28: A escondidas

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Narra Elsa:

–¡Ah!– grité entre susurros con molestia

Ya había pasado una media hora desde que Jack se despidió de mí, y desde entonces no había podido dormir. Nuevamente rodé por la cama intentando conciliar el sueño pero no podía. ¡¿Es que acaso todo el universo conspiraba en mi contra?! Miré el reloj de la habitación: 01:47 am. ¡Genial! ¡He estado despierta sin hacer nada, y eso para mí es perder el tiempo!

Me levanté de mi cama y caminé hacia el baño. Me lavé la cara con bastante agua y jabón para refrescarme. Salí de la habitación dispuesta para volver a intentar dormir, pero desvié mi mirada a la puerta y luego a mi cama. Debía aprovechar el tiempo, y si no podía dormir pues... ¡qué importaba! Una sonrisa traviesa apareció en mi rostro.

Salí de habitación con mucha cautela y bajé las escaleras. Me dirigí a la biblioteca y saqué varios libros de idiomas antiguos que, casualmente, se encontraban ahí. Me fui de ahí, y caminé hacia la oficina. Antes de llegar, escuché varios pasos, por lo que supuse que eran los guardias en su turno de vigilancia. Me escabullí rápida y profesionalmente en el pasillo, logrando con facilidad esquivar a los guardias. Sonreí por mi audacia y caminé velozmente hacia el despacho.

Abrí lentamente la puerta del cuarto y caminé cuidadosa y sutilmente por el mismo, intentando hacer el mínimo ruido posible. Cogí de uno de los cajones de la mesa una hoja de papel y un bolígrafo. Encendí la luz de la lámpara sobre el escritorio y empecé a escribir los símbolos que se encontraban escritos ahí. "Sí que son extraños". Al finalizar, me llevé la lámpara y los libros a una de las esquinas más alejadas de la puerta, para que no me descubriesen.

Me senté en el piso y coloqué todos mis instrumentos de trabajo a mí alrededor. Abrí uno de los libros, y empecé a buscar algo que pueda servirme para conseguir información de dichos símbolos, o como Jack los dedujo: palabras. Pasaba las páginas con lentitud, escaneando cada hoja para no perderme de ningún detalle.

–¿Qué haces Elsa?– escuché una voz muy cerca de mí. Pegué un pequeño gritito y salté levemente de mi lugar y alcé la vista, encontrándome con unos orbes azules observándome. Estaba tan concentrada en mi trabajo, que no me di cuenta de cuando Jack se sentó a mi lado.

–Ah... eso... emm... estaba...– ¿Ahora qué le diría? Él se enfadará si le contesto que estaba buscando información de... ¡Un momento! ¿Y a mí cuando me interesa lo que él piense? Me maldije mentalmente– Investigando

–¿En serio?– preguntó y yo solo asentí– Pe-Pero... ¡podrías avisar!– gritó, pero yo lo fulminé con la mirada y él, por suerte, entendió– Lo siento.

–No importa. Pero deberías volver a dormir– le dije, mejor dicho ordené

–Y tú también– me respondió con su típica sonrisa ladeada

–Cállate que...– pero guardé silencio al sentir unas pisadas que se acercaban a nosotros. Rápidamente apagué la luz de la lámpara y no dije ninguna palabra, para evitar que alguien se entere de mi presencia. Sentí como el aura de Jack ya no estaba conmigo, por lo que bufé frustrada y nerviosa. "Claro, justo cuando estoy en riesgo, él se va. ¡Pero qué lindo!" pensé sarcásticamente y rodando los ojos.

–¿Hola?– escuché al guardia que había entrado a la habitación– ¿Hay alguien aquí?– "¿Pero quién pregunta eso? Si alguien estuviera robando algo y le preguntan si estaba ahí, no le iba a decir: Sí, estoy aquí. Intentando robarles. ¡Pero es que es obvio!" Dejé esos pensamientos de lado, y me concentré en mi silencio.

Después de un minuto de espera, escuché como cerraban la puerta, sin ningún cuidado. Suspiré pesadamente. ¿Es qué nadie es lo suficientemente listo para notar su presencia? No importaba, igual es mejor para mí.

♡ Vampire's Love ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora