6- FRÍO

212 15 2
                                    


Cuando me desperté ya todos estaban despiertos, bueno, casi todos porque Bry seguía durmiendo como un bebé.

¿Pero qué le había pasado en la cara?Parecía un unicornio moribundo.

Mientras la sacudía para despertarla pasé mi mirada por todos los chicos tratando de encontrar al culpable.

En cuanto Bry abrió los ojos la arrastré hasta el baño. Sabiendo que si se enteraba de la obra de arte que tenía en su cara por otra persona podría arder Troya.

—¿Pero qué ha...? —En cuanto se vio en el espejo sus orejas se tiñeron de rojo, pero ella no era la única que estaba pintada, yo tenía cosas raras dibujadas en mis mejillas.

Bry salió del baño echa una furia, y yo no me quedé atrás. ¡No teníamos doce años para estar haciendo esas tonterías!

Todos se quedaron muy quietos al vernos echando humos. No hacía falta decir nada, todas las miradas cayeron en Tyler.

Bry en un intento de tirarse encima de Tyler acabó en los brazos de Jace.

—¡Leanny! —Este era mi momento.

Cuando estaba a punto de lanzarme a ese estúpido resultó ser que ya estaba de pie.

—¿Y tú,que me vas a hacer? Al lado mío eres una hormiga, Gargamel.

¡Toma! Le di una patada en la canilla, pero sospeché que a la única que le había dolido era a mi.

Cuando vi que Tyler se quitó la blusa sentí el verdadero terror, en las películas cuando hacían eso era porque le iban a dar una paliza a alguien. Pero de un momento a otro él me estaba cargando a su hombro como un saco de papas. A ver, lo cierto es que desde ahí tenía buenas vistas...

El frío recorrió todo mi cuerpo haciendo que me erizara por completo.

—Con esto se te deberían bajar los humos.

Cuando levanté la vista pude ver que se dirigía hasta la piscina.

—¡No, Tyler, no! ¡Suéltame ahora mismo pedazo de gilipollas!

—Pues vale.

Fue en ese momento en el que el agua me acogió. Inmediatamente empecé a tiritar, y con razón, ya no estaba lloviendo pero seguía haciendo frío.

Estábamos en la parte profunda pero por suerte pude agarrarme a un borde de la piscina.

Tyler se acercó a mi con una sonrisa de malicia, ya me acostumbraba a vérsela en esa cara guapa. Ahora me tenía acorralada.

Se agachó hasta que su cara quedó a la misma altura que la mía —.Si quieres hacer tu vida una competición vas por el buen camino, Gargamel. Aunque dudo que una chica como tú quiera estar todo el rato enfrentándome.

Le miré ceñuda, ¿pero este quién se creía?

—A mi como si eres el mismísimo presidente, si me buscas me encuentras así que no me tientes —Sus ojos brillaban—.Y ahora déjame salir, me estoy congelando.

—Se nota —Miró a mis pechos descaradamente. No pude evitar sonrojarme pero ni siquiera me molesté en taparme porque directamente salí de la piscina.

¿Todo es efímero? ANTIGUA VERSIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora