Sunaosa

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¿Te has enamorado alguna vez?

¿Has experimentado siquiera la atracción hacia alguien?

¿Has tenido pareja?

¿Te enamoraste de tu amigo?

¿Sentiste imposible estar con esa persona?

¿Lloraste por amor?

¿Deseaste dejar de existir solo por amar?

¿Deseaste ser otra persona?

Suna Rintarou se sentía así, cada vez que miraba a Osamu, ya sea rematando, bloqueando, sacando, estirándose, durmiendo en clases, comiendo; siquiera Miya Osamu respiraba y Rintarou más se enamoraba. Era como la motivación del día a día que tenía Suna, por él se levantaba, para ver su cara asistía a la escuela, comía porque él le reclamaba. Miya Osamu, no descifra cómo se enamoró de él, sucedió de un día para otro. Tal vez fue en una pelea con su hermano, tal vez un gran remate que hizo, tal vez su sonrisa, tal vez cuando comía, tal vez cuando estuvo a su lado, tal vez cuando lo vio en su mismo salón; habían muchos tal vez, pero no una respuesta.

Para Suna, el amor es cruel, ¿por qué? Fácil, vives tu vida atormentado, pensando en si la persona a la que amas algún día se alejará de ti, o tal vez consiga pareja y tú te quedes a un lado, también podía burlarse de tus sentimientos. Es una mierda estar enamorado, sufrías constantemente, ¿por qué existe el amor?

—Aléjate de Osamu-kun— escuchó de una chica, miró hacia ella y la reconoció, siempre salía del salón de Atsumu para ir con Osamu.

—¿Disculpa? —preguntó confundido, ¿qué derecho tenía ella de exigirle alejarse de la persona dueña de su corazón?

—A Osamu-kun no les gusta los... desviados como tú— golpe bajo, pero él conocía al Miya, además, media preparatoria sabía que Suna Rintarou era gay, es obvio que Osamu escuchó aquello y no le dio importancia.

—No eres quién para decirme que me aleje de él.

—Soy su novia— su corazón de detuvo, no podía respirar bien, miró a la chica de pies a cabeza y... Dios, ¿por qué las lágrimas llegaban ahora? Nunca le preguntó su sexualidad al de cabello gris, nunca hablaron de eso, así que no sabía qué mierda era Osamu, ¿tal vez bisexual? De ser así, aún tenía posibilidad, ¿no?

—Oh, Mai-chan, ¿cómo estás? —era la voz del rubio, con el tiempo pudo distinguir a ambos hasta en el tono de voz, giró su mirada, el rostro de Atsumu pasó de una sonrisa a preocupación—. Rin, ¿qué sucedió?

—¿Osamu está saliendo con alguien? —Atsumu golpeó su cabeza.

—Rin, yo... mierda, te iba a avisar... —tartamudeaba con culpa Miya Atsumu, Suna asentía entendiendo todo...

—¿Desde cuándo? —volvió a preguntar.

—Hace tres días, ay qué pena, no confía en ti y eso que eres su amigo, bueno, tengo que irme, adiós Atsumu-kun, nos vemos— se despidió la chica con una sonrisa.

Las lágrimas no paraban de caer de los ojos de Rintarou, ¿por qué tenía que ser así de cruel el amor? ¿Por qué pensó en un final feliz con Osamu?

Sus padres hablaban de menos sobre su amor, que prontó pasará y que debe olvidar todo; un adulto, por más que quiera, no comprenderá a un joven como lo era Rintarou, ellos no sentían el dolor de su hijo, tampoco intentaban ponerse en su lugar, ellos miraban desde su denominada "experiencia", pero olvidaban que su hijo no era como ellos; su único soporte en aquel segundo año de preparatoria era Miya Atsumu, con él hablaba, con él lloraba, con él reía, con su amigo lo hacía...

Cortos Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora