10-LO QUE PASA EN EL COCHE SE QUEDA EN EL COCHE

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Mi primer día como niñera. Porque sí, a pesar de no ser amiga de Tyler acabé aceptando ese trabajo.

Después de lo que pasó el viernes por la tarde mi cabeza no paraba de pensar en lo mismo, ¿esa tal Karla era novia de Tyler?Pues por los celos que ella misma demostró se veía que lo que tenían no era cosa de un día y ya.

Antes de salir de mi casa para ir a la de Tyler le envíe un mensaje a Liz diciéndole que me avisara cuando llegase al instituto. Ella estaba muy emocionada porque le aceptaron el traslado, pero lo que no le emocionaba tanto era eso de socializar, pero para todo hay solución.

En cuanto el frío de la calle me abrazó me arrepentí inmediatamente de no haber cogido un abrigo, aunque no era mi culpa que no aparentase hacer frío, y eso que todavía no estábamos en invierno que era cuando más bajaban las temperaturas.

Segundos después de tocar el timbre,una mujer alta de pelo oscuro recogido en un moño bien hecho y ojos azules me abrió la puerta con un café en la mano.
—Buenos días, soy la chica que cuidará de Mackenzie West.

—Buenos días cariño.—me sonrió—yo soy Violet, la madre de Kenzie y Tyler, tú debes ser Leanny.

—La misma.

En cuanto me abrió las puertas de su casa me dijo en donde estaban esos dos.

Subí las preciosas escaleras negro mate hasta llegar al tercer piso.

Le di tres golpes a la puerta.

—¡Pasa!

Así que esta era la habitación de Tyler...

No me la imaginaba tan ordenada, de hecho, me la imaginaba no tan ordenada y con todo de color oscuro (como su alma), pero era todo lo contrario, además, se parecía a la habitación de invitados en la que me había quedado, solo que está tenía un toque varonil, incluso su olor.

Tyler intentaba amarrar el pelo largo de su hermana en dos moñitos, pero en cuanto la niña me vio salió corriendo hacia a mi, haciendo que sus dos moños mal hechos se deshicieran.

—Buenos días.—Canturreé de buen humor.

—Buenos días, Barbie.—Me abrazó la niña.

Tyler me pidió que yo peinara a Mackenzie mientras que él se aseaba.

—Hay elásticos en uno de los cajones de la mesilla.—Me dijo Tyler señalando una mesilla de noche de cuatro cajones.

El primero que abrí fue el cuarto cajón, pero al parecer ahí no estaba lo que yo necesitaba, ese cajón estaba repleto de preservativos de una talla poco habitual...

—En ese no, en el de arriba.—Se rió Tyler mientras que yo me hacía pequeña en mi sitio, muriéndome de vergüenza.

Después de que cada uno terminó de preparase nos fuimos al garage donde habían dos coches y una moto.

Los tres nos subimos al Land Cruiser negro que supuse que era de Tyler.

—Tyler, ¿puedes poner la calefacción?—Tirité cuando estábamos en la autopista.

—¿Tienes frío, o qué?—Ya empezamos...

Le miré fijamente en busca de un poco de inteligencia.

¿Todo es efímero? ANTIGUA VERSIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora