Capítulo XI

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Se encontraba mucho mejor, ya el mal humor había pasado casi en su totalidad, solo le faltaba que su hermana y ella hablaran para sentirse bien consigo misma. No obstante, no olvidaba que debía tener una conversación seria con los padres de Lena. Salió de la casa con su balón de basketball para hacer unos cuántos tiros libres en el arco que su padre había colocado frente al garaje. Aún tenía chaqueta puesta, le gustaba meterse en la piel de aquel unirme que ahora representaba. Botó el balón moviéndolo entre sus piernas como pequeño calentamiento, brincó unos cuántos metros, lo tiró al arco anotando. Corrió hacia el balón para correr con él, lo acomodó entre sus manos, brincó desde larga distancia para lanzarlo anotando de nuevo.

Escuchó un auto detenerse frente a su casa. Giró su cuerpo viendo a Alex bajar con una pequeña sonrisa y sus lentes de sol puestos.

— Me encanta verte prácticar, ¿te lo he dicho alguna vez? — se acercó a ella con timidez.

— Nunca, que yo me acuerde — le sonrió abriendo sus brazos para abrazarla — Así que te escapaste de mamá — comenzó a botar el balón imaginando a dos defensas tratando de bloquearla.

— Me cuesta mirarla a los ojos — suspiró — Supongo que papá te contó la verdad — Kara lanzó y asintió.

— Lo hizo, pero no pretendo cuestionar por qué lo hiciste — Alex asintió.

— Lo sé, eres la mejor hermana del mundo — le sonrió quitándose los lentes — Los decepcioné y eso me duele mucho.

— Dales tiempo, Alex — se acercó a ella — Nuestros padres siempre quieren lo mejor para nosotras. Te seguirán amando siempre, naciste primero que yo — le sonrió tratando de darle consuelo.

— Siempre haz sido muy madura, ¿sabes? — la miraba con admiración.

— Supongo — encogió sus hombros — ¿Qué pasará con la Universidad cuando vuelvas de la suspensión?

— Bueno, mis notas hablarán por mi — mordió su labio inferior con tristeza — El decano sabrá que decisión tomar con respecto a mi.

— Eres excelencia académica, Alex. Serían muy imbéciles si dejan que te vayas a otra — respondió con obviedad haciendo un lanzamiento.

— Ven aquí, quiero abrazarte de nuevo — Kara se comenzó a reírse dejando el balón en el suelo para que lo hiciera. Alex la prensó con sus brazos dándole un beso en su cabello — Ahora dime, ¿por qué te escapaste de clases?

— Me sentía indispuesta y con mal humor, Alex — la abrazó por la cintura.

— ¿Peleaste con Lena?

— No lo llamaría exactamente pelear. Pero sí me disgusté con ella.

— ¿Por qué eso? Si te derrites con solo verla — soltó una carcajada — Bueno, debo admitir que es un bombón.

— Lo es — ambas se rieron, pero se apagó la risa para regresar a la seriedad — En McKinley hay un profesor que quiere tenerla en sus pantalones.

— ¿Qué? — se sorprendió alejándose para mirarla a los ojos — Eso es ilegal, Kara.

— Hoy tuvo una erección porque Lena estaba exponiendo — hicieron una mueca de repulsión — Lena sigue sin creer que él sea capaz de cruzar la línea con ella.

— Mhm, sí. Eso es bastante preocupante — admitió recordando Jossy, su ex mejor amiga — ¿Alguien más lo sabe?

— Samantha, su prima Quinn y sus mejores amigas — puso su pie encima del balón — No me lo soporto, si tú lo vieras como la mira. La desnuda con los ojos, pasa rozándola cuánta oportunidad se le presente — Alex frunció su ceño.

Una Perdedora Como Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora