Capítulo 1: Vayamos Juntos.

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¡Buenaaaas! Vengo con otro fic SaruMi. Amo tanto esta pareja ♥ En fin, tengo poca imaginación, así que para tener ideas tendré que abrir mi cerebro más o menos. Pero sí, tengo muchas cosas en mente. Trataré que esto dure lo suficiente. ¡Disfruten!

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CAPÍTULO 1:

—Me… me iré de HOMRA.

Le costó un poco decirlo, ni siquiera podía mirar a su mejor amigo a los ojos. Sólo miraba el suelo, impaciente por alguna respuesta del pelinaranja.

—¿Pero... por qué?— Después de un gran silencio incómodo decidió responder un poco subido de tono, pues no le agradaba mucho la idea.

—No es lo mío, no me agrada.

—Ah...— Suspiró. —Es por el fuego, ¿verdad?

El pelioscuro lo miró sorprendido, al fin decidió dirigirle la mirada. Le temía al fuego, desde hacía ya varios años y, por supuesto, HOMRA era completamente fuego. Se tranquilizó cuando su amigo recordó aquello.

Aunque yendo más a fondo existía otro problema. Fushimi se había unido a HOMRA originalmente para estar más cerca de Yata, pero pasó el tiempo y éste se distanció. La única persona que estuvo verdaderamente a su lado, se le iba de las manos y ya no lo soportaba.

Se hacían llamar mejores amigos, pero ellos no lo sentían así. Tuvieron su primer beso juntos. Aunque fue un accidente, eso marcó algo importante en sus vidas. Luego del incidente, cada vez que Fushimi se quedaba a dormir en el departamento de Yata terminaban entre suaves caricias y besos, que a la mañana siguiente olvidaban repentinamente. Hacían de cuenta que aquello no sucedía, o que lo hacía en su mente, pero era real y jamás lo quisieron admitir. Primero eran sólo noches, y después cada vez que encontraban la oportunidad estando solos. Pero siempre luego de aquello actuaban como si sólo había sucedido en su imaginación, un caos psicológico. Ambos se querían mucho, o al menos Fushimi estaba seguro de que quería mucho a Yata, así que no lo quería perder.

—¿Y qué harás si te vas?

—Pensé en ir a Scepter 4.

—…

Otro silencio incómodo, no tan silencioso. Se encontraban en un callejón y en la salida de él se veía una calle, no era un ruido muy importante pero de vez en cuando se escuchaba el pasar de los coches.

Habían aceptado a Fushimi en Scepter 4, pero su idea era estar junto a Yata, no separarse. Sabía que si se quedaba en HOMRA, lo ignoraría y le seguiría doliendo cada vez más y más hasta ya no aguantar. Pero si iban ambos al sector azul, tenía la esperanza de que la situación mejorara. No le estaba impidiendo a su amigo tener amistades, sólo que no se sentía cómodo de ninguna manera. Estaba asustado y abandonado, cualquier lugar era mejor que HOMRA para él.

Al ver que el pelinaranja no contestaba, tuvo que soltar aquello que tenía en mente.

—Quería que vinieras conmigo.

Yata lo miró extrañado. Fushimi sabía que le sería difícil dejar todo de HOMRA, y también se le cruzó por la cabeza que no lo aceptaría, que lo odiaría por aquella decisión. Dos opciones y ambas cambiaban rotundamente la vida de ambos. Sólo le quedaba esperar la respuesta.

—Quizás… no es mala idea.

Por dentro estaba demasiado feliz, pero el pelinaranja no había negado ni afirmado.

—¿Entonces qué harás?

Necesitaba una respuesta rápido antes de enloquecer. Yata miraba al suelo, cerró el puño notándose concentrado, tomó aire ya decido en contestar.

—Lo haré por ti.—Posó el puño cerrado sobre el tatuaje de Fushimi. Éste miró aquella marca extrañado.

—Quémalo.

Yata abrió los ojos como nunca y quitó su mano de sobre el pecho del pelioscuro, estaba sorprendido.

—¿Por qué?

—Ya no lo necesito, hazlo… por mí.

Bajó la cabeza pero seguía mirando al pelinaranja a los ojos. Desabrochó un poco su camisa dejando completamente a la vista el tatuaje, el que lo marcaba como miembro del clan rojo. Quería que Yata lo quemara con sus propias manos, pero se veía un poco asustado. Acercó la mano de su amigo al símbolo que estaba en su pecho y la posó allí.

—Hazlo, por favor.— Cerró los ojos con la mirada en alto.

El pelinaranja alejó un poco su brazo y una llamarada de fuego comenzó a surgir de su mano. Miró a su amigo un poco preocupado, sabiendo que le tiene miedo al fuego lo quería quemar igual. Respiró hondo, vio como el pelioscuro seguía con los ojos cerrados. Con sólo unos dedos lo tomó de la mandíbula y lo besó. Luego posó la mano encendida de fuego sobre el símbolo rojo del otro. Había pensado que si esos besos eran de los que se olvidaban, también el recuerdo de quemar a su mejor amigo se iría también.

¿tanto mal le había hecho HOMRA? Sí que le había hecho mal, el mayor daño fue el intento de quitarle lo que más apreciaba, su querido Yata Misaki.

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Súper corto, y eso que odio escribir capítulos cortos. Pero bueno, los prefiero así para no estresarme cada vez que escribo. Me pasó una vez (xD), y no cometeré el mismo error de nuevo. Espero que les haya gustado, si comentaran algo me harían súper feliz. Nos leemos pronto :3

[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora