho ver a un chico de sus edad con intereses comunes que sabia hacer ricas galletas. Después de unas horas llegaron las pequeñas de la casa de sus actividades, comenzaron a contarles que había un chico pelirrojo muy lindo jugando baloncesto en la cancha del parque que les dio una galletas

-Será el nuevo vecino-dijo Mei sonriendo, Daiki bajo casi corriendo y desde una distancia prudente vio como jugaba ese pelirrojo. Era emocionante su juego, ver alguien del extranjero también era emocionante

-Dai-chan-chillo su hermana bajando rápido, mamá dice que compres salsa de soja y dejes de espiar al nuevo vecino. Daiki la miro sonrojado negando cogiendo el dinero

-Sabia que alguien me estaba observando-Kagami se acerco sonriendo, estaba algo sudado. Aomine lo miro sonrojado y nervioso

-No te estaba mirando, solo pasaba por aquí-dijo recomponiendose caminando hacia la tienda

-Nos vemos, nuevo vecino-sonrió suave subiendo a su casa dejando a Aomine embobado. Sonrio para sus adentros

-Mañana lo invitaré a jugar...-dijo sonriendo yendo a comprar, lo que no sabía es que al día siguiente en el tren se lo encontraría y estaría tan nervioso que saldría huyendo.

Aokaga MothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora