[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]

Capítulo 8: Sentimientos.

¡Hallo! Madre mía, estoy subiendo esto a las apuradas porque, ¿saben? A mi familia se le canta juntarse siempre que tengo que subir un fic, qué mala suerte D: Por suerte ya lo tenía terminado, la vez pasada no había sido así jajaja. Bueno, ¡Disfruten!

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Yata seguía inmóvil frente a Doumyouji, ¿Había dicho que Fushimi estaba durmiendo con Akiyama o se lo estaba soñando? Pestañeó varias veces y luego se refregó los ojos, comprobaba que sí, que lo que había dicho era real. Pero no le creía, le parecía tan imposible esa situación.

—No puede ser, voy a ir a buscarlo.— Se dirigió a la puerta casi corriendo, la abrió y Doumyouji no sabía como detenerlo.

—¡Yata-san!, ¡No!— Tomó al pelinaranja del brazo, intentaba zafarse.

—¿Cuál es el problema?

Tenía razón, no había problema alguno que fuera a la habitación ya que le pertenecía a él también. Pero el problema no era que fuera, sino que fuera con esa actitud.

—Estás muy enojado. Quédate aquí, descansa, y mañana lo hablarás con Fushimi. Si es tu amigo te contará todo.— Doumyouji le hablaba a Yata de frente señalándolo.

—Agh… Está bien.— Accedió protestando un poco. Tenía muchas ganas de discutir… Pero, ¿Por qué? Seguía sin ser su asunto, aunque eso no quitaba que le diera rabia.

El compañero de cuarto de Doumyouji no estaba en la habitación desde que los dos pelinaranjas se instalaron allí. Así que Yata se acostó en la cama del ausente e intentó dormir, pero le era imposible. No sabía si la causa del insomio eran los ronquidos constantes de Doumyouji o lo que le había contado esa noche.

“E-Estaban… ¡Estaban Fushimi y Akiyama durmiendo juntos!”, recordaba exactamente aquel momento. Temblaba con sólo imaginar la situación, su corazón también se agitaba y bueno, así no iba a quedarse dormido nunca. Tenía muchas ganas de ir a buscar a su amigo, pero no podía regañarlo, no era asunto suyo. Ahí fue cuando se dio cuenta de que la palabra “amigo” en ese momento le quedaba chica. No lo decía, pero sentía algo por Fushimi porque sino no le habría dolido que estuviera con otro de esa manera, quizás lo admitía un poco pero se lo gurardaría para sí mismo, nada más.

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A la mañana siguiente Fushimi despertó en el piso, pero estaba completamente solo. Akiyama seguramente se había ido antes de que los viera alguien, en realidad antes de que los viera Yata.

“¿Qué hago aquí?” pensaba el pelioscuro. Se quiso refregar los ojos y notó que se había quedado dormido con los lentes puestos. Simplemente no recordaba nada de lo sucedido la noche anterior, y tampoco tenía cómo recordarlo. Akiyama se encargó de esconder las botellas de alcohol en una parte de la habitación que nadie viese, pero nucna pensó que Doumyouji los podría llegar a ver visto, y encima que pensara mal la situación.

A Fushimi le dolía bastante la cabeza, se levantó, vistió y ordenó todas las cobijas que estaban en el suelo para ponerlas en su lugar, luego se dirigiría la comedor a buscar a Yata. Pero éste no estaba allí, había recorrido con la mirada todo el salón y no lo encontraba. Echó un suspiró y se dirigió a los baños a lavarse un poco la cara, se sentía fatal.

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Yata estaba muy cansado, apenas pudo levantarse. Había logrado, con suerte, dormir apenas dos horas. Doumyouji tuvo que ayudarlo a despertarse. Y no desayunó, se encaminó a paso lento por el cansancio a su habitación mientras cada dos pasos se le cerraban los ojos. Tenía en mente que Fushimi le diera por lo menos un porqué de lo de la noche anterior para poder por fin descansar, si no se lo explicaban no iba a estar tranquilo. Pero cuando llegó al cuarto él no se encontraba ahí, no había rastros de nada. Suspiró con alivio y se arrojó a sí mismo sobre su cama. Se sentía mucho mejor pensando que quizás nada había sucedido.