14. Perderse

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Todos los zorros estaban en el autobús camino a la Universidad de Binghamton para enfrentarse contra los Binturones, el viaje no hubiera sido más que un viaje para Andrew sino hubiera habido un cambio de asientos en la segunda mitad de la travesía.

Andrew se había dado cuenta muy tarde que Kevin, quien venía detrás de él, se había quedado a sentarse en el segundo asiento delantero para seguir charlando de más tácticas de Exy con el resto de los zorros apiñados alrededor de él, dio un bufido cuando lo notó y le restó importancia ya que Kevin no corría peligro, de hecho, estar aislado mientras el resto tenía una conversación en la cual no estaba interesado le parecía una mejor opción para matar el tiempo, así que ocupó su asiento habitual al final del autobús y cruzó los brazos detrás de su cabeza para mirar a través de la ventana. El viaje hubiera sido igual de aburrido que siempre si no fuera por Neil.

Para curiosidad de Andrew, el castaño pelirrojo no se había quedado con el resto del equipo, sino que lo había seguido al fondo del autobús y ahora ocupaba el asiento adelante suyo, durante unos momentos había permanecido sentado, pero luego se había girado hacia él y apoyado sus brazos y cabeza sobre el respaldar de su asiento para mirar en su dirección. Neil quien era un adicto al Exy había elegido pasar el rato con él frente a todos, a Andrew no le importaba que lo hubieran abandonado Kevin, Aaron o Nicky, porque de una forma u otra tener a Neil consigo era suficiente para él. Permanecieron en un cómodo silencio durante un tiempo hasta que oyó la voz de Neil.

–Oye...– Su tono era cálido. Andrew quien estaba cómodo así, decidió hacerle caso tranquilamente después de unos segundos, pero cuando encontró los ojos de Neil no era lo que esperaba, tenía otra vez "esa mirada" azul profunda, era como si Neil pudiera verlo por dentro, y lo peor era que lo mirara como si fuera algo valioso, como si valiera la pena, ninguna persona lo veía así excepto Neil y eso le incomodaba un poco.

–Detente– le dijo, porque no podía soportar la mirada de Neil.

–No estoy haciendo nada

–Te dije que no me mires así

–¿Es agotador ver todo como una pelea?

–No como lo agotador que debe ser correr de todo– le respondió para cambiar de tema

–Tal vez. Te dije que estoy trabajando en eso.

–Trabaja más duro

–No puedo a menos que me dejes ir. Ponte de pie conmigo, pero no luches por mí. Déjame aprender a luchar por mí mismo– respondió Neil.

Ahí estaba de nuevo, Neil y el arte de las palabras encaminando todo a su favor, estaba recordándole su petición de romper su promesa, y si bien Andrew había pensado con anterioridad esta petición, quería con ansias no dejar de protegerlo, pero si Neil le insistía y le daba una buena razón sabría que tendría que dejarlo ir.

–Nunca explicaste ese cambio de corazón.

–Tal vez me cansé de ver a Kevin arrodillarse. O tal vez fueron los zombis... Hace unas semanas, tú y Renee discutieron planes de contingencia para un apocalipsis zombi mientras corríamos. Ella dijo que se centraría en los sobrevivientes. Tú dijiste que volverías por algunos de nosotros. Cinco de nosotros. No estabas contando a Abby ni al Entrenador, ya que confías en que Renee se encargará del resto del equipo, supongo que el último lugar es para Dobson... No dije nada porque sabía que cuidaría solo de mí cuando el mundo se fuera al infierno. Ya no quiero ser esa persona. Quiero volver por ti.– dijo Neil firmemente.

Las últimas palabras retumbaron en su ser como un eco.

–No lo harías– le dijo Andrew conmovido pasando su vista de un ojo al otro –Eres un tipo diferente de suicida ¿no te diste cuenta de eso en diciembre? Eres un señuelo. Eres el mártir que nadie pidió o quiso– le explicó tranquilamente.

All for the Game / Punto de vista de Andrew MinyardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora