Cortos Haikyuu!!

Kagehina

Al fin publicaba algo diferente JAKAJAKAJAKAJ

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Ya era habitual, toser y hallar sangre en su mano, la removía fácilmente; nunca le tomó interés en lo más mínimo a ello, no hasta que algo inusual halló en su mano además de la sangre...

—¿Un pétalo? ¿Acaso soy una flor ahora? —musitó limpiando su boca y yendo a lavar su mano.

Miró su rostro en el espejo y negó, se veía cansado, agotado, muerto; las ojeras cada día se notaban más, tal vez debe dejar de practicar hasta muy tarde, pero si no lo hacía, no sería mejor que Shoyo... Lavó su cara y fue de vuelta al gimnasio, ya cursaba segundo año y, por petición de Ennoshita, debía ayudar a los de primero.

Él no notó cuándo todo comenzó a empeorar, mas, sus compañeros sí. Hitoka lo notaba cada vez más raro, veía como siempre tosía y botaba en un lugar alejado aquel papel con el cual se limpiaba, para la rubia era raro, aunque también, conocido...

Cada vez que Kageyama Tobio estaba cerca de Hinata, tosía; cada que le preguntaban si estaba bien, se justificaba con que solo era una tos normal, que no hay que preocuparse...

Miwa, su hermana, fue la primera que notó los pétalos salir de la boca de Tobio, le preguntó qué sucedía, mas, su hermano menor calló y no le dio importancia alguna, total, solo eran pétalos.

Por más que su pecho doliera cada vez que tosía, prefería dejarlo pasar, tal vez solo sea un virus y ya pasará...

Tsukishima, Yamaguchi y Yachi fueron los siguientes que descubrieron los pétalos, estaban reunidos por petición de la rubia, Shoyo no estaba ahí debido a que tenía que juntarse con otra persona. Kageyama tosió cuando Hinata se retiraba, sintió una opresión muy fuerte en sus pulmones, se le dificultaba respirar, mas, no paraba de toser y botar sangre. Cuando paró, Tsukishima tomó con rapidez su mano y la observó, a lo menos unos 7 pétalos había botado; la soltó y miró con sopresa a Yachi...

—Estás enamorado... —musitó Kei, Kageyama se largó a reír.

—Sí y tú no usas lentes— dijo en broma, Tsukishima demostró enojo, aunque Tadashi lo calmó y se posicionó frente al armador.

—Kageyama, te gusta Hinata, ¿verdad? —el de ojos azules negó, el pecoso asintió—. Yachi-san sentía lo mismo con Kiyoko-san, ella también tosía sangre al verla... Kageyama, esto es una enfermedad muy peligrosa.

—Estoy bien, Yamaguchi...

—No lo estás, Kageyama, en tus pulmones hay flores, están creciendo raíces, debes eliminarlos...

—Yamaguchi, también hay otra forma— fue la voz de Yachi, se notaba temor en ella, tal vez no quería volver a revivir eso—, puede confesarse a la persona que ama, te imaginas esa persona también lo quiere...

—¿Y si no es así, Yachi? Lo mejor es removerla— sugirió Kei, algo sabía él, una cosa que nadie de aquel grupo conocía.

—No me gusta nadie, ya está, solo es un virus... —murmuró Kageyama, dando fin a la conversación.

Con el paso del tiempo todo era peor, la tos de Tobio, el dolor en su pecho, los pétalos cada vez eran más, la sangre también; no podía asistir a los entrenamientos debido a que no podía controlarlo, no deseaba que su equipo se entere, debía mantenerlo oculto, sí...

—Kageyama, es momento de que te confieses a Hinata, todo irá peor si no lo haces— recomendó Hitoka, el armador negó.

—No puedo... —musitó Kageyama con la cabeza agacha.

—Vamos, yo te apoyo, Hinata debe estar en el parque— dijo Yachi con emoción, Tobio suspiró y asintió, tenía posibilidad de ser correspondido, Hinata siempre demostró mucho afecto hacia él...

Un pétalo... Su pecho dolía...

Dos pétalos... No pudo contener las lágrimas...

Tres pétalos... Mucha sangre botaba...

Cuatro pétalos... Yachi quería sacarlo de ahí...

No para de toser, no para de botar, no paraba de llorar; cayó de rodillas al suelo, su mano estaba en su boca, intentando impedir que más pétalos y sangre salga; no sentía el aire en sí, su garganta dolía en demasía, su corazón se sentía roto...

No debió acceder ir a aquel parque, aquel lugar donde Hinata estaba besando a otro chico, Miya Atsumu para ser más específicos. Todo su cuerpo dolía, todo de él estaba más que roto, era como una apuñalada para él. Alguien lo levantaba y lo sacaba de ahí, la persona no pudo ser Yachi, tenía la suficiente fuerza como para levantarlo y sacarlo.

Quería agradecer, pero ni hablar podía, aún se hallan miles de pétalos junto a sangre intentando salir de su boca, escuchó gritos, escuchó otro llanto, no prestó atención, él solo... Se desmayó...

Es cruel, amor no correspondido, saber que esas hermosas flores que uno ve son capaces de matarte; no puedes vivir mucho tiempo con esto, es capaz hasta de llevarse tu vida. No puedes respirar, no puedes hablar, solo toser y toser cada que lo ves...

Puedes tener muchos amigos o familiares que te quieren, sin embargo, si tu amor no te corresponde, debes morir de esto, así de despiadada es la enfermedad. Morir de amor, ¿quién lo creería?

La noticia de una muerte no es buena para nadie, Miwa lloraba al enterarse de lo que le sucedió a su hermano, Tsukishima reclamaba que no le hicieron caso cuando dijo que todo debía ser removido, Yachi lloraba por -sin querer- haber arrastrado a la muerta a Tobio, Hinata no pudo creer que su compañero ya se hallaba sin vida. La causa de muerte sorprendió a muchos, solo fue un "flores crecían dentro de él, las cuales terminaron acabando con su vida", no era normal, pero muchos casos así había en Japón...

Kageyama murió sin haber sido amado, murió sufriendo por algo tan bello como el amor lo es, las raíces que crecían en él terminaron dañando por completo sus pulmones, las flores que botaba le impedían que el aire logre pasar, aunque, murió recordando a aquella persona que se negó amar, sin embargo, lo hacía con locura; y aunque su último recuerdo fue ver como besaba a alguien que no era él, estaba feliz al saber que ese peli naranja lo era. Podría decirse que, por mucho dolor que sufrió, murió feliz...