Cortos Haikyuu!!

Sakuatsu

De primera quiero decir que, pensemos que Psique no logró salir del inframundo, por lo cual, no se casó con Eros.

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Cupido, Eros y Amor, tres conceptos que se han usado para describir a una sola persona, sin embargo, ¿si aquellos tres fueron distintos? Cupido, cuya etimología gira en torno al deseo; Eros, según se cree, responsable del amor sexual y tal vez de lo erótico; Amor, bueno, ni explicar esto podría... 

Cupido y Amor siempre buenos amigos, ambos eligiendo, desde varios años, quiénes debían estar juntos. 

Ay, muy repetitivo sería decir "Cupido esto" y "Cupido lo otro", por qué no mejor nos guiamos por el nombre que muchos Dioses conocidos manejaban, Sakusa Kiyoomi. 

Sakusa y su amigo Suna -Amor- solían dedicarse a observar a las personas, luego opinaban y juntaban a parejas. Primero Suna lanzaba su flecha, para que las personas lograsen sentir la calidez en el pecho, el sonrojo al observar a cierta persona; luego era Sakusa quien lo hacía, provocaba deseo en sus víctimas, que ansiasen estar con quienes aman y bum, una nueva pareja formaban ambos amigos. Aunque bueno, no era mucha sopresa para ellos saber sobre una escena no muy apta para menores, en la cual estaba involucrado una persona que ya habían emparejado con otra. Miya Atsumu -Eros- era el causante de ello, del amor carnal, de las típicas y conocidas "aventuras de una noche"; lo cual hace que Amor y Cupido usen sus flechas grises, aquellas denominadas como "desamor", para romper la relación entre ambas personas. 

—Odio cuando se involucra, quiero decir, que use sus flechas para no sé, la noche de bodas de una pareja, no para un divorcio entre ambas personas— alegaba Sakusa mientras estaba sentado en la rama de un árbol, su amigo reía—. Ya deja de burlarte. 

—Me causa gracia que ambos, a pesar de provocar muchos sentimientos similares, son rivales y se odian— comentó Suna mientras colgaba boca abajo de una rama, la cual se encuentra un poco más arriba de donde Kiyoomi estaba. 

—Sí, lo que sea que digas... 

—Hey Cupi, ¿Has sentido lo hermoso que es el amor? 

—Ya vas a seguir, es un mortal Suna, no puedes estar enamorado de uno si eres un Dios. 

—Le suplicaré a Zeus estar con él, Kiyo, amar sabiendo que no hubo flecha de por medio es lo mejor... 

—Yo ya me voy de aquí— dicho eso emprendió vuelo, sus alas lo guiaron a un lugar alejado de su amigo, queriendo olvidar la conversación. 

"Cupido, ¿cuándo traerás a mi ser amado?", "Oh Cupido, deseo amar con el alma a alguien", "Por favor Cupido, lánzame una de tus flechas", muchas palabras así oía, la gente solo recuerda a Cupido, olvidándose de los otros Dioses que estaban involucrados. Los mortales son egoístas, siempre pidiendo algo para ellos, sin embargo, ¿se han preocupado por ese Dios que a veces sí cumple lo que piden?, Sakusa nunca escuchó un agradecimiento, nunca fue soltado un "Gracias Cupido", "Atesoraré esto Cupido" o "Gracias por escucharme", era como si todo lo que hacía fuera en vano. Claro, ellos estaban felices, ¿y Cupido qué? ¿Él solo estaba ahí para que otros sientan deseos de amarse y estar juntos? Maldita vida de mierda. 

Ha perdido la cuenta de cuántas parejas formó, desde que nació y se le fue encomendado eso, era genial, aunque, con el paso del tiempo se volvió horrible. Siempre observando y juntando, analizando y juntando; habían veces que estaba tan cansado y aburrido que lanzaba flechas al azar. 

Todos encontraban el amor, ¿y él? ¿A qué fue sentenciado? ¿Por qué no lo amaban o él siquiera podía hacerlo? Miles de Dioses rodeándolo siempre, millones de mortales que ha visto a lo largo de su vida, ninguno le hizo sentir algo como Amor siente por el mortal...