[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]

[Parte 2] Capítulo 23: Lo Siento.

¡Hallo! He vuelto lo más rápido que pude >w< Quizás este capítulo no sea muy largo, pero si actualizo pronto no tendrán problema... ¿Verdad? jeje. Bueno, sin decir más por ahora, ¡Disfruten! ♥

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El bar entró en un completo silencio, todos se habían quedado mirando a Saruhiko en la puerta de entrada. Éste encontró casi automáticamente a Yata y se le quedó viéndole con sus ojos rojos e hinchados, como si no hubiese dormido en días. En realidad se trataba de otra cosa.

Mientras, Yata no dejaba de fulminar al pelioscuro con la mirada. Seguía temblando, cerró uno de sus puños como si fuese a darle una paliza a alguien. Pero sólo cerró los ojos y tomó aire profundamente, para luego levantarse del asiento de la barra y dirigirse hacia la puerta, hacia Saruhiko.

—Vamos. —Le dijo y salió de HOMRA. El pelioscuro lo siguió desde atrás, cerrando la puerta con mucho cuidado y preocupación.

Todos los rojos que estaban allí quedaron muy confundidos. Pues, en su mayoría, no tenían ni idea de que Saruhiko y Misaki mantenían una relación. Le dieron un poco de importancia, pero al instante se olvidaron y todo siguió su rumbo.

—Ay, Totsuka. No te sientas mal, no es tu culpa. —Kusanagi trató de hacer sentir mejor al rubio mientras limpiaba una copa.

—Es que... Kusanagi-san... Yo no tendría que haber hablado. —Era la primera vez que Totsuka se sentía tan mal, no mostraba su sonrisa tan cálida.

Anna hasta se vio preocupada por eso y se acercó a los mayores, metiéndose en la conversación. Suspiró, bajó la cabeza y cerró los ojos.

—Va a volver. —Dijo la albina como si se le hubiera escapado un pensamiento.

Kusanagi y Totsuka miraron a la pequeña extrañados. Awashima, quien también estaba cerca, también volteó a ver a la pequeña.

—Anna, ¿Qué quieres decir con "va a volver"? —Preguntó Kusanagi, pues aquello tenía infinidades de significados.

—Va a volver. —Dijo y se alejó de los mayores. En verdad que era lo único que tenía para decir, ni que pudiese ver muy claramente qué sucedería o cómo.

Se limitaron a ignorar aquello. Totsuka volvió a sonreír, no importaba mucho ya que Anna siempre había tenido esa actitud de decir las cosas por la mitad y dejar "colgados" a todos. Ya era costumbre.

La reunión en HOMRA continuó, la diferencia era que Yata se había marchado de allí.

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Yata y Saruhiko iban caminando por la calle, callados como nunca antes. El mayor se limitaba a mirar al frente con el entrecejo fruncido, y marcaba sus pasos como si estuviese a punto de estallar. Mientras tanto Saruhiko estaba cabizbajo, tratando de seguir el ritmo del otro. De vez en cuando giraba los ojos y lo miraba, realmente le dolía verlo tan enfadado. Además, Yata estaba sólo con una camisa puesta en una de esas noches de bastante frío. Saruhiko quería darle su abrigo, pues, el ataque de ese día, más el frío, sumado a las heridas, no eran buena combinación. Pero no lo hizo, sintió que sería demasiado.

—Misaki, ¿Sucedió algo? —Realmente no tenía ni idea de por qué estaba tan enojado, se suponía que él quería que fuese a HOMRA y al fin al cabo fue... ¿Cuál era su problema ahora? Pensó que, quizás, algo había sucedido allí dentro.

—No. —Fue una respuesta corta, Yata no tenía muchas ganas de responderle a Saruhiko. El enojo lo superaba.

Saruhiko cada vez se sentía más mal consigo mismo. Tuvo que aguantar que Yata fuese a HOMRA, que luego Akiyama le reprochara que hacía mal las cosas y que fuese a disculparse. Y al final, ir al bar parecía haber empeorado las cosas. Tenía la mirada triste, se dio cuenta de que Yata había dejado de caminar tan acelerado. Pensó que se había logrado calmar un poco, así que acercó su mano a la del pelinaranja. La rozó con sus finos dedos, estaba a punto de tomarla. Pero Yata alejó el brazo, metiendo la mano en el bolsillo del pantalón que llevaba. Saruhiko chasqueó la lengua, enfadado y triste. Ahora sí, se dio cuenta de que Yata de verdad estaba enfadado.