[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]

[Parte 2] Capítulo 17: Otra Vez, No.

Me quedé medio ciega escribiendo esto, la Saruhikitis me está afectando bastante... ¡Denme los lentes, por favoooor! D:

Sin decir más, ¡Disfruten! :3

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Y estaban viniendo. Casi todo el maldito clan de HOMRA se dirigía hacia donde los cinco azules se hallaban, pues Yata los había llamado. Saruhiko estaba hecho pura furia, no quería verlos... y menos tenerlos cerca.

No llegaron a acercarse mucho más, Misaki ya se había ido corriendo a buscarlos.

"0 puntos, Misaki"

Así pensaba el pelioscuro, estaba totalmente decepcionado de su chico, lo estaba dejando de lado... De nuevo.

Saruhiko terminó hundiendo la cabeza entre sus brazos que estaban apoyados sobre la mesa. La tristeza y el enojo se apoderaban completamente de su cuerpo, decidió cerrar los ojos e imaginar que nada estaba sucediendo. Que nunca habían aparecido los rojos, que si hubiesen llegado a estar cerca de Misaki éste los hubiese ignorado, como él hubiera hecho. Así, cerró los ojos y se forzó a imaginar que todo estaba bien.

—Happy Birthday... —Escuchó aquella voz, ese acento inglés. Levantó la cabeza y ya hasta se esperaba a Eric parado a su lado.

—Tsk, ¿Cómo lo sabías? —Se refregó los ojos, el estar en plena oscuridad bajo sus brazos le dio ganas de dormir.

—Yata estuvo hablando de eso últimamente, acaba de decir algo sobre eso además. —Algo de alivio se reflejó en los ojos dormidos de Saruhiko— Él quería que tuvieras una linda fiesta de cumpleaños.

Sí, eso quería Misaki, que Saruhiko tenga un lindo cumpleaños. No tenía planeado que se encontraría a la gente de su antiguo clan, pero como no los odia, es más, hasta los quiere un poco, no pudo evitar querer saludarlos y entablar una pequeña conversación... Que se estaba volviendo larga. Simplemente no le veía el lado malo a eso, y no pensó que a Saruhiko sí le molestaría.

Andy, Akiyama y Neko no le dieron importancia a la llegada de los de HOMRA. Pero la pelirrosa notó al rubio de los rojos al lado de Saruhiko.

—¡Ohhh! —Neko se paró y se acercó a Eric.— ¡Tú eres el de aquella vez! ¡El del hospital! ¡El que salvó a Saruhiko-kun! —Se le iluminaba el rostro cuando decía eso, había pasado bastante tiempo desde que no veía al rubio, y hasta ella se sorprendió de recordar su rostro casi completamente.

—Tsk, no me salvó de nada... —Aclaró el pelioscuro.

Eric sonrió, y sí, él también recordaba a la pelirrosa por la misma razón. Se dirigió a entablar una conversación con ella, mientras, Saruhiko seguía cabizbajo. No dejaba de pensar en que Misaki no estaba con él, todavía estaba hablando con los rojos y... Principalmente con el rey rojo, Mikoto Suoh. No podía asimilar todavía que lo estaba ignorando el día de su cumpleaños.

Ya que Neko estaba conversando con Eric, Saruhiko estaba en su mundo de depresión absoluta, Yata estaba con los rojos y Andy estaba jugando con su preciada consola de videojuegos portátil, Akiyama había quedado sentado mirando al cielo. Visualizó al frente, Saruhiko no levantaba la vista ni por casualidad.

—Fushimi-san... —Llamó al menor acercando su cuerpo la la mesa.— ¿Estás preocupado, verdad?

No obtuvo respuesta del pelioscuro, pero sabía que lo había escuchado. Suspiró pesadamente y continuó.

—Sabes que Yata te quiere, sólo se encontró con sus viejos amigos y quiso hablar con ellos. No creas que te va a abandonar.— Al escuchar eso Saruhiko echó una leve carcajada.