1: Nacimiento de los líderes

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*En Noruega Noreste:

–Edward, amigo, tranquilo. Todo saldrá bien.

–Sí, lo sé. Pero no me puedes negar que tú también estás nervioso

–¡Pero claro que estoy nervioso! ¡Es el nacimiento de nuestros hijos!

Edward Arendelle, Fergus Dumbroch y Dylan Corona se encontraban en la sala del castillo Arendelle, por el nacimiento de sus futuros líderes. Todos estaban ansiosos por saber si sus esposas y sus hijos estaban bien.

–¡Ahh! ¡¿Por qué demoran tanto?! –dijo Fergus, sacando sus colmillos

–¡Hey, tranquilízate! –dijo Dylan– Ya pronto tendremos noticias.

Al parecer con eso consiguió calmar un poco Fergus, pero aún seguía angustiado.

Estaban conversando, cuando de repente, se escucharon llantos de bebés. Los tres se callaron y esperaron a que alguien saliera.

–Felicitaciones, a todos. El parto de las tres ha sido exitoso, las niñas han nacido sanas y salvas. –anunció una señora que había ayudado en el parto de las mujeres

–¿Niñas? –preguntaron al mismo tiempo

–Sí. Las cuatro son niñas...

–¿Cuatro? –dijeron otra vez al unísono. La mujer solo sonrió y dijo...

–Rey Edward, me complace anunciarle que usted y su esposa han tenido unas bellas mellizas

–¡¿En serio?! –dijo emocionado y la señora asintió

–Si gustan pueden pasar, pero no hagan mucho ruido –Todos le agradecieron y se encaminaron donde se encontraban sus esposas. Estaban nerviosos, eso no cabía duda, pero aun así estaban contentos por la noticia.

–Amor, ven. Míralas. –dijo Juliet– Son hermosas.

–Eso no hay que dudarlo –dijo Edward viéndolas a las mellizas– Y ¿cómo las llamaremos?

–¿Qué tal Elsa y Anna?

–Me parecen perfectos –y besó a su esposa

–Mira, Elsa está abriendo sus ojitos –dijo Juliet– Son como los tuyos

–Sí, y su cabello es muy bonito –después vio a su otra hija– Pero Anna ha sacado tu hermoso cabello... y sonrisa

–Si –dijo su esposa con ojos llorosos– Hola hijas mías, él es su papá.

-Hola Elsa- dijo tocando su mano. Ante aquel tacto, la niña sonrió

–Son hermosas, cuando crezcan van a tener una belleza inigualable –dijo Fergus refiriéndose a las cuatro bebés– y ¿cuáles son sus nombres?

Los reyes Arendelle dijeron– Elsa y Anna

Los reyes Corona– Rapunzel

Y, finalmente, los reyes Dumbroch– Mérida

–Los nombres son hermosos, al igual que las niñas– dijo Clarissa, la reina Corona

–Y veremos que en el futuro serán unas poderosas líderes –dijo Elinor, la reina Dumbroch. Pero se calló, al ver que las niñas desprendían una luz brillante y mágica

》¿Qué ocurre? –dijo Elinor preocupada

–No lo sé –dijo Clarissa de la misma manera

Todos estaban atentos a los que pasaba, y vieron que en la mano de las cuatro niñas salía una especie de símbolo. El de Elsa era un copo de nieve, el de Anna, una flor; el de Rapunzel, un sol; y el de Mérida, un rayo. Los símbolos se acercaron al hombro de las niñas y se quedaron ahí, como una marca de nacimiento.

Al ver que las niñas no sufrieron daño, los reyes se sintieron aliviados. Pero supieron en seguida lo que significaba; poderes. Las niñas habían sido bendecidas con poderes.

Todos los presentes sonrieron. No podían dejar de estar felices por el nacimiento de sus hijas, y con ellas, la esperanza de tener un mundo donde reinara la paz y la armonía.



*Mientras que en Noruega Suroeste:

Los reyes estaban preocupados, porque no había noticias de sus esposas, y eso les inquietaba.

–Juro que si en 5 minutos no hay noticias, destruyo todo el castillo

–Cálmate, o te encerramos –él no tuvo más remedio que aceptar

–Ok –dijo Jackson a regañadientes

Los reyes: Jackson Frost, Estoico Haddock, Matthew Fitzherbert y Rubén Ice, estaban esperando noticias de los bebés. Habían pasado 30 minutos, cuando una sirvienta salió.

–Reyes... –hizo una reverencia– ... sus hijos nacieron en buenas condiciones. Pueden pasar

Y dicho esto, los cuatro hombres entraron corriendo a la habitación donde se encontraban sus esposas. Pero ni bien entraron, las cuatro mujeres mostraron sus ojos rojos y sus colmillos.

–Más silencio, que los bebés están dormidos –dijo Rebecca enojada

Los cuatro se disculparon y se acercaron cuidadosamente a sus esposas, quienes los esperaban con sus bebés en brazos.

–Rebecca, nuestro hijo es precioso –dijo Jackson al ver a su hijo

–Lo sé –dijo la mujer sonriente– ¿Qué tal si lo nombramos Jack?

El rey sonrió y dijo– Bienvenido a la familia, Jack

–¿Cómo se llaman? –preguntó Estoico

Los Reyes Haddock– Hiccup

Los Reyes Ice– Kristoff

Los Reyes Fitzherbert– Eugene

Los Reyes Frost– Jack

》Nuestros hijos van a ser el orgullo de nuestro pueblo, puesto que serán unos buenos líderes, que nos llevarán a la conquista de más pueblos; así como, la derrota de Clan Noreste. De esta manera, todos sabrán que el Clan Suroeste es más poderoso que los demás, y reinaremos toda Noruega. –dijo el Rey Jackson

–¡Sí! –dijeron los tres reyes, apoyando a su líder

Tal como en el Clan Noreste, los niños desprendieron una luz brillante. Los padres estaban ansiosos, puesto que la bendición de poderes, era algo muy raro que El Hombre de la Luna cumpliera. Jack, tuvo un copo de nieve; Kristoff, una gota de agua; Eugene, un tornado; y Hiccup, una llama de fuego.

Los reyes y reinas se sentían complacidos y alegres; pero aun así tenían un brillo en los ojos, lo que significaba poder y conquista. Pero lo que no sabían era lo que el destino les tenía preparado.

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