Capítulo 3: Neko.

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¡Hola! Antes que nada gracias por los comentarios, recién ahora los leo jaja mmm tardé un poco en escribir este capítulo porque es un poquiiiito más largo. En fin.. ¡Espero que les guste! ♥

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Al día siguiente la tormenta había dejado sus huellas. La temperatura había disminuido muchísimo, se veían caer gotas todavía en la ventana y la planta baja de Scepter 4 estaba algo inundada. Fushimi y Yata fueron a desayunar al comedor. El pelinaranja estaba completamente abrigado, hasta llevaba un gorrito y bufanda de lana, junto con una campera completamente de abrigo.

—Misaki, ¿No es mucho?— Fushimi se sentaba al lado de su amigo, no desayunaba pero iba al comedor para no estar solo. Apenas era el segundo día, no conocían a nadie.

—No quiero enfermarme.— Dijo Yata con la boca llena de galletas de chocolate. Comía desesperadamente, tenía restos de chocolate en las comisuras de sus labios.

—Tsk.— Quejándose, el pelioscuro con sus dedos limpió la boca de su amigo. Este último bajó la cabeza sonrojándose un poco.

En ese momento, escuchan que la puerta del comedor se abre y todos los demás que estaban allí se callaron. Munakata había entrado, y no estaba solo. Con una correa paseaba a un… ¿Gato? Sí, atravesó el comedor paseando a un gato rosado. Todos fijaron la vista en él, y el pequeño animal cuando vio a Yata se alteró un poco queriendo acercársele.

El pelinaranja quiso tocarlo para que se calmara, pero no llegó a hacerlo. El rey azul lo tomó y se lo llevó en sus brazos.

—Es un strain.— Dijo el superior dirigiendo la mirada a Yata.

Luego prosiguió a retirarse de la habitación junto con el gato, que era un strain. Éste seguía mirando a Yata, quizás realmente le había agradado.

—De seguro pensó que eras de su familia, pareces un peluche con todas esas cosas puestas.— Fushimi se burlaba de su amigo.

—Qué gracioso, si te enfermas te las arreglarás solo...— Y siguió comiendo.

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Aquella tarde habían ya empezado a hacer sus trabajos. Hacer unos pequeños informes para principiantes, para Fushimi eran muy fáciles pero Yata había quedado muy exhausto para la noche.

Finalmente ambos supieron dónde se encontraban los botones que encendían las luces de la habitación. Uno estaba al lado de la puerta, ¿Cómo no lo vieron?; otros dos estaban al lado de cada cama, es decir, uno arriba y otro abajo del lado de la pared; y luego había un escritorio al costado de la cama que tenía su propia lámpara. Luces por todos lados, y la noche anterior no habían encontrado ni una.

Decidieron ir a dormir, apagaron todo y ambos durmieron en sus respectivas camas. De pronto Yata escucha el sonido de un cascabel en el dormitorio, se acercaba cada vez más y más. Le entró la curiosidad y no dudó en encender la luz de su lado. Vio que sobre el escritorio estaba el gato rosa que en la mañana había llevado Munakata al comedor.

—Hola pequeño, no deberías estar aquí.

—Miau...— El gato parecía quejarse.

Fushimi se había despertado también, pero seguía acostado.

—Tsk, ¿Qué haces a esta hora Misaki? Por favor duerme.

—Pero mira, ¡Está el gato de hoy a la mañana!

Yata estaba un poco emocionado con el asunto del animal, sabía que no tendrían mucha oportunidad de lidiar con animales en donde estaban y que tenían que aprovechar el momento. Aunque sabía que a Fushimi no le gustaba ningún tipo de criatura que no fuera una persona. Sin embargo, él también se puso a ver a la pequeña bola rosa que estaba sobre el escritorio.

[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora