LEONARDI +18 ©®

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Una disculpa porque anoche creí haberlo publicado y no lo hice. Por eso pido una disculpa pero ahora sí tienen el capítulo y quiero aclarar que nos faltan 5 capítulos para el final.

Y está corto comparado con los otros pero es importante que esté así.

Feliz Lectura…

—¿Estás seguro?—sube la tela de mi vestido—. Pueden vernos Christopher.

—¿Y?

Estoy por replicar cuando me besa con ganas. Haya va mi labial. Abre mis piernas para meterse entre ellas, acaricia mis muslos con deseo y yo sólo me dejó hacer. Tomó su cinturón para quitarlo de su cuerpo y darme paso a su pantalón que en pocos segundos caen al suelo junto a su rompa interior. Mis calzones los arranca importandole una mierda el que me arda la piel por su movimiento brusco.

—Mi bella rosa—entra despacio—. Apretada y húmeda.

Abro la boca para gemir. Me excita bastante que me hablé así, no sé cómo dejo que me haga esto en la boda de uno de sus primos. Pero el niño quiso desnudarme ahorita en vez de esperar aunque sea un poco para ir a casa.

Se supone que sólo venía a hacer del baño y ahora resulta que también tendré sexo aquí, trato de no subir mis manos por su cuerpo porque si llego a su cabellera será obvio lo que hizo conmigo aunque también si lo vieron entrar… lo voy a matar cuando terminemos.

Christopher toma mis manos y las lleva su cuello, no puede ser tan…

—¿Quieres desnudarme completo, Amore?

Siento a la perfección como arremete más duro. Mi gemido suena tan claro que me da vergüenza se que lo hayan escuchado. Se detiene con su amigo bien adentro de mí. Se quita el saco seguido de la camisa.

Maldición.

—Ahora puedes hacer lo que quieras.

Me mojo más y eso lo nota. Acomoda mi cuerpo y comienza a moverse tan duro y rápido cómo le es posible. Mi boca no deja de soltar exclamaciones de placer, gemido tras gemido salen y eso no lo detiene. Soy una… no sé cómo demonios logró enderezarme y llevar mis manos a su cabello para despeinarlo y apretar bien para que me siga dando como quiere. En pocos minutos me vengo y en él en mí.

—Y no querías.

—No en un baño.

—No importa el lugar—entrecierro los ojos y eso lo hace sonreír.

Me ayuda a bajarme del lavabo para poder cambiarse, si lo despeine. Una vez cambiado comenzamos a caminar a dónde las personas están, se siente raro caminar con residuos de sexo en mi vagina.

—¿Ocupas ayuda?

—No empieces.

—Creo que dejamos una prenda en el coche hace unos días.

Me ha tomado muchas veces porque busca un hermano para Maven, por eso el sexo constante y quiera o no admitirlo le gusta tomarme mientras estoy embarazada porque me crecen los pechos un poco más y eso es algo que aprovecha a la perfección. Lo sigo al auto para ver si dejamos un calzón en el auto qué él maneja porque en el que Ramón maneja no ha intentado meterse entre mis piernas.

Encuentra lo que busca y me guiña un ojo para que me lo ponga adentro del auto. Apagó la lámpara del coche y busco la forma correcta con la poca visibilidad que tengo, me pongo mis calzones y con eso salgo para verlo guiñarme un ojo.

—Ya no me tomes hoy.

—¿Cuántas veces van en el día?

—Cuatro.