13.5 Bonus: Kevin durante la semana

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Punto de vista de Kevin durante la semana en la azotea

Kevin Day podía ser terco, arrogante, quizás presuntuoso en algunos aspectos, pero no era estúpido. Estaba tan obsesionado con Neil y Andrew que se había dado cuenta que la atracción entre ellos era mutua. De cierta forma la dinámica donde él era el centro había cambiado, ahora ellos eran el centro y no sabía en qué momento había pasado, pero por el bien del Exy esperaba francamente que ellos dos resolvieran su tensión en el dormitorio. Al inicio pensaba que era algo físico. Él ya había lidiado con escenarios similares en el nido de los Ravens, la mayoría de los cuervos tenía bastante sexo alimentado por la ira, el odio, la tensión y el triunfo. Casi no importaba quién se follara a quién o de qué género era la otra persona porque al final era solo sexo y todos eran cuervos, a pesar que públicamente se identificaban como heterosexuales.

Pero los indicios entre Andrew y Neil apuntaban que podía haber sentimientos involucrados y para Kevin, quien había crecido en un mundo donde el maestro Tetsuji había destruido las pretensiones de los cuervos para establecer relaciones afectivas, era algo difícil de procesar.

También las implicancias eran altas, y no se trataba solamente del mundo deportivo que podía ser despiadado al momento de juzgar a los deportistas gays, sino debido a los Moriyamas. Kevin no podía arrancarse el horror mental de ser una propiedad y ese pánico que le invadía mientras recordaba el significado de su tatuaje "2" le causaba muchos estragos para concentrarse que sólo el alcohol podía aliviar. Kevin quería que Neil entendiera también que implicar a Andrew era condenarlo, lo más seguro hubiera sido la cautela.

Si Kevin pensó que Neil tenía alguna posibilidad de sobrevivir el año, podría haber sentado a Andrew y a Neil y advertirles sobre la discreción y los persistentes prejuicios del mundo profesional, pero sabía que Neil iba a morir en un par de meses por los Moriyama, por Riko o por El Carnicero... debido a ello, por una vez en su vida decidió no entrometerse.

No entrometerse cuando veía como Andrew encendía dos cigarrillos en su boca y le pasaba uno a Neil. No entrometerse cuando todo el mundo miraba la TV mientras que Neil se quedaba contemplando a Andrew. No entrometerse cuando Andrew siempre estaba asegurándose que Neil esté en su rango de visión. No entrometerse cuando Neil fingía ir a su suite después de las prácticas nocturnas para encontrarse con Andrew quién sabe dónde. Era fácil atar los cabos, sobre todo cuando Andrew regresaba en la madrugada a tomar una ducha.

Kevin había decidido confiar y dejar que todo siguiera su curso a lo que sea que el destino les tuviera preparado, pero "hubiera sido genial llegar a la corte nacional" se maldecía a sí mismo, porque en el fondo sabía que estaba tan condenado como ellos.





All for the Game / Punto de vista de Andrew MinyardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora