10. Pensamientos intrusivos

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¿Alguna vez has sentido tocar fondo tantas veces, tantas veces, que ya empiezas a no sentir nada?... Así se sentía Andrew.

Flotar en el lago vacío de la nada, rechazado una y otra vez desde muy pequeño, maltratado, humillado, violentado, sintiendo que no valía nada, cortado en pequeñas piezas.

Los adultos, las personas responsables de su cuidado y las personas que hicieron la vista gorda tratando de no involucrarse fueron los culpables de quebrar su infancia, fueron los culpables que a una temprana edad Andrew cambiara su visión de la vida por una visión de agonía, donde morir parecía la opción más fácil.

Cass, su última madre adoptiva, había sido un pequeño punto de luz en tanta oscuridad, le había hecho creer que tal vez Andrew tenía una oportunidad en la vida y que ella podría convertirse en algo que él nunca había tenido de pequeño: una madre. Pero el precio era altísimo y era tan degradante. Para una persona que nunca ha conocido la felicidad es fácil sabotearse como si fuera la única forma, el único modo, y pensaba con frecuencia mirando sus piezas rotas que nunca podría aspirar a más.

Y a pesar de tanto y de todo Andrew había sobrevivido, a un costo muy alto. Él se odiaba a sí mismo, odiaba su cuerpo y odiaba su existencia, sus pensamientos se habían vuelto violentos, de rabia, de ira, de desconfianza y de descontrol, pero había descubierto que tenía un gemelo. De cierta manera, encontrar que tenía un hermano, lo hizo querer proteger a alguien por primera vez.

Luego la vida le hizo conocer a su primo Nicky y junto a él como tutor, lograron sobrevivir en Columbia, era lo más cercano al concepto de libertad para Andrew, tomando sus propias decisiones y aceptando explorar su sexualidad mientras trabajaba en el Eden's Twilight. Éste último aspecto tenía capas tan rotas e irregulares, durante su época de juvie había experimentado sólo con personas sumisas que aceptaban no tocarlo. Andrew nunca se desnudaba ni se venía frente a alguien y nunca dejaba que alguien le tocara, si lo hacían su prolija memoria no podía evitar activar sombríos recuerdos de abusos y terminaba golpeando a la otra persona sin remordimiento ni culpa.

Andrew había aceptado que la vida simplemente no tenía sentido, se encontraba atascado y tal vez se hubiera rendido antes si el entrenador Wymack no hubiera estado obstinado en reclutarlo para la Corte Exy de Palmetto State en Carolina del Sur. Andrew había aceptado después de mucha insistencia, a pesar de la desconfianza que le tenía a Wymack, el entrenador había cumplido su palabra de reclutar también a Aaron y a Nicky. Y luego apareció en su vida Kevin.

Kevin había significado el inicio de darle un sentido a su vida, testarudamente lo llenaba de ofertas de éxito y gloria sobre el Exy, a Andrew no le interesaba en absoluto. No fue hasta que lo vio romperse y recomponerse a sí mismo, a pesar de tener herida su mano izquierda Kevin estaba empeñado en jugar con la derecha... "esa convicción" pensó Andrew, era algo que él no entendía, esa fuerza que le hace levantarse, él quería comprender, tal vez tener, estaba seguro que él no tendría, pero aun así... "tal vez sea interesante"... se había convencido Andrew. Su promesa de cuidar a Kevin las 24h, era como proteger no a la persona sino al pequeño haz de esperanza que había sembrado Kevin en él. El resto quizás no entendería porqué era tan territorial con él.

Andrew simplemente no quería arruinar sus promesas, pero... Neil había aparecido en su vida queriendo desordenar cada una de ellas. Neil quien parecía verlo a él tal y como era, sin murallas, sin caretas y sin miedo. Neil quien huía de alguien o de algo, quien contaba mentiras o verdades a medias. La primera vez que lo había visto le había parecido divertido que rechazara a Kevin, la segunda vez que lo vio le llamó la atención su ligereza para responder, su aguda observación y esa desesperación que trataba de ocultar a toda costa. Cada día que pasaba, Neil era más y más interesante para él, ése interés se había transformado en un gusto y cuando notó que Neil tenía ese poder de quebrar sus escudos internos vio que era un peligro.

Neil que lo miraba con ojos curiosos. Neil quien no le tenía miedo. Neil quien nunca se quedaba sin palabras listas para responderle. Su pasión al Exy de una manera adictiva. Esa manera suya de apartarse los cabellos del sudor de la frente después de haber corrido por toda la cancha. Esa forma de morderse el labio inferior cuando se perdía en sus pensamientos. La manera como siempre estaba mirando las salidas de escape listo para huir. Su terrible actitud al responder con fiereza a la prensa después de cada partido. Neil había cuidado a Kevin porque él era importante para ambos y se había expuesto a Riko para sacarlo del Hospital Easthaven ... Y luego estaba Neil en esa faceta suya de querer más y más de Andrew, de besarlo hasta quedar zumbando, de tenerlo atrapado sólo para él, de compartir el mismo aire hasta olvidar todo.

Andrew no quería aceptar lo que estaba experimentando, no cuando Neil le daba miradas profundas como "si valiera algo". Andrew no concebía la idea de una persona preocupándose por alguien como él. 

"Besarlo no significa nada" pensaba por las mañanas constantemente mientras recordaba la forma de los labios de Neil.

"¿Siquiera se da cuenta que le gustan los hombres?" se preguntaba irónicamente entre clases, pero sabía que los ojos de Neil nunca mostraban ése tipo de interés por el resto del equipo "¿Qué mierda significa eso?".

"Él busca una forma de experimentar" caviló finalmente y esa tal vez era una manera de apaciguar su mente, la idea de darle una oportunidad a la satisfacción mutua podría tener más sentido para Andrew, "tal vez hasta sea interesante" se decía a sí mismo recordando su tibia piel.

No importaba si Neil sólo quería experimentar, porque Andrew quería creer que no quería nada más, oprimía todos los sentimientos al fondo, escondiéndolos para jamás reconocerlos, pensando que estaría seguro de esta forma. El desinterés y el no preocuparse por el futuro eran las mejores formas de sofocar cualquier indicio de bruma, así lo había hecho siempre, era parte de él.

Había pasado una semana desde que había empujado a Neil contra la alfombra y había probado sus labios terribles y adictivos. Él había pensado que sólo era una atracción física, pero desde que se habían besado Andrew tenía más episodios de insomnio con escenas cada vez más fantasiosas. Neil Josten era adictivo y él estaba probando sus límites.

Durante la semana Neil lo había estado buscando con la mirada y se descubrió a él también buscándolo, él sabía cómo terminaría todo, él realmente sentía que se estaba ahogando vivo en una fogata.

Esa noche, Renee le había comentado que Dan y Matt salían, Kevin estaba emborrachándose, Nicky estaba en una de sus largas videollamadas con Erik y Aaron había desaparecido otra vez. Andrew salió y se dirigió a la suite de Neil, tocó una vez, esperando que nadie saliera. Realmente esperaba que no estuviera ahí.

Una silueta abrió la puerta, su mirada curiosa de niño era insoportable, Andrew echó un vistazo  adentro para comprobar si Matt aún estaba ahí.

–Matt salió, no está– le dijo Neil.

Era una luz verde para lo que se avecinaba.






All for the Game / Punto de vista de Andrew MinyardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora