Andrew despertó con la mente nublada, había pasado varias semanas desde que estaba en el Hospital Easthaven, su cuerpo lenta y dolorosamente se acostumbraba a la ausencia de las drogas, la abstinencia de alcohol lo destruía, la tortura de Proust lo fastidiaba, las pesadillas vívidas de su pasado le perseguían con insistencia y el estúpido recuerdo de Neil Josten definitivamente no ayudaba.
Sin drogas, sin polvo de galletas, sin alcohol su cuerpo le pedía con ansias algo que lo devore, que lo autodestruya, era racionalmente consiente que todo era biológico, pero la única droga que tenía a su alcance era el vago recuerdo de unos ojos azules hielo en sus visitas a Columbia, y la presión de su mano sobre una piel llena de cicatrices. Andrew dejaba que esta droga lo consumiera a diario, dejando que le nuble los pensamientos, necesitaba saber qué historias se escondían en esas líneas que había tocado, y se preguntaba qué podría haberlo atormentado tanto para que huyera, definitivamente Neil siempre era un enigma para él, necesitaba saber qué razones ocultaban esa violencia en una piel tan joven.
Le parecía que eran años desde la última vez que había estado sobrio y su mente ahora divagaba con más claridad, pensó que cuando saliera de ése lugar... si es que salía... todo estaría en su lugar, evaluaría fríamente la situación y la confusión en su mente quedaría abortada.
El día que le dieron de alta, la enfermera lo esperaba con una bolsa con sus pertenencias y unos papeles que debía firmar para el alta. Andrew puso el cargador a su celular mientras recogía el resto de pertenencias en la bolsa, no tenía mucho sentido llevarse nada, pero igual no quería dejarlo, firmó los papeles, desconectó el celular y lo encendió. La bandeja comenzó a llenarse, no había mensajes relevantes o mejor dicho mensajes de personas relevantes, así que los pocos que tenía los fue borrando sin siquiera leerlos, había uno de Bee informándole que para cuando leyera su mensaje estaría contenta por volver a verlo, Andrew borró el mensaje y pasó al siguiente, era un "Feliz Año Nuevo", lo leyó un segundo de más, cerró el teléfono aburrido, pero no borró el mensaje.
El psiquiatra de turno lo estaba esperando al pie de las escaleras y le señaló el camino a la sala de espera, él abrió la puerta, dio una mirada aburrida para saber quiénes lo habían recogido: Nicky y Aaron estaban sentados en el sillón más cercano a la puerta, luego en otro estaba Kevin que lucía con una mancha en la cara, tendría que evaluarlo en unos momentos, y luego estaba Neil, no lucía igual, era un desastre, odiaba no tener el control y no saber qué estaba pasando. Todos guardaron silencio cuando lo vieron, él se aburrió antes de esperar cualquier reacción y salió. Mientras caminaba a la salida, sentía los ojos puestos en él, simplemente no estaba de humor para aguantar la lástima de nada ni de nadie, nunca lo había hecho y había aprendido a sobrevivir aplastando todos sus sentimientos de su miserable existencia.
Botó todo lo que tenía en su maleta en el primer cubo de basura, sólo guardó el cargador y el celular, luego se dirigió a su automóvil, el cual Nicky ya abría, esperó en la puerta del piloto hasta que Kevin estuviera lo suficientemente cerca, evaluó su cara, alguien lo había golpeado más de una vez, pero era insignificante, ya lidiaría con el idiota que le había puesto una mano encima, aún tenía esa promesa por cumplir. Y sin embargo, él sabía que estaba ahí, pero no se giró a mirar a Neil, aún no.
Levantó la mano entre los asientos para pedir la llave, sintió una sarta de llaves en su piel, por supuesto eran de Neil, las tomó y arrancó el auto.
– Lo siento, lo siento, yo no... – Nicky había reaccionado ante un quejido de dolor proveniente de Niel.
– Está bien – dijo Neil, con su voz de mentiroso que Andrew reconocería a millas.
– No, no lo está. Quiero decir, Jesús ¡Andrew! ¿Ni siquiera vas a preguntar? – Andrew ni siquiera se molestó en responder, comenzaba a sentir un odio profundo en su estómago y lo único que podía hacer era manejar violentamente para calmar sus pensamientos. Decidió subir el volumen de la radio para ahogar todo, incluso sus pensamientos.
Llegaron a la Torre de los Zorros y salieron del coche, casi por un segundo no se dio cuenta que un cuerpo ágil y silencioso se deslizaba por su puerta para coger una bolsa, como un ciervo se había quedado inmóvil ante la presencia de Andrew, él echó un vistazo el desastroso estado en el que estaba Neil, se notaban las magulladuras de la cara, la postura encorvada indicaba la presencia de más daños de los visibles, se odiaba porque su estómago comenzaba de nuevo a retorcerse al verlo. Retrocedió lo suficiente para liberarlo y llamar a Nicky.
– Tú te quedas, los demás váyanse.
Después que los demás entraran, se dirigió a Nicky:
– Comienza a hablar – Dijo Andrew sin mirarlo.
– Bueno, este... sí claro – Comenzó Nicky rápidamente con palabras atropelladas – Bueno por donde empiezo...
– Empieza por Aaron, Kevin y lo demás – Dijo en tono aburrido
– Aaron salió el mismo día que te fuiste, la madre de Matt pagó su fianza, en realidad ha sido un gran alivio porque era mucho dinero, los abogados estuvieron en contacto con él y Wymack, al parecer todo saldría bien porque tenemos todo a nuestro favor, pero se tendrá que esperar hasta que nos comuniquen la fecha del juicio y lo sabremos, al parecer podría tardar varios meses.
– Sigue
– Bueno luego, está Kevin, para vacaciones Matt nos invitó a todos a Nueva York, su madre se portó de maravilla, Kevin estuvo practicando casi todos los días en una cancha local, ¿puedes creerlo? ¡No descansa ni en vacaciones!, además Erik viajó de sorpresa unos días a verme, fue increíble, recorrimos las tiendas de Nueva York y compramos regalos, el tuyo está en la habitación...
– No me hagas arrepentirme de dejarte vivo ¿quién lo golpeó?
– ¡Oh, por dios! Claro que no Andrew, justo estaba por llegar a esa parte, lo que pasa fue que hubo una situación, un cruce de palabras entre Kevin y Matt esta mañana y Matt tuvo que golpearlo ¡pero Kevin no se defendió! ¡él sabía que se lo merecía! No lo justifico, pero tampoco la apruebo, claro – Miró de reojo a Andrew esperando lo peor.
– Sigue – Andrew cavilaba encajando la información, Nicky hasta ahora no mencionaba nada relacionado a Neil y entendió que era algo con lo que él mismo tendría que lidiar. Nicky había comenzado de hablar del Exy, algo que a él no le interesaba en lo absoluto, pero que le daba tiempo para armar el rompecabezas.
– Neil – Dijo Andrew aburrido de Nicky
– ¡Oh! Él pasó las vacaciones con su tío en Millport... – Comenzó Nicky, pero fue interrumpido por Andrew.
– No, dile que venga, ya terminé contigo.
Nicky entró presuroso, luego de unos minutos más entró Andrew. Esperó en el hueco de las escaleras, había llegado el momento de averiguar qué tanto se había metido el veneno bajo su piel.
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All for the Game / Punto de vista de Andrew Minyard
FanfictionEstas son algunas historias cortas desde el punto de vista de Andrew Minyard, basados en el tercer libro "The King's men" de la serie "All for the Game" de Nora Sakavic. La historia, personajes y universo pertenecen a la autora Nora Sakavic y el cré...