♡ Vampire's Love ♡

11: La palabra prohibida

Narra Anna:

Mmm... ¿por qué las cosas buenas tienen que desaparecer tan rápido? Porque sino la vida sería más aburrida de lo normal. Se preguntarán: Anna ¿de qué coño estás hablando? Bueno, como sabrán no estamos en nuestro castillo, y al no estar ahí, mi tesoro más grande en el mundo no me acompaña. Me siento muy triste por dejarlo una semana, pero eso es una prueba muy importante que tenemos que superar (al menos para mí).

–Anna, ya deja de pensar en...

–¡No lo digas! No quieren que me ponga como loca y vuele hasta allá ¿verdad?

–Esta bien

Estaba muy triste y aburrida, muy extraño en mí. Pero entiéndanme, mi tesoro más grande me extraña y yo a él. Compartimos muchas cosas y momentos juntos. Es como mi mejor amigo en el mundo. Él me comprende y me apoya, y me hace sentir de lo mejor en cualquier momento. Pero su falta de compañía me hace sentir triste, no está aquí conmigo, no está...

–¡NO ESTÁ! ¡Mi tesoro no está!– lloriqueé

–Anna, solo serán unos días más...– lloré con más fuerza–... tienes que aprender a vivir sin él– me intentó tranquilizar Elsa

–¿Quién?– preguntó Kristoff, un tanto extraño

–Su tesoro, su mejor amigo...– empezó Mer

–¡Mi amor!– y me descontrolé– ¡Yo lo amo! ¡Él siempre estuvo ahí para mí! ¡Me acompañó en todo momento! ¡Él es el único ser que me comprende! ¡Es mi...!

–¡YA BASTA, ANNA!– gritaron las chicas

–No es para tanto...– dijo Punzie

–No exageres...

–¡¿Qué no es para tanto?! ¡¿Qué pasaría si eso les sucediera a ustedes?! ¡No es para tanto ¿verdad?!

–Emm... chicas ¿de quién está hablando?– le preguntó Kristoff a mis amigas

–No de quién... de qué– dijo Mer

Los chicos me miraron como si estuviera loca– ¿De qué está hablando?– volvió a preguntar Kristoff, aún más confundido que antes

–Del chocolate– dijeron al unísono

–¡Que no lo nombren en mi presencia!– estallé– No lo nombren mientras él no esté aquí

–Estás afligida ¿eh?– dijo Jack con diversión

–Solo porque no queremos gritos que nos despierten en los próximos días... ten– dijo Hiccup entregándome una barra de chocolate

–Esto solo servirá para hoy...

–No importa, tenemos un secreto que nadie...

–¡Woohoo! ¡Lo encontré!– dije encontrándome con el mismísimo cielo

Mientras los chicos decían sobre su "secreto" que estaba secretamente ubicado en un lugar secretísimo, fui a la cocina y abrí el refrigerador, encontrándome con varias barras y bombones de chocolate

–¡Noo! ¡Nuestro chocolate!– se quejaron

–Lo siento, pero hubieran pensado mejor al haber hecho esa apuesta

–Eso no tiene nada que ver

–Si tiene, las decisiones apresuradas son malas

Los chicos volvieron con mis amigas y empezaron a quejarse con ellas, las cuales me miraban enojadas "discretamente" y yo solo les daba una sonrisa.