♡ Vampire's Love ♡

39: Rompiendo el hechizo

Narra Punzie:

–¿En serio, Fitzherbert?

Suspiré resignada y rodé los ojos. Por más que quisiera ayudarlo, él no podía reaccionar. ¡Dios! ¡¿Acaso esto es tan malo?! ¡Al menos no están en el cuerpo de otra persona! ¡Eso si es malo!... Muy malo.

Me encontraba con Eugene en mi habitación, intentando decirle que este problema pronto se resolverá, pero no me escucha. Me levanté de mi cama y empecé a dar vueltas por mi habitación desesperada por no saber qué hacer ni qué decir. Lo único que había conseguido era que Eugene no parase de decir: "Imposible. Imposible. Imposible..." o "¡Éste poder es de niñas!" ¡Me empezaba a hartar! Cada cinco segundos repetía lo mismo, y no paraba. ¡Hasta lo golpeé, pero no reacciona!

Ya habían pasado tres días desde la aparición de Pitch... una no muy bonita. Bueno, yo no lo vi, pero Elsa sí... y eso me preocupa. Puede que quiera eliminarnos, tal como lo dijo: "Terminarán igual que sus padres." ¡Maldito hijo de la remota tierra! ¡¿Cómo se atreve a decir eso?! Nos las va a pagar.

–Imposible. –Dijo por quincuagésima vez (y creo que no estoy exagerando). Miró sus manos y luego se las pasó por su cabello, revolviéndoselo

No podía hacer más. Me estaba dando por vencida. Vi a Eugene tratar de encontrar una explicación por sí solo, pero no la conseguía, y eso lo frustraba rápidamente.

"¿Algún cambio?" preguntó Mer a nosotras, que estaban en la misma situación que yo. Bueno, menos Elsa, quien se encontraba en la oficina tratando de buscar algo que nos ayude. Y Jack... bueno, venga a saber alguien dónde está.

"No. Solo está que chilla porque dice que su poder es de nenas" anuncié y sonreí. Aún me acuerdo la cara de Eugene al ver que ya no podía controlar el viento a su manera

"Al menos no está en una esquina de la habitación en posición fetal diciendo que no quiere congelar a nadie" dijo Mer con voz cansada, de seguro de intentar hacer entrar en razón a Hiccup

"¿Anna?"

"¡Agh! ¡Al menos ustedes están así!" bufó con irritación "Kristoff no para de saltar en el cuarto y tampoco deja de decir: Hagamos un duelo, a cada rato. ¡Quiero cometer un asesinato!"

"¡Anna!" la regañó su hermana

"¡¿Qué?!" alzó las manos como si fuera una niña totalmente inocente "Es que se ve tan tentador..."

"¿Y tú Elsa?" se interesó Mer, evitando el comentario de Anna "¿Has logrado encontrar algo?"

"¡Nada! Solo hay lo mismo y lo mismo, nada nuevo que nos ayude"

"¿Qué hacemos?"

"¿Practicar?" sugirió Anna. Aunque suene tentador, no quiero... tengo mucha pereza

"No lo sé..."

"Mmm... yo creo que no. El cielo está oscuro, y puede que llueva" nos avisó Elsa

"¿Entonces?"

"¿Por qué últimamente decimos 'entonces'?"

"No tengo ni la menor idea"

–¡Dios! ¡Es que...! ¡Este poder es para una niña de cinco años!– dijo Eugene caminando circularmente en la habitación. "Mátenme..."

–Eugene... quédate quieto ¿sí?

–No hasta que encuentre una solución, así que... mujer, no molestes

–A ver, yo no soy mujer de nadie. Soy una niña. Así que respeta– dije con voz de niña pequeña