♡ Vampire's Love ♡

46: La boda

 Narra Elsa:

–Su alteza, por favor, deje de moverse– me dijo una de las sirvientas que me ayudaban a ponerme el vestido

–Lo siento– dije casi inaudible

Pude ver como en sus ojos se reflejaban la tristeza y las ganas de dejarme escapar y ser libre. Pero no pueden. No deben. No se les es permitido, por Pitch. Una lágrima se resbaló por mi mejilla, llena de dolor. No se cómo voy a soportar ver a mi hermana intentando detenerme, intentando hacerme entrar en razón. Pero lo hago por su bien, por el de todos, en realidad. Suspiré.

Jack.

Mi Jack.

Como lo extraño. Si tan solo pudiera hablar con él, reír con él, ser feliz con él... haría hasta lo imposible para estar a su lado. Pero simplemente no puedo, o él morirá. Otra lágrima bajó por mi mejilla. Tan solo recordar el por qué estoy haciendo esto, me afecta demasiado. Pensar que tal vez pudimos ser felices juntos, con nuestros amigos, con mi hermana... me duele. Saber que si no fuera por Pitch, nada de esto estuviera pasando.

No sé cuánto duré pensando, pero, sin darme cuenta, las mujeres que ayudaban en mi vestuario ya no estaban a mi lado. Me miré en el espejo y una mirada desilusionada pasó por mis ojos. Estaba hermosa. Hermosa para un estúpido al cual odio. Tenía un vestido blanco con detalles plateados y bordes de color beige. Era un poco raro, pero bonito. Si tan solo pudiera hacer algo para arreglar esto. Si tan solo pudiera decir que no en el altar... ¡Ahh! ¡¿Por qué todo es tan difícil?! ¡Todo está en mi contra!

Escuché tres golpes en la puerta que anunciaban mi infelicidad total, al lado de un idiota que solo me quiere por poder.

–¿Su alteza?– la voz de un señor sonó al otro lado de la puerta

–¿Si?– contesté de la manera más afligida posible

–Ya es hora de ir al...

–Por favor...–lo interrumpí y di un suspiro– no lo diga

–Está bien, pero hay que irnos– finalizó. No respondí. Me miré una última vez en el espejo y me di por vencida, ya no podía hacer nada.

Caminé lentamente hasta la puerta y la abrí, dejándome ver a aquel señor de mediana edad que me iba acompañar hasta la entrada.

–Por favor, ayúdeme– le supliqué con los ojos llorosos. No quería ir, no quería casarme

El hombre miró a todos lados, y trató de tocar mi brazo, pero una mano lo apartó de mí, era Pitch. Lo miré con todo el odio que tenía hacia él. Retrocedí unos cuantos pasos, pero él se seguía acercando, de seguro a llevarme a la fuerza al altar. Alcé mi mano, y traté de lanzar rayos de hielo, pero él me lo impedía, y no hice nada. ¡¿Qué me pasaba?!

–Elsa, Elsa, Elsa. Mi querida Elsa. ¿Acaso no te das cuenta que no puedes usar tus poderes?–preguntó Pitch en tono burlón

¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

Pitch sonrió de lado, y me miró con superioridad– "Ditzh Clomentim Baldtec"– dijo cerca de mi oído y se alejó, para luego obligarme a caminar.

¿Qué significaba eso? ¡¿Qué?! Pero... sé que he escuchado esa frase en alguna parte, ¿pero dónde? Sin embargo, desde que dijo esas palabras, sentía que iba a desmayarme.

–Ya es hora. Prepárate– escuché a Pitch casi gritarme, y me agarró el brazo derecho, obligándome a seguirlo. Yo por mi parte trataba de zafarme de su agarre, pero no podía

–¡Déjame, bastardo!– le grité

–¡No!– luego se tranquilizó– Tienes que casarte primero