[K Project] Con Espada en Mano [SaruMi]

[Parte 2] Capítulo 24: Juegos Del Subconsciente.

¡Hallo!, ¡Volví! :D Escribí un capítulo larguito a mi gusto. Siento no haber podido actualizar antes de irme de viaje u__u Pero bueno, aquí está el capítulo. ¡Disfruten! ♥

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Entonces Yata se dirigió a hablar con la única persona que iba a poder ayudarlo en ese momento. Con el Rey Azul, Munakata Reisi.

Caminaba por los silenciosos pasillos de Scepter 4 derramando lágrimas, junto a una expresión de pura tristeza de lo más notable en su rostro. Estaba mucho más triste que enfadado, ya no sabía qué hacer con Saruhiko. Quería estar siempre a su lado, pero también estar junto a sus amigos. Quizás las cosas serían más fáciles si el pelioscuro lograse llevarse bien con HOMRA, pero no, parecía hacerle la contra a Yata con las amistades. No tenían ni un amigo en común, sólo conocidos. Y eso complicaba demasiado las cosas. Yata tenía que elegir entre uno de los dos, amistad o amor. Pero él quería ambos.

Si le preguntaban si lo quería a Saruhiko, respondería que lo amaba. Pero si le preguntaban cómo lo amaba... No sabría qué responder. Simplemente le era difícil entender el tipo de relación que en este momento llevaba con Saruhiko. Habían pasado años y años siendo mejores amigos, con sus típicos roces y besos que se olvidaban al instante. Y luego, esos roces y besos se volvieron lúcidos. Ya no podían llamarse amigos, pero Yata jamás lo asimiló de otra manera.

Hay una diferencia entre amigos y... esa palabra que Yata no podía siquiera modular, ¿Por qué tan así?, ¿Lo veía a Saruhiko como su... eso que no nombraba, o como su amigo con derecho todavía? La cabeza le daba vueltas y vueltas. La reunión de HOMRA parecía ser de pura amistad, claro, era porque iban a estar entre amigos. Y Saruhiko había sido invitado con Yata... ¿Siendo algo más? No lo sabía, generalmente no se mezcla el amor con las amistades. Entonces... ¿Saruhiko era considerado un amigo?

Su consciencia en estos momentos lo traicionaba. Llegó al punto en que no sabía qué pensaba de Saruhiko, de cómo lo amaba, de qué esperaba de él... De qué eran ambos realmente. No le entraba en la cabeza que estaban en una relación más allá de la amistad, parecía haberse estancado en el pasado. Aunque los sentimientos sí habían fluído como los de una relación, parecía que Yata no lo había nunca tomado en cuenta así.

"Tú eres la persona que más quiero en este mundo", eso le había dicho a Saruhiko antes de irse. Pero antes de eso iba a decir otra cosa.

"¿Piensas que voy a dejarte por ellos? No es así, ellos son mis amigos y tú eres mi...", y la frase quedó ahí. No, no iba a decir la palabra que Saruhiko esperaba... Sino, lo que inconscientemente pensaba.

"Ellos son mis amigos y tú eres... mi mejor amigo"

Se había dado cuenta que estuvo a punto de decir algo malo, pero... ¿En verdad lo seguía considerando su mejor amigo? Cada vez más dudas en su cabeza lo amenazaban y necesitaba un respiro.

Tocó la puerta de la oficina del rey teniendo la esperanza de que estuviese todavía despierto, pues ya eran horas de madrugada. Y tuvo suerte, él se hallaba allí.

—¿Yata-kun? Es raro verte por aquí. —Pues sí que le era raro, el pelinaranja jamás había buscado ayuda del capitán durante sus varios años siendo clansman azul.

—Necesitaba hablar con usted. —Dijo con un tono bastante triste.

Seguía con sus ojos algo rojos, había estado derramando lágrimas por lo que había sucedido con Saruhiko y por lo que él estaba por hacer. Estaba asustado, pero bastante decidido.