Capítulo XXV

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Las cuatro chicas entraron a Breadstrix, miraron a su alrededor, tenían suerte de que no hubieran tantas personas. Significaba un respiro para las chicas, podrían hablar con más tranquilidad, además, sería la primera vez que Supergirl entraba a ese restaurante, había escuchado mucho de él, más no encontraba una oportunidad para ir. Kara solo esperaba que todo saliera como Lena quería y no creara (sin intención alguna), una enemistad entre las cuatro. Les hizo una seña a las chicas para que se sentaran primero en una mesa alejada, le dieron una pequeña sonrisa como agradecimiento. La ojiazul suspiró un poco antes de sentarse junto a Lena sonriéndole de medio lado.

— No puedo creer que nunca hayas venido a Breadstrix — la miró consternada Santana rompiendo el silencio — Creí que Lena ya te había traído.

— Lo admito, soy culpable — soltó una pequeña risa. Kara solo le sonrió despreocupada.

— Bien, Luthor — habló Quinn con suavidad jugando con sus manos — Supongo que quieren hablar algo con nosotras — Lena asintió mirando a Kara.

— Las dos deben tener una idea de lo que queremos hablar con ustedes — las miró con seriedad. Santana bajó la mirada y Quinn hizo lo mismo.

— ¿Por qué se complican tanto la vida? — preguntó Kara mirándolas a los ojos — Tú pudiste tener a Brittany contigo — señaló a Santana — Y, tú podrías haber tenido oportunidad con Rachel — la rubia soltó una pequeña risa negando con su cabeza varias veces.

— Rachel está locamente enamorada de Finn, además de que es heterosexual — Santana cruzó sus brazos mirando hacia todos lados con miedo de que escuchara alguien conocido.

— Quinn, si Kara te está diciendo eso es porque algo se ha enterado — defendió Lena a su novia. Quinn suspiró un poco agotada.

— A ver, supongamos que Rachel me corresponde. ¿Qué se supone que debo hacer? — Quinn miraba directo a su prima — Sabes que mamá me echará de la casa (otra vez). Ya habíamos hablado de esto, Lena.

— ¿En serio te gusta Berry? — Santana tenía el ceño medio fruncido.

— A mi me parece sexy, ¿está bien? — Kara sonrió mirándolas — ¿Qué es gracioso?

— No me rio. Solo sonrió de que ya no tengas miedo de admitirlo en voz alta — aclaró Kara con suavidad. Lena asintió.

— Mira, Quinn — le tomó las manos — Sabes que cuentas con todo el apoyo Luthor, si tía Judy decide echarte de tú casa, puedes vivir con nosotros — le hablaba con toda la seriedad del mundo — Pero no debes estar escondiendo lo que sientes, terminarás haciéndote daño y, como consiguiente, daño a Rachel.

— ¿Qué me dicen del tal Brody? — alzó la ceja Santana más relajada con la situación.

— Bueno, todos sabemos que Rachel es muy susceptible a ilusionarse rápido — recordó Kara con media sonrisa — Ya nos contaron lo que hizo St. James.

— Agh, tipo más detestable — bufa Santana.

— ¿Qué hay de ti, Santana? — pregunta Lena levantando la ceja — ¿A qué le tienes miedo exactamente? — Santana se queda en silencio unos segundos.

— No lo sé — miró unos minutos a través de la ventana — Cada vez lo pienso me da miedo, no sé qué podrán pensar mis padres y mi abuela.

— Yo también tuve mucho miedo a la reacción de mis padres, ¿sabes? — recordó Kara — Tenía tanto miedo de causarles una mala impresión de mi que, pasé mucho tiempo deprimida.

— ¿Cómo hiciste para decirles? — Kara sonrió. Y las tres chicas estaban expectantes a qué les contara.

— Bueno, no precisamente les conté. Me escucharon hablando con una buena amiga — La que planeo presentarte, pensó mirándolas. Lena le tomó la mano transmitiéndole su amor.

Una Perdedora Como Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora