¿Todo es efímero? ANTIGUA VERSIÓN

30-FLUIR O LLORAR

—Tyler, despiértate ya, venga.—Llevaba como una media hora sacudiéndolo, y nada, no colaboraba. Sabía que estaba despierto, no paraba de dar vueltas en la cama cada vez que le movía.

Despertarme junto a él era lo mejor, pero era lo mejor cuando no teníamos prisa. Eran las tres de la tarde y ni siquiera habíamos almorzado, y por si no se acordaba teníamos un cumpleaños.

Suspiré ya frustrada y me limité a pincharle una mejilla con mi dedo, ganándome una hermosa sonrisa por su parte. No pude evitar sonreír yo también, era algo contagioso.

Me tumbé encima de él y apoyé mi cabeza en su pecho. Su mano fue directa a mi pelo.

—¿Dejaste de ser Gargamel para ser un gato?—Mierda, estaba ronroneando como una tonta.

—¿Y tú puedes dejar de ser un bebé para volver a ser el Tyler normal?

—No.—Primera vez que veía a Tyler hacer puchero.

Me quité de encima de él y me tumbé a un lado de la cama, en posición fetal.

Que malos recuerdos...

Rápidamente me quité de esa posición haciendo que Tyler se diera cuenta.

—¿Estás bien?—Asentí sin darle importancia.

Me levanté de la cama cuando supe que Tyler no se iba a levantar.

—Te juro que como lleguemos tarde...—Le señalé con los ojos entrecerrados.

—Tenemos que estar allí a las seis y media, Gargamel, relax.

—No importa. A las seis tenemos que salir de aquí y antes de eso nos tenemos que preparar.

En un abrir y cerrar de ojos Tyler ya estaba sentado en el borde de la cama, frente a mí.

¿Hablamos de lo bien que se veía sin camisa y con esos tatuajes en sus brazos?

Bueno no, porque me podría pegar hablando de eso una eternidad.

—¿Qué quieres comer?

—¿Qué quieres comer tú?—Odiaba que no respondiera y me diera a mí el protagonismo.

—No tengo hambre, ¿qué quieres comerte tu?

—A ti.—Me agarró por la cintura a la vez que se ponía de pie.

Chasqueé la lengua.—Te voy a hacer una ensalada y te callas.—Le aparté de mí empujándolo un poco por el pecho, burlona.

•••

Definitivamente Tyler y yo parecíamos una pareja de película.

Yo iba vestida con un pantalón bastante ajustado en color negro a conjunto con un top, y Tyler iba con una camisa de cuello que se ajustaba muy bien a su definido cuerpo.

No podía parar de repasarle de arriba abajo mientras él conducía.

—A ti no te gusto, a ti te encanto.—Me sonrió con picardía. Sí, me encantaba.—Por como me miras diría que estás obsesionada conmigo.