Al día siguiente Andrew había visto a Neil durante el entrenamiento, pero no habían tenido tiempo para interactuar. Andrew simplemente le dirigió la mirada como siempre lo había hecho y Neil le devolvió la mirada como siempre lo había hecho, pero ahora había una complicidad implícita en aquellos ojos cuando se miraban.
Como Aaron aún estaba molesto, la noche del viernes el grupo de Andrew pasó el rato en la suite de los primos, Neil y Kevin se enfrascaron en un video de Exy hasta que Nicky decidió robar a Neil para enseñarle cómo jugar su más reciente videojuego, la velada transcurrió tranquila y cómoda entre helados, alcohol, bebidas azucaradas, risas de parte de Nicky, ojos curiosos de Neil, gruñidos de Kevin, y envueltos todos en el humo de la nicotina que Andrew fumaba desde el escritorio junto a la ventana.
Neil estaba sentado en el puff más cercano a Andrew, de alguna forma era cómodo con su compañía sin necesidad de hablarse entre si. Hubo momentos en los que se internaba en sus propios pensamientos sobre nimiedades o eventos ausentes, pero luego pasaba la vista por la habitación y encontraba a Neil tratando de mantenerse a flote sobre las extrañas instrucciones que un Nicky ebrio trataba de explicarle. Hacía casi menos de un año que Neil era un completo desconocido, fugitivo y arisco, era curioso la forma en que había logrado adaptarse tan bien junto a ellos, él era especial, pero Andrew no comprendía la lógica de este aspecto, había reprimido por tantos años sus propios sentimientos para evadir el dolor que le causaban que no sabría reconocerlos ahora, de lo único que estaba seguro era que perder a Neil podría significar lo único que jamás podría reemplazar y esa idea le helaba la piel.
Se quedó hasta las tres de la madrugada hasta que decidió que ya estaba aburrido, pateó a Kevin en su camino para que fuera a dormirse adecuadamente. Poco después Nicky entró tropezándose para buscar una manta para Neil, quien seguramente se quedaría a dormir en unos de los puffs en la salita, de cierta forma, tenerlo cerca le provocaba una cierta calma.
A la mañana siguiente, el estridente sonido del celular de Nicky y la campana de Kevin lo despertó, él siempre había tenido el sueño ligero, consecuencia de un pasado en el que debía permanecer siempre alerta. Luego su propio celular vibró con el mensaje de Wymack que decía "Kengo Moriyama está hospitalizado otra vez".
Andrew pensó en que sería una buena idea poner un ojo en Neil, había la posibilidad que entrara en un ataque de pánico y quisiera huir. Se levantó pesadamente, dio un bostezo y mientras apartaba los rubios cabellos de su cara se dirigió a la cocina aún descalzo. Él tenía razón, Neil ya estaba despierto pegado al TV sintonizando las noticias deportivas con la manta tirada a un costado del puff. Andrew comenzó a organizar los insumos y cuando puso en marcha la cafetera cruzó la habitación hacia Neil apagando la TV antes de sentarse en el otro puff.
–Es demasiado temprano para obsesionarse– le dijo Andrew.
–Esto es importante
–¿Para quién? No cambia nuestra temporada y Riko es demasiado estúpido para colectar puntos de compasión. Entonces ¿a quién le importa?
Andrew podía ver cómo Neil absorbía esta deducción y cuando no tuvo nada que decir el silencio le dio la razón. Andrew se acomodó en el otro puff y cerró los ojos, la comodidad hacía que sea fácil volver a dormirse. Luego oyó un ruido a su costado, abrió un ojo y vio a Neil acurrucarse en el otro puff en dirección a él, cuando dejó de moverse volvió a cerrar sus párpados, pero era extraño dejarse llevar por el sueño cuando sentía la insistente mirada de Neil sobre él.
–¿Hay algún problema?– le dijo con los ojos aún cerrados.
–No... ¿Andrew?... el verano pasado me hiciste una promesa. Te pido que la rompas.
–No– le dijo Andrew sin dudarlo
–Dijiste que te quedarías conmigo si mantenía a Kevin centrado; sin embargo, Kevin ya no me necesita más. Nos eligió a nosotros sobre los Ravens porque juntos finalmente valemos su tiempo. No hay nada más que pueda darte en intercambio por tu protección.
–Pensaré en algo– le respondió Andrew, preguntándose si esto tenía que ver con la reciente noticia.
–No quiero que lo hagas. Necesito que me dejes ir– había un leve tono apremiante en su voz y Andrew abrió sus ojos.
–Dame una buena razón– lo retó calmadamente.
–Si me estoy escondiendo detrás de ti, sigo corriendo. No quiero terminar el año así. Quiero mantenerme en mis dos pies. Déjame hacer eso. Nada de esto significa algo si no lo hago yo mismo.
Andrew lo miró silenciosamente, examinando algún rastro de que algo estuviera mal, sopesó sus palabras, romper una promesa era muy complicado y tendría que haber una buena razón de por medio ¿era esta petición algo premeditado o fruto de una efímera muestra de valentía? las consecuencias podían ser altas y Andrew no quería dejar de protegerlo. Neil esperó hasta que cerró los ojos cayendo en el sueño, era una señal que estaba dejando su petición sobre la mesa y esperaría a que Andrew la tomara o no. Andrew cerró sus ojos y se dejó arrastrar por el descanso.
Dormir o pasar el tiempo en silencio con Neil era tan agradable que Andrew pensó que también podría acostumbrarse a esto. No quiso levantarse cuando el gorgoteo de la cafetera anunció que estaba listo el café y tampoco cuando el celular de Nicky sonó la alarma más estrafalaria, pero abrió los ojos para comprobar que Neil seguía a su costado y con las miradas soñolientas que se dieron se permitieron seguir siendo flojos, acostumbrándose a las lentas respiraciones del uno y del otro. "Esta paz", pensó Andrew antes de caer en el sueño.
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All for the Game / Punto de vista de Andrew Minyard
FanfictionEstas son algunas historias cortas desde el punto de vista de Andrew Minyard, basados en el tercer libro "The King's men" de la serie "All for the Game" de Nora Sakavic. La historia, personajes y universo pertenecen a la autora Nora Sakavic y el cré...