Aggg, no me quería ir de allá, yo me quería quedar con mi familia, pero eso no podía ser, era obvio. Pero bueno, todavía tenía ese y otro día más allí.Vaya desgracia era estar recién despertada y lo primero que una ve es a su primo mayor riéndose de una como si realmente diera risa.
—¿Se puede saber que haces aquí a estás horas?—No era muy temprano pero tampoco se solía esperar visita a esas horas. Y menos por parte de Nate.
—Sorpresaaa. Nos vamos a los karts.
—¿¡Estás loco?! Hay escarcha por las carreteras imbécil.
—Me da igual. Venga, vístete que estás tardando.—Puse los ojos en blanco y volví a mi habitación para vestirme.
Hubiese seguido quejándome, pero quería pasar el mayor tiempo con todos.
Si en Oakland hacía frío imagínense en Toronto. Ahí estornudabas y salían mocos helados. Por eso me puse algo que podía hacer que no tuviera frío. La sudadera de mi novio.
¿Qué perfume usaba ese chico que la sudadera seguía oliendo a él?
Antes de salir de casa le envíe una foto a Bry que básicamente me había obligado a contarle todo y cada una de las cosas que hacía. Otra de las cosas que queríamos hacer era venir a Toronto juntas, y confiábamos en hacerlo antes de irnos a la universidad.
Yo sabía perfectamente donde estaban los karts porque habíamos ido más veces, pero el camino que estábamos tomando no se parecía en nada al que debíamos tomar. Algo no me cuadró cuando me di cuenta de que mis otros primos no estaban. Y eso era raro porque cuando solíamos hacer este tipo de cosas ellos siempre estaban ahí.
—¿Me vas a raptar, o cómo va la cosa?
—Eso ni de coña. Es más, a nadie se le ocurriría raptarte, y si lo hacen a los tres segundos te devuelven.
—¿Entonces a donde vamos? Porque ya me queda claro que a los karts no iremos.
—Vamos a unas naves de nuestras familias, y para que no me preguntes para que ya te lo digo yo: para ir a buscar tú diario.—¿Mi diario? Recuerdo que lo había tirado a la basura cuando supe que eso no me iba a ayudar en nada. Nate al ver mi confusión siguió hablando.—Tú padre lo cogió, y lo guardó.
—No entiendo el porqué tuvo que guardar esa máquina de autodestrucción. No creo que sea buena idea ir a buscar esa cosa.
—Hablé con tu padre, y me contó que te notaba feliz, pero a la vez decaída. Estas que no cierras ciclos, y no te mereces estar así.
—Es fácil decirlo cuando tu familia siempre ha estado para ti. Yo no, yo solo me tengo a mí, Nate.
—Y por eso también vamos a ir a buscar el diario. Porque ahí hay cosas de las que no te acuerdas, porque ahí hay cosas de tu madre. Y antes de que digas nada... pienso ayudarte a saber el porqué cambió contigo. Porque ella sí te quiere, pero hay algo en medio, hay algo demasiado raro.—Puede ser que tuviera razón... Pues uno no cambia de la noche a la mañana.
Nos metimos en uno de esos trasteros. Para ser un trastero no se veía mal, estaba ordenado y limpio.
Nate y yo comenzamos a buscar el diario pero por alguna otra razón el destino quiso que viéramos otras cosas. Una caja enorme con el nombre de mi madre.
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¿Todo es efímero? ANTIGUA VERSIÓN
Teen FictionESTE LIBRO TIENE UNA VERSIÓN MEJORADA Y EDITADA (RECOMIENDO LEER ESA QUE PODÉIS ENCONTRAR EN MI PERFIL) ¡ESTA VERSIÓN NO ES LA RECOMENDADA EN TIKTOK! Mamá no me quiere,papá está lejos,problemas de instituto,problemas en el mundo... La vida de Leanny...